Honduras: una computadora para exportar tomates frescos
Más de 700 empresas hondureñas que venden al extranjero pueden obtener sus permisos de una forma más rápida y fácil
Varado en la frontera entre Honduras y El Salvador soportando 40 grados de un calor sofocante, todo lo que Ricardo Melgar podía pensar era que sus tomates se estaban pudriendo lentamente. Su camión llevaba ocho toneladas de tomates de Comayagua, listos para entregar en el mercado central de San Salvador. Sin embargo, un simple error en los documentos de exportación escritos a mano le iba a costar tiempo y dinero. Tendría que pasar la noche en la frontera, esperando que la oficina de aduanas abriera por la mañana para arreglar el entuerto.
"Un solo error podía costar de ocho a diez horas. Esto significaba tener que pagarle una noche extra al conductor y, muchas veces, tener que tirar toda la carga a la basura", recuerda. Ricardo Melgar coordina las gestiones administrativas de 17 pequeños exportadores hondureños y ha pasado incontables noches sin dormir acampado en la frontera debido a los obstáculos burocráticos.
Todo esto cambió en septiembre, cuando el Gobierno de Honduras con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional (IFC) pusieron en marcha un programa que conecta tres nuevos sistemas informáticos para racionalizar los procesos de obtención del permiso de exportación. Ahora, más de 700 empresas hondureñas que venden al extranjero pueden obtener sus permisos en un solo día. Al ayudar a las agencias gubernamentales a interconectarse de manera más eficiente, el nuevo sistema reduce los cuellos de botella y las demoras excesivas que limitaban los flujos comerciales. Facilitar el comercio y la integración económica es muy importante en Honduras, donde más del 59 por ciento de la población vive por debajo del umbral de pobreza.
"Es un nuevo mundo", dice Lorena Facussé, presidente de Grupo Vesta, una empresa hondureña de logística que maneja de más de 2.400 camiones al mes. Hasta septiembre, la compañía necesitaba un pequeño ejército de personas para hacer frente a tres instituciones gubernamentales que tramitaban sus permisos de exportación a mano. El resultado era que a menudo se tomaba hasta tres días para un solo envío. "No pensé que vería a estas tres instituciones trabajando juntas, ahora estamos ahorrando hasta $ 30.000 por mes", admite Facussé.
Además de reducir tiempo y costos para las empresas, el nuevo proceso también es más seguro y transparente, ya que las instituciones pueden compartir y procesar toda la información de los exportadores en tiempo real. Ahora, los exportadores hondureños pueden introducir la información para la administración de aduanas, y los certificados de salud ambiental y veterinaria en un solo formulario en lugar de rellenar varios documentos.
"Ahora yo mismo escribo toda la información de cada envío en mi computadora y todas las instituciones involucradas reciben los datos al instante ", explica Melgar. " Esto elimina la posibilidad de que haya errores humanos en el proceso y acaba con la incertidumbre. "
Las agencias que han empezado a compartir información en tiempo real son : El Sistema Electrónico de Comercio Exterior de Honduras (Centrex), el Sistema Automatizado de Administración de Rentas de Aduanas (DIA) y los sistemas del Departamento de Agricultura - Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa) .
Mayra Alfaro Morán, quien coordina el proyecto por parte de IFC, recuerda que “tomó un gran esfuerzo poner de acuerdo a tres administraciones con programas y culturas de trabajo diferentes, pero todos demostraron un gran compromiso para lograr esta integración."
IFC está brindando asistencia técnica a la integración comercial de los países centroamericanos en varios frentes. En Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica, por ejemplo, IFC está ayudando a simplificar y automatizar los procesos de registro de alimentos y bebidas. Para Alfaro, ¨este proyecto ha generado un nuevo espíritu de la reforma en el país que le conducirá a mejorar su competitividad ¨
Aunque todavía hay algunos documentos en papel que deben presentarse en persona, Ricardo Melgar reconoce que el nuevo sistema lo ha cambiado casi todo. Sus tomates ahora llegan frescos, a tiempo y a un precio competitivo al mercado central de El Salvador. Sus socios están creciendo y contratando, y él finalmente puede dormir por las noches.
Adrià Alsina Leal es miembro del equipo online de América Latina y el Caribe de IFC
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