El éxodo de los jóvenes alarma a Marruecos
Más de 6.000 migrantes sin papeles del país magrebí han sido identificados este año en las costas españolas, a las que llegan empujados por el desempleo y la represión
La semana pasada, comenzó a circular en las redes un vídeo que tiene a la sociedad marroquí en vilo. Varios jóvenes que se bañaban en una playa de Tánger —pronto se supo que era la de Sidi Kankouch, a 14 kilómetros de la ciudad— eran invitados a subirse en una lancha motora para viajar a España. En las imágenes se aprecia cómo decenas de marroquíes suben con el bañador, sin más, rumbo a Tarifa. Y dejan el país encantados, entonando cánticos de fútbol. Los que conducen la lancha les conminan a mirar a la cámara antes de saltar a la orilla, en España. Días después apareció otro vídeo. Y en este se ven mujeres y niños. Las escenas recuerdan a las que se vivían en 2001 y 2002, cuando los marroquíes hacían cola para jugarse la vida en el Estrecho. Y muchos fallecían en el intento.
El ministro portavoz del Gobierno de Marruecos, Mustafa el Jalfi, minimizó el pasado jueves el impacto de estas grabaciones y negó que hayan traído como resultado más intentos de marroquíes de emigrar hacia Europa. Frontex, la agencia de control de fronteras de la UE, señala que el número de inmigrantes que alcanzaron las costas de España en 2017 desde el norte de África fue de 22.900. De ellos, casi el 40% eran argelinos y marroquíes. El informe más reciente del Ejecutivo español, publicado el pasado día 15, señala que en lo que va de año han llegado a las costas españolas 33.215 inmigrantes irregulares. Fuentes del Ministerio del Interior indicaron a EL PAÍS que de estos, 6.433 son marroquíes.
En uno de los vídeos que han causado revuelo se observa en plena mar, subidos a una pequeña embarcación, a tres activistas rifeños indultados en agosto por el rey Mohamed VI. Entre otros cánticos, coreaban: “Muerte con dignidad, antes que vivir humillados”, según recoge la agencia Efe. La palabra jarraga (sin papeles, en el dialecto árabe marroquí) vuelve a flotar en los cafés, en la medina, en las conversaciones de los vagones de tren. Y, por supuesto, en Internet. A finales de agosto de 2017 apareció una página en Facebook que pedía 7.000 dírhams (635 euros) para cruzar el Estrecho. Los jóvenes de Nador, ciudad rifeña fronteriza con Melilla, se hicieron mucho eco de esa página.
Un columnista del diario en árabe Al Alam escribía el pasado martes: “Nuestro Gobierno mira el asunto de la migración clandestina desde un enfoque policial y lo utiliza en el equilibrio de la balanza de sus relaciones con la Unión Europea, sin tener en cuenta el aspecto humanitario y social de estos vídeos y escenas trágicas que tocan la fibra sensible de los marroquíes”.
"Una causa determinante de este éxodo ha sido represión de las protestas de Alhucemas", dice el miembro de una ONG que trabaja con migrantes
España y Marruecos firmaron un acuerdo de devolución en 1992 que entró en vigor en 2012. Pero ese acuerdo solo afecta a inmigrantes de terceros países. Las devoluciones de marroquíes se rigen por acuerdos bilaterales. ¿Cuántos de esos 6.433 migrantes han sido devueltos? “Muchos”, responde una fuente policial sin más precisiones. Un miembro de una ONG, que prefiere preservar el anonimato, indica que en el país magrebí predomina la idea de que las autoridades españolas no están devolviendo a muchos jarragas. “Hace varios meses que estamos percibiendo la salida masiva de marroquíes. Quienes trabajamos sobre el terreno lo sabemos porque nos lo cuentan los propios subsaharianos. Nos dicen que mientras a ellos los detienen, la Marina Real deja el paso libre a los marroquíes”, afirma.
Sobre las posibles causas del éxodo, hay varias hipótesis. Mohamed VI dedicó al problema del desempleo juvenil la mayor parte de su último discurso, el 20 de agosto: “No es razonable que, de cada cuatro jóvenes, uno esté en el paro, a pesar del nivel de desarrollo económico que por lo general conoce Marruecos. (…) Debemos ofrecerles cosas concretas, en la enseñanza, en el trabajo y en la sanidad, etc. Pero antes que nada debemos dejar abiertas ante los jóvenes las puertas de la confianza y de la esperanza en el futuro”.
Servicio militar
Ese mismo día, el Palacio Real emitió un comunicado en el que anunciaba la vuelta al servicio militar obligatorio, suspendido desde 2006, para todos los hombres y mujeres entre 19 y 25 años. Se aprobó por decretó ley y el debate parlamentario, que se prevé para los próximos días, quedó como un mero trámite. La iniciativa del Palacio no ha despertado precisamente una ola de entusiasmo entre la juventud. “Esa ha sido la gota que colma el vaso”, indica un joven que prefiere no dar su nombre. “Pero lo cierto es que el paro es muy alto, los precios de la comida y el combustible suben y los salarios siguen igual de bajos”.
“Una causa determinante y clave en este éxodo”, señala otro miembro de una ONG, “ha sido la represión de las protestas de Alhucemas. Primero, porque muchos de los que parten lo hacen desde el Rif, son rifeños que han visto frustradas todas sus esperanzas de vivir mejor. Y segundo, porque la represión brutal de esas protestas ha enviado un mensaje muy claro al resto del país. Si metes en la cárcel a un niño de 14 años por salir a la calle a protestar, estás dejando a los jóvenes sin salida”.
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