Grecia anuncia que suspende durante un mes el derecho a pedir asilo
La medida de Atenas llega en plena tensión fronteriza con Turquía
La tensión en las fronteras entre Grecia y Turquía ha continuado este domingo, por tercer día consecutivo, y las patrullas del Ejército griego han impedido la entrada de miles de migrantes por tierra, a la vez que han aumentado las llegadas por mar, con medio millar de personas arribando este domingo, el mayor número en lo que va de año. Atenas ha anunciado que suspende el derecho a pedir asilo durante el próximo mes.
El portavoz del Gobierno griego, Stelios Petsas, ha asegurado después de una reunión del gabinete de crisis que esta presión en las fronteras está “dirigida e incentivada por Turquía”. “Estas acciones violan las obligaciones derivadas de la declaración conjunta entre la Unión Europea y Turquía. En lugar de restringir las redes de tráfico de refugiados y migrantes, Turquía se ha convertido en traficante”, ha afirmado Petsas.
El portavoz ha anunciado que aquellos que entren a Grecia en marzo no tendrán derecho a solicitar asilo y que todos los que ingresen irregularmente serán devueltos con la mayor brevedad a sus países.
Con ayuda de drones equipados con cámaras térmicas y perros militares, la policía fronteriza griega pudo evitar la entrada al país a unas 5.500 personas que lo intentaron a través de la frontera septentrional junto al río Evros. Durante la noche del sábado lo habían intentado casi 10.000.
La tensión llevó a migrantes atrapados en tierra de nadie —a los que la policía fronteriza turca había dejado pasar —a lanzar piedras, madera y otros objetos a las patrullas griegas, que respondieron con cañones de agua, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
Por su parte, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), organismo de la UE, ha indicado este domingo que ha subido “el nivel de alerta para todas las fronteras con Turquía a elevado”, según un comunicado. Frontex supervisa la situación en las fronteras con Turquía de Grecia y Bulgaria.
Hasta mediados de febrero habían llegado a Grecia casi 6.130 migrantes, de los cuales más de 4.700 lo hicieron a tres islas —Lesbos, Quíos y Samos—, según datos de Acnur. Las autoridades de Lesbos han solicitado este domingo al Gobierno central el envío de cuatro embarcaciones para sacar inmediatamente de la isla a 5.000 personas.
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