El fundador de Silk Road, condenado a cadena perpetua
Ross Ulbricht pasará el resto de su vida en prisión por crear una web donde se vendía droga y se podía lavar dinero
Ross Ulbricht pasará el resto de sus días en prisión. Y si tuviera otra vida, también. Una juez en Nueva York acaba de condenar al fundador del portal Silk Road a dos cadenas perpetuas. La web funcionaba como una especie de bazar electrónico donde se vendían drogas y se utilizaba de paso para lavar el dinero de las mafias metidas en el crimen organizado. Es un castigo sin precedentes en la lucha contra los delitos que se cometen a través de Internet.
Ulbricht, tiene 31 años de edad, ya fue considerado culpable el pasado mes de febrero por los delitos de narcotráfico, blanqueo de dinero, violación informática y otros cuatro cargos criminales. Entonces ya se vislumbró la posibilidad de que podía caerle la pena máxima, a la vista de la rapidez con la que el jurado popular concluyó sus deliberaciones. Y así ha sido. "Que quede claro. Nadie está por encima de la Ley", dijo la juez de distrito Katherine Forrets, "ahora debes pagar el precio".
La Ruta de la Seda, en su traducción literal del inglés, era una web oculta, muy sofisticada, lo que facilitaba que se pudieran realizar actividades ilícitas desde el anonimato. Ross Ulbricht fue presentado en el juicio como el “cabecilla” de esta trama utilizada por narcotraficantes de todo el mundo para mover sus productos y ofrecer servicios ilícitos, como la venta de números de tarjetas de crédito y licencias para conducir falsas o contenido audiovisual pirata.
La divisa de cambio en este mercado cibernético era la moneda virtual Bitcoin, cuya imagen se vio muy dañada por este caso de fraude masivo. Silk Road fue cerrada en octubre de 2013, tras casi tres años operando, mientras que Ulbricht era detenido en una biblioteca en San Francisco. La juez Forrest no compró así el argumento de la defensa, en el que se llegó a decir que el portal electrónico fue creado como un mercado para intercambiar libremente cosas.
Clemencia
Pero las pruebas presentadas durante el proceso revelaron que Ulbricht obtuvo un beneficio personal de 18 millones de dólares, casi el 10% del dinero ilícito que se movió en 1,5 millones de transacciones. El joven fundador de Silk Road, que se ocultó bajo el pseudónimo Dread Pirate Roberts, pidió clemencia en el momento de leerse la condena, pero la magistrada quiso con este severo castigo marcar un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado en Internet.
“Déjeme ver un atisbo de luz al final del túnel”, le imploró durante las tres horas de audiencia. Ulbricht se enfrentaba como mínimo a 20 años de cárcel. Pero la fiscalía solicitó una pena "sustancial" para evitar que otros siguieran sus pasos. El juicio en Manhattan duró tres semanas. El acusado no testificó en su defensa. Pese a que admitió ser el creador de Silk Road, negó haber gestionado la web directamente, porque la abandonó a los pocos meses de crearla.
Forrest admitió que Ulbricht no tiene el perfil del criminal tradicional, pero sí señaló que diseñó con sumo cuidado la trama y que quería que Silk Road quedara como su legado. "Así ha sido", concluyó al exponerle los motivos de su dura sentencia. "Los criminales deben entender las muy serias consecuencias" que acarrean estos delitos, apostilló. Junto a la condena de prisión, se impuso al acusado una pena financiera de 183 millones. Sus abogados piensan apelar.
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