El Supremo brasileño suspende temporalmente al presidente del Senado, acusado de corrupción
La Fiscalía apunta que Renan Calheiros recibió sobornos de una constructora
Un juez del Tribunal Supremo de Brasil ha suspendido este lunes temporalmente al presidente del Senado, Renan Calheiros — del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB)—. La medida se ha tomado días después de que el Tribunal iniciara un proceso contra Calheiros por malversación de fondos públicos, que prevé una pena de 2 a 12 años de prisión y tiene su origen en la petición que un pequeño partido, Rede, había presentado contra Calheiros. En ella, se pedía la suspensión del presidente y, además, que el mismo no pueda permanecer en la línea de sucesión a la presidencia de Brasil. El mismo lunes, el magistrado Marco Aurélio de Mello aceptó la petición.
Como no era la única petición de Rede ante el Tribunal Supremo, seis magistrados ya habían considerado que un diputado que esté siendo juzgado en una acción penal no puede ser presidente del Senado o de la Cámara de los Diputados. El partido solicita que el Supremo declare que los diputados que están siendo juzgados tampoco pueden estar en la línea de sucesión de la Presidencia.
El partido Rede también argumenta que la petición tiene que ser analizada con urgencia, antes de que el Senado cierre por las vacaciones de Navidad el 20 de diciembre. En caso contrario, la decisión solo se tomará tras el fin del mandato de Calheiros, el 1 de febrero, que es también cuando terminan las vacaciones del Tribunal.
Una situación parecida a la de Calheiros fue la que vivió el que fuera presidente de la Cámara de los Diputados Eduardo Cunha tras ser acusado en el caso Petrobras. En mayo, el partido Rede solicitó al STF que se suspendiera a Cunha del cargo de presidente de la Cámara de los Diputados, con el mismo argumento. Tres días después, la petición se sometió al pleno de 11 magistrados del Supremo, que aceptaron una medida provisional concedida por el magistrado Teori Zavascki y suspendieron a Cunha por unanimidad. En septiembre, la Cámara destituyó a Cunha por carecer de la categoría moral para ostentar el cargo de presidente, por 450 votos a favor, 10 en contra y 9 abstenciones.
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