Lula decreta exenciones fiscales para los que ganan menos y sube el salario mínimo en Brasil

El 40% de los brasileños que pagaron impuesto de la renta el año pasado no tendrán que hacerlo en esta campaña gracias a un decreto firmado este domingo, víspera del Día de los Trabajadores, por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que forjó su carrera como líder sindical. El mandatario anunció en un discurso televisado una exención de impuestos para los contribuyentes de rentas más bajas. Quien gane menos de 2.640 reales mensuales (480 euros, 530 dólares) queda exento de declararlos. Reveló también Lula que el salario mínimo subirá 20 reales, hasta los 1.320 (240 euros, 265 dólares). El líder de la izquierda brasileña ha participado este lunes en los actos del Primer de Mayo en São Paulo, donde ha defendido la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

Ambas medidas son de amplio impacto y refuerzan el perfil izquierdista de un Gobierno al que sostiene principalmente el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. La exención de pagar el impuesto de la renta afecta a 13 millones de contribuyentes. Y el incremento del salario mínimo impacta directa o indirectamente a un 25% de los brasileños, según los cálculos del diario O Globo en base a datos oficiales.

Horas después de que Lula anunciara esta bajada de impuestos, su antecesor Jair Bolsonaro, de extrema derecha, ha protagonizado su primer acto público en Brasil desde que dejó la Presidencia y regresó hace un mes de Estados Unidos. El expresidente, aclamado por sus seguidores, ha participado de una de las mayores ferias agrícolas del país junto al gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, el bolsonarista con más opciones de sucederle en el liderazgo de la derecha si fuera inhabilitado para concurrir a las próximas elecciones. “Somos un gran país y podemos ser una superpotencia agrícola”, ha proclamado el expresidente, informa Reuters.

El Agrishow de Riberão Preto (a 300 kilómetros de São Paulo) invitó a Bolsonaro al tiempo que retiró el convite al ministro de Agricultura. El sector agrario es el motor de la economía brasileña y uno de los sectores que apoya de manera más compacta al líder ultraderechista.

Las investigaciones judiciales de las que es objeto han tenido a Bolsonaro bastante ocupado desde que volvió de Florida. Ya ha tenido que prestar declaración ante la policía sobre su papel en el asalto golpista de Brasilia y sobre las joyas saudíes de las que intentó apropiarse.

El anunció fiscal de Lula es un gesto hacia una franja del electorado que se le resiste porque en los últimos años se ha escorado a la derecha, pero al mismo tiempo es una presión añadida a las cuentas públicas cuando el Congreso todavía no ha aprobado la nueva regla de gasto propuesta por el Gobierno en sustitución del techo de gasto que Jair Bolsonaro se saltó reiteradamente.

El Gobierno pretende compensar el impacto de la exención fiscal a los salarios más bajos en las arcas públicas gravando los beneficios de las inversiones en el extranjero realizadas a través de aplicaciones.

Con esta exención y la pequeña subida del salario mínimo, el líder de la izquierda brasileña pretende que los trabajadores dispongan de más dinero para gastar y estimular la economía en un momento en que los tipos de interés están al 13,75%.

El presidente recalcó en su intervención televisada su compromiso de que, para el fin de su mandato en 2026, quede exento de la renta todo salario inferior a los 5.000 reales mensuales. Fue una de sus grandes promesas electorales, así como incrementar cada año el salario mínimo por encima de la inflación, cosa que no ocurrió durante todo el mandato Bolsonaro.

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