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La (supuesta) rabieta de los hijos de El Chapo

Dos cuentas de Twitter supuestamente asociadas a los vástagos de Joaquín Guzmán Loera lanzan mensajes de enfado a la red

Pablo Ferri
Joaquín Guzmán Loera, tras ser arrestado.
Joaquín Guzmán Loera, tras ser arrestado. Eduardo Verdugo (AP)

Parece que los 15 minutos de fama de los que hablaba Andy Warhol se alargan para los hijos de Joaquín Guzmán Loera. Desde la fuga del narcotraficante del penal del Altiplano el pasado julio, los medios de comunicación mexicanos escrutan los mensajes de dos cuentas de Twitter que manejan supuestamente sus muchachos. Incluso se ha llegado al extremo de criticar al Gobierno mexicano –criticable en muchos aspectos, pero difícilmente en este– por haber ignorado los avisos de uno de los hijos, Iván Archivaldo Guzmán, días y meses antes de la fuga. Avisos tan ambiguos como “Todo llega para quien sabe esperar”, publicado un día antes de la evasión de El Chapo en julio.

Ahora, los focos apuntan de nuevo a los perfiles virtuales de Iván Archivaldo y Alfredo, aunque de momento parece imposible afirmar su autenticidad. En todo caso, sus mensajes componen una de las líneas argumentales de la telenovela del momento, la primera que sucede en la realidad antes que en la ficción de la pequeña pantalla.

El sábado, Alfredo tuiteó la foto que ha publicado la revista Rolling Stone en la que aparece su supuesto padre con el actor Sean Penn, chocando las manos, el primero con su camisa de seda turquesa –marca chico's, colección verano 2009, de acuerdo a la bloguera estadounidense Molly Ephraim– y el segundo con una mirada que vende algo parecido a la honestidad. “Aunque bajito pero siempre con la mejor postura”, escribe Alfredo, que en su imagen de portada muestra una flota de camionetas de lujo. Iván Archivaldo retuiteó el mensaje de su supuesto hermano.

Tanto uno como otro atesoran una legión de seguidores en Twitter, pero entre ambos apenas siguen dos docenas de cuentas. Iván sigue la supuesta cuenta de su papá –@ElChap0Guzman, claro–, la del cartel de Sinaloa -@CartelDSinaloa, Empresas Guzmán- y la de la actriz Kate del Castillo, que según Rolling Stone facilitó el encuentro entre El Chapo y Penn. Alfredo sigue por su parte a sus hermanos, a su papá y a su novia. Kate del Castillo no sigue a ninguno de los dos.

El día de la detención de El Chapo, Iván retuiteó un mensaje amenazante de Alfredo: “Por las buenas puedo ser un Santo, pero por las malas soy veneno y el Gobierno sabrá de los Guzmán muy pronto”. Al día siguiente, Iván execraba la actitud del Ejecutivo mexicano, por tratar a su papá como a un trofeo, la piel del leopardo: “Ven a mi padre como un trofeo cuando el trofeo debería ser acabar con los secuestradores extorsionadores y el hambre pinche Gobierno de mierda”. Aunque aparece en la parte de abajo de la lista, El Chapo es uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes. Como muestra de ello, el narcotraficante alardeó de su poder en Rolling Stone: “Suministro más heroína, cocaína y marihuana que nadie en el mundo”. No resulta descabellado pensar que “Empresas Guzmán” podría paliar en parte el hambre que sufre México, de acuerdo a las palabras de Iván, sin que sus finanzas sufrieran demasiado.

Dos mensajes publicados estos días podrían generar la enésima disputa argumentativa en los círculos mediáticos mexicanos. El sábado, Alfredo escribió: “Y como dijo mi apa… Mientras yo falte, está @IvanArchivaldo para respetarle, así que habiendo vida hay esperanza plebes”. Horas después, su supuesto hermano contestaba: “El Gobierno como el perro mal agradecido, siempre muerde la mano que le da de tragar”. ¿Asume Iván el mando del cártel de Sinaloa? ¿La portavocía? ¿Qué hay de personajes como El Mayo Zambada y El Azul, narcofantasmas inatrapables de Sinaloa S.A.? ¿Sugiere el mensaje de Iván que Sinaloa y el Gobierno mexicano han alcanzado acuerdos puntuales? Queda pendiente saber si los hijos virtuales de El Chapo son, en verdad, los hijos de El Chapo.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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