Los Verdes austriacos recuperan su espacio impulsados por la lucha contra el cambio climático
Las encuestas auguran al partido en torno al 12% de los votos tras su salida del Parlamento en 2017
Decenas de miles de personas han participado este viernes en manifestaciones por toda Austria para exigir que se actúe ya para frenar el cambio climático. Las cifras récord de manifestantes en muchas ciudades, según los medios del país, son una muestra de la fuerza que ha ganado en los últimos meses la lucha contra el calentamiento global, que se sitúa ahora por delante de la migración en la preocupación ciudadana, según el Eurobarómetro de la primavera pasada. Como ha ocurrido en otros países, el debate del clima ha dado bríos a Los Verdes austriacos, que tras superar una crisis interna y cambiar de liderazgo se preparan para regresar al Parlamento en las elecciones anticipadas de este domingo.
Las encuestas les dan en torno al 12% de los votos, por lo que volverían a los niveles de apoyo anteriores a su salida del Parlamento, que abandonaron en 2017 tras una estrepitosa caída hasta el 3,8%, en parte por el portazo de un histórico del partido, Peter Pilz, que se presentó con una lista propia y sí superó el listón para formar grupo parlamentario. En esta ocasión, con Werner Kogler a la cabeza, Los Verdes recuperan su fuerza -entraron por primera vez en 1986- y Pilz tiene difícil mantenerse en el hemiciclo. Pero Kogler, economista y jurista de 57 años, no ha dejado de usar la coletilla de “si entramos en el Parlamento” en cada intervención ante el temor de que los electores den por hecha la predicción de los sondeos y no lleven la papeleta verde a las urnas.
“Hemos aprendido de nuestros errores”, afirma el partido, que ha lanzado el hashtag #Comeback y pide el voto “para un camino común con más protección del medio ambiente, justicia y decencia” tras dos años de Gobierno conservador.
“Hay muy buen ambiente y gente nueva en el partido, que se ha abierto más a la sociedad civil”, asegura Alma Zadic, abogada de 35 años y número 5 de la lista verde. El fracaso de la coalición entre democristianos (ÖVP) y ultraderecha (FPÖ) a raíz del caso Ibiza, que arrojó sospechas de corrupción sobre estos últimos, también ha incrementado las ansias de “cambiar las cosas para que no se vuelva a repetir lo que ha pasado en los dos últimos años” de Gobierno, en los que se han dado pasos atrás, opina Zadic. “Se ha notado que faltaban Los Verdes en el Parlamento. Hacen falta buenas medidas para el clima y la justicia social”, añade la candidata.
Con el debate climático en auge, y Los Verdes tradicionalmente bien situados en este tema, el resto de partidos se ha subido al carro de las propuestas medioambientales para competir con los ecologistas por el voto preocupado con el calentamiento global. Además, en las últimas sesiones parlamentarias se han aprobado nuevas medidas medioambientales y este miércoles todos los partidos, salvo el ultraderechista FPÖ, han apoyado la declaración de emergencia climática, que conmina al próximo Gobierno a actuar con más contundencia para que Austria cumpla con los objetivos europeos de reducción de emisiones.
"Os queremos ver actuar ya"
Pancartas con variedad de mensajes, música y eslóganes imaginativos amenizaron este viernes la manifestación para cerrar la semana de movilizaciones por el clima en Viena y otras ciudades austriacas. Los organizadores (Fridays for Future) estimaron en 150.000 los asistentes a la huelga climática (la policía calculó 65.000). “Os queremos ver actuar ya”, ha sido uno de los mensajes dirigidos a la clase política. “Espero de este día que nos presten atención. Con las vacaciones de verano pensé que el movimiento decaería, pero no es así”, afirmó Lucía K., estudiante de 26 años, en las inmediaciones del Karlsplatz en Viena con una pancarta que decía: “Estoy tan enfadada que hasta llevo un cartel”. A su primera manifestación por la lucha contra el cambio climático acudió Sofía M., de 14 años, que pedía “que se use menos plástico”. Muchos escolares acudieron con sus compañeros de clase y un profesor, ya que en Viena y otras regiones se decidió encuadrar la participación en una actividad escolar.
Por su cuenta con un par de amigas se sumó Felix H., de 13 años, que se apuntó como animador de la manifestación y se paseó megáfono en mano “para gritar los eslóganes”. Para Félix, escéptico con los políticos, sería importante imponer un impuesto a las emisiones de CO2 “y hacer mucho más caro volar”. La pancarta más pequeña probablemente la llevó Benedikt H., estudiante de 29 años, apenas unos centímetros cuadrados de cartón en los que había escrito: “Usad menos papel”.
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