Los socialistas portugueses anuncian un pacto de coalición de izquierdas
António Costa, líder del partido, presenta al presidente Cavaco una propuesta de tripartito con el Bloco de Esquerda y el PC
Tras dos semanas de negociaciones, el líder socialista portugués, António Costa, aseguró este martes estar en condiciones de gobernar con el apoyo de los comunistas y el Bloco de Esquerda, una alianza inédita en la democracia portuguesa. Costa presentó al presidente Aníbal Cavaco Silva una propuesta de tripartito que “expresa la voluntad de los portugueses” y garantiza la estabilidad parlamentaria. El ganador de las elecciones, sin mayoría absoluta, fue el conservador Passos Coelho, al que es probable que Cavaco encargue hoy la formación del Ejecutivo. La mayoría parlamentaria de izquierdas condenaría al fracaso su intento.
Tras entrevistarse con el presidente, el líder socialista Costa dijo haberle presentado una “solución alternativa” para toda la legislatura con el apoyo del Bloco y el PC. “No se nos ocurriría”, declaró el dirigente del PS, “tumbar un Gobierno de centroderecha si no tuviéramos una alternativa de mayoría. Una solución estable y, al mismo tiempo, que exprese la voluntad de los portugueses”.
Una mayoría insuficiente
La coalición de centroderecha PSD/CDS-PP, que gobernó en los últimos cuatro años con mayoría absoluta en Portugal, logró el pasado 4 de octubre un 38,6% de los votos y un total de 107 diputados.
Esa mayoría, sin embargo, no le garantiza gobernar, ya que la mayoría absoluta se sitúa en 116 escaños de los 230 que conforman el Parlamento.
El Partido Socialista, con el 32,3% de los sufragios, consiguió 86 diputados.
La posibilidad de concitar el apoyo de los 19 escaños del Bloco de Esquerda y los 17 de la coalición de comunistas y verdes se antojaba difícil por las diferencias ideológicas entre los tres partidos.
El escaño restante en liza correspondió a André Lourenço e Silva, del partido Personas-Animales-Naturaleza.
Si se cerrara este pacto de izquierdas, sería un hecho inédito en los 40 años de democracia del país, desde la caída de la dictadura. Tal alianza parecía además impensable hasta hace pocas semanas dadas las divergencias ideológicas históricas entre socialistas y comunistas.
Previamente, Cavaco Silva se había reunido con el ganador de las elecciones, el primer ministro en funciones Pedro Passos Coelho, de la alianza conservadora PSD-CDS, quien agitó el fantasma de la inestabilidad en el caso de que se formase un Gobierno de izquierdas, por su radical rechazo a las recetas de austeridad exigidas por la Unión Europea.
Sin embargo, tras la convocatoria electoral, Costa ha reiterado que un hipotético Ejecutivo dirigido por él respetará los compromisos internacionales de Portugal, como su pertenencia a la UE, a la eurozona y a la OTAN, y que sus dos posibles socios de izquierda radical aparcarían su rechazo al equilibrio presupuestario impuesto por Bruselas, así como su exigencia de renegociar una deuda pública que roza el 130% del PIB.
La posibilidad de un tripartito de izquierdas ha ido cobrando cuerpo día a día desde el 4 de octubre. En una réplica de Costa a un mensaje de Passos Coelho, el socialista dejó claro que nunca se le ha pasado por la cabeza apoyar a la actual coalición de centroderecha, que logró 107 diputados el 4 de octubre (nueve por debajo de la mayoría absoluta), frente a los 86 del PS, los 19 del Bloco y 17 del PC. La mayoría parlamentaria está pues en manos de la izquierda, el argumento que Costa más ha hecho valer en las negociaciones. Los tres partidos reúnen 122 escaños de 230.
El conservador Aníbal Cavaco Silva debe designar hoy a la persona encargada de formar el nuevo Ejecutivo, muy probablemente Passos Coelho, que enarbola como principal argumento para gobernar el hecho de que su coalición lograra el mayor porcentaje de votos en las urnas (el 38,6% de los sufragios), aun siendo incapaz de revalidar la mayoría absoluta de que gozaba desde 2011. En este caso, Passos deberá presentar su programa de gobierno en la Cámara, donde será rechazado por la mayoría de izquierdas.
Dos posibilidades
Entonces se abren dos posibilidades: repetición de las elecciones con el actual Gobierno en funciones —no antes del próximo mayo— o dar el mandato a Costa, con lo que el país no tendría nuevo Gobierno hasta diciembre.
Con su anuncio del tripartito de izquierdas, el líder socialista desestima definitivamente todas las concesiones de la coalición conservadora, en especial la del líder del derechista CDS, Paulo Portas, que renunció a ser el número dos de un hipotético Ejecutivo, aunque al hacerlo se despachara a gusto con Costa. “En estos momentos, debe primar el interés de la nación sobre intereses personales”, sentenció, en referencia al supuesto apetito de poder del socialista. Lo cierto es que desde el 4 de octubre tanto Passos Coelho como Costa han reivindicado el título de primer ministro.
La líder del Bloco de Esquerda, Caterina Martins, coincidió con Costa en que la previsible designación de Passos Coelho como primer ministro sería “una pérdida de tiempo” y anunció que el tripartito quedará formalizado en cuestión de días.
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