La posible detención de Cristina Fernández divide al arco político de Argentina
La discusión por el desafuero de la expresidenta podría definirse en tres meses
El Congreso de Argentina apenas tomó juramento de los legisladores elegidos en octubre en la última semana. Sin embargo, y antes de que las nuevas cámaras comiencen a sesionar, podrían surgir alteraciones de peso, sobre todo en lo concerniente a la figura procesal de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, elegida senadora nacional por más de tres millones de votos y sobre quien pesa un pedido de desafuero y posterior detención en una causa que investiga el encubrimiento al atentado de la mutual judía AMIA, que en 1994 se cobró 85 vidas.
La orden del juez Bonadio se firmó en una jornada especial, en el último día hábil antes de la conformación de las nuevas comisiones parlamentarias y con el Senado en receso desde el 30 de noviembre, lo que posterga hasta marzo la discusión entre los bloques. Todos esperan que Fernández corra la misma suerte que Julio De Vido, exministro de Planificación, detenido desde octubre, minutos después de que el Congreso votara su desafuero.
Sin embargo, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, hombre de confianza del presidente Mauricio Macri, lanzó una advertencia en su cuenta de Twitter apenas se conoció el pedido de desafuero por parte del juez Bonadio. “Cuando entre el pedido de desafuero lo analizaremos con seriedad y responsabilidad. No se trata de hacer política partidista sino de que funcionen las instituciones bien. Ese es el cambio”, escribió.
En el mismo sentido fue Luis Naidenoff, senador por el partido oficialista Cambiemos y uno de los que pidieron con énfasis la detención de la expresidenta cuando todavía no había sido aforada. “Tenemos que ser serios institucionalmente, lo cierto es que no contamos con los suficientes elementos ahora para tratar el pedido”, expresó en declaraciones radiales. Naidenoff también señaló un escollo que merecerá una discusión aparte: quien comandará la comisión de asuntos constitucionales del Senado, un recinto clave para tratar la destitución, pero que está en manos del kirchnerismo hasta el próximo domingo.
Desde el kirchnerismo calificaron el combo de detenciones y procesamientos como una “cacería judicial”. La abogada del exCanciller Héctor Timerman, otro de los implicados, y apoderada del partido Unidad Ciudadana, Graciana Peñafort consideró que “no hay bases sólidas sobre las cuáles pedir la preventiva ni para la ex presidenta ni para él (por su cliente)”.
“Quieren aniquilar a la oposición. Esto es persecución política y el responsable es Mauricio Macri”, lanzó Agustín Rossi, recientemente designado jefe de bloque del Frente para la Victoria (FPV) en Diputados. “Son ellos los que están traspasando todos los límites institucionales. El Memorándum con Irán, causa que desata la cacería de Bonadio del día, tuvo aprobación en el Congreso de la Nación”, recordó Rossi. Juan Cabandié, diputado del mismo bloque, señaló que “la mafia del gobierno y el poder judicial, nos meterán a todos presos por ser opositores” y acusó que las detenciones son “para desviar las críticas por la baja de las jubilaciones”.
El exministro del Interior de Cristina Fernández y rival en las últimas elecciones retuiteó un mensaje que publicó en 2015, cuando la expresidenta fue imputada por Bonadio y que dice: "La imputación a @CFKArgentina por un memorándum que fue público y ratificado por el parlamento nacional es absolutamente un disparate".
Las repercusiones traspasaron las fronteras de Argentina. El expresidente de Ecuador, Rafael Correa coincidió con estas voces al publicar en Twitter que las detenciones representan “La judicialización de la política. El mismo libreto en todos lados: Dilma, Lula, Jorge Glas, Cristina. Y los traidores no pierden la ‘esperanza’ de que pronto sea yo. El verdadero ‘delito’: haber dado justicia y dignidad”.
La misma preocupación demostraron algunos intendentes peronistas a través de un comunicado en el que expresan: “La democracia se sostiene en el disenso y la pluralidad de voces. Por eso, la justicia debe actuar de manera independiente, buscando siempre la verdad, no como herramienta de persecución política. Estamos convencidos que la voz de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner será fundamental en el Senado y reiteramos que el Poder Judicial debe ser una garantía para que esto suceda, no un instrumento utilizado para callar y limitar la democracia”.
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