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El millonario chino que amaba el burdeos

Un inversor muere en accidente al sobrevolar su nuevo viñedo en Francia Crecen las compras de China en la región vinícola

Equipos de rescate buscan el cadáver de Lom Kok.
Equipos de rescate buscan el cadáver de Lom Kok. JULIE BRUHIER (AFP)

Lam Kok, un multimillonario chino de 46 años que hizo su fortuna en Hong Kong con el negocio del té de alta gama y la inmobiliaria y la hostelería de lujo, murió el viernes en un accidente de helicóptero en la región francesa de Burdeos. Kok acababa de comprar al viticultor local James Grégoire el castillo y los viñedos del siglo XVI Château de la Rivière, y se disponía a sobrevolar su nueva posesión junto a su hijo de 12 años, el vendedor y un intérprete cuando el aparato cayó al río Dordogne. Los servicios de rescate encontraron el sábado el cuerpo del niño y los restos del fuselaje, y este domingo seguían buscando a las otras víctimas.

La venta del dominio de 90 hectáreas, 65 de ellas dedicadas a las viñas, había sido presentada como un hito en el sudoeste francés. Aunque la cifra de negocio no se había dado a conocer oficialmente, el diario británico The Independent afirmó que se eleva a 30 millones de euros, y la prensa local asegura que es la mayor inversión realizada hasta ahora por una empresa china en la región de Burdeos.

Kok, que era presidente del grupo Brilliant, presentó el acuerdo el viernes en una conferencia de prensa a la que asistieron también su mujer, su hijo, el matrimonio Grègoire y el alcalde socialista de Libourne.

Tras recibir solemnemente las llaves del recinto, el millonario explicó que quería convertir el lugar en un centro de turismo de lujo especializado en la cata de vinos de Burdeos y de tés chinos de Pu’er, que él mismo cultiva en la región de Yuann, “para fomentar el intercambio cultural entre China y Francia”.

Ricos asiáticos han comprado más de 30 castillos en cuatro años

Al acabar la jornada, James Grégoire ofreció a la familia Kok sobrevolar la finca, y según contó un fotógrafo de la agencia France Presse que cubría el acto, la mujer de Kok se echó atrás en el último momento aduciendo que le daban miedo los helicópteros. Con el antiguo dueño del castillo a los mandos, el aparato cayó poco después de despegar.

El drama ha sacado a la luz un modelo de negocio franco-chino que es cada vez más frecuente. En los últimos cuatro años, más de 30 castillos y viñedos franceses han sido comprados por inversores chinos, y según la Oficina del Vino de Burdeos, hay 20 operaciones más en curso o a punto de cerrarse.

Las exportaciones de uno de los vinos más famosos de Francia crecen sin cesar en los últimos tiempos gracias sobre todo al apetito del gigante asiático por los artículos de lujo y la buena vida. China y Hong Kong compraron el año pasado 71 millones de botellas de Burdeos, casi el 10% de la producción total, y se han convertido en el principal mercado exterior de la próspera industria del Bordeaux.

Los datos oficiales afirman que la región produjo el año pasado 730 millones de botellas, ingresó 4.300 millones de euros y dio empleo a más de 55.000 trabajadores. Emmanuelle D’Alignby-Fulchi, la enóloga de Château de la Rivière, explicó el jueves a la BBC que “hace algunos años los turistas chinos empezaron a llegar a la región para probar y aprender sobre el vino francés, y últimamente han empezado a comprar fincas porque la demanda allí es cada vez mayor”.

La consternación en Libourne, la ciudad más cercana al castillo, era ayer absoluta. El director general de la empresa, Xavier Buffo, afirmó que todavía no daban crédito a lo que había pasado, y explicó que la Embajada china había enviado representantes al lugar para asistir a las familias de las víctimas. El alcalde socialista, Philippe Buisson, que colaboró en el acuerdo de compraventa, dijo que ignoraba qué planes tendrá la señora Kok para el futuro: “De momento, ha dado pruebas de un gran coraje y una gran responsabilidad, y ha impartido las órdenes necesarias para que la empresa siga funcionando con normalidad”, señaló.

La marca Château de la Rivière produce cada año 350.000 botellas de vino tinto con denominación de origen Fronsac —menos conocida que sus hermanas Saint Emilion y Pomerol—. El castillo es un edificio del siglo XVI que fue adquirido en 2003 por James Grégoire a cambio de 12,5 millones. Tras invertir diez millones más en la reforma, según el diario Sud Ouest, Grégoire creía que Kok era el hombre indicado para cumplir su sueño, “convertir el castillo en un hotel de lujo”.

Una fatalidad repetida lo impidió. El anterior dueño del grupo, Jean Leprince, había fallecido en 2002 en un accidente de avión.

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