El líder de la CDU causa una tormenta política en Alemania al sugerir una colaboración con los ultras en el ámbito local
Friedrich Merz rectifica ante al aluvión de críticas, también de sus propias filas, tras sembrar dudas en torno al cordón sanitario contra AfD
El presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana, Friedrich Merz, ha provocado una tormenta en la escena política alemana al sembrar dudas, en una entrevista emitida por televisión el domingo, sobre el cordón sanitario frente a la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD). Sus declaraciones en torno a una posible cooperación a nivel local con los ultras una vez son elegidos para dirigir un ayuntamiento o distrito, han sido criticadas este lunes en el seno de su propio partido y por el resto de formaciones. Al final, ante el aluvión de réplicas, Merz se ha visto obligado a rectificar y asegurar que no habrá colaboración con AfD.
Merz afirmó que “los parlamentos locales tienen que buscar modos de dar forma a la ciudad y al distrito” y que allí donde es elegido un alcalde o administrador local de ultraderecha “es natural” que se tengan que explorar salidas para poder trabajar. “No hace falta decir que tenemos la obligación de aceptar el resultado de unas elecciones democráticas”, añadió el líder de la CDU, que asumió la presidencia del partido en enero de 2022 y calibra si derechizarlo asumiendo temas de los radicales o mantenerse en el centro representado por la herencia de la excanciller Angela Merkel.
Las declaraciones de Merz a la cadena ZDF han suscitado un amplio rechazo en el seno de la CDU y también en el resto de los partidos políticos, que han mantenido hasta ahora un férreo cordón sanitario frente a los ultras. “AfD solo conoce el ir a la contra y la división”, escribió en Twitter el alcalde gobernante de Berlín, el conservador Kai Wegner (CDU). “¿Dónde se supone que puede haber cooperación? La CDU no puede trabajar junto a un partido cuyo modelo de negocio es el odio, la división y la exclusión”, añadió.
El primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU, el partido hermano de la CDU), reiteró que su partido rechaza cualquier colaboración con AfD, sin importar en el nivel político. “Esto se debe a que AfD es antidemocrática, de extrema derecha y divide a nuestra sociedad”, escribió en Twitter el líder del partido bávaro. “Esto no es compatible con nuestros valores”.
La experta en política de defensa del partido Liberal (FDP), Marie-Agnes Strack-Zimmermann, por su parte, escribió en la misma red social: “La política local es la cuna de nuestra democracia. Es precisamente aquí donde no debe caer el cortafuegos contra la antidemocrática AfD. Porque de lo contrario caerá aún más en los niveles legislativos. Quien, como jefe de partido y de grupo parlamentario, doblega tanto la decisión de su propio partido a favor de AfD demuestra que no tiene ningún interés en cargos más altos”, lanzó como dardo contra Merz.
Las críticas también llovieron desde la izquierda. El secretario general del SPD, Kevin Kühnert, consideró una “ruptura del tabú” la declaración del líder de la CDU. Ha llegado el momento de una “disputa direccional en la CDU”, dijo Kühnert este lunes en el programa Morgenmagazin de la ZDF. El socialdemócrata consideró que Merz intenta cambiar el rumbo de la CDU a partir de una “argumentación totalmente quebradiza”.
Las declaraciones de Merz se producen tras las recientes victorias de AfD en una comarca en el sur de Turingia y la primera alcaldía que consigue el partido, en el Estado federal de Sajonia-Anhalt. El jefe de filas de la CDU reafirmó recientemente su compromiso con el cordón sanitario contra los ultras en un encuentro con corresponsales extranjeros, en el que aseguró que “la distancia y la incompatibilidad de la cooperación [con AfD] son claras y no negociables”. La CDU no va a colaborar con AfD a ningún nivel, ni federal ni estatal, ha repetido en numerosas ocasiones Merz.
La dirigente del Partido Verde Ricarda Lang también le criticó: “Primero reduce este partido a una alternativa mejor para Alemania y ahora desmonta un poco el cortafuegos, que incluso la CDU/CSU ha invocado repetidamente”. Lang hacía referencia a otra polémica intervención de Merz la semana pasada, cuando desconcertó a su propio partido al decir que debía ser “una alternativa para Alemania con sustancia”, una expresión que incluye el nombre del partido ultra.
Según Dietmar Bartsch, líder del grupo parlamentario de La Izquierda, el “cortafuegos” a AfD, que el propio Merz ha formulado en repetidas ocasiones, tiene ahora “enormes agujeros”. “Es cuestión de tiempo que se derrumbe”, auguró Bartsch en el periódico Tagesspiegel.
La ultraderecha, mientras, ha visto en las controvertidas declaraciones una suavización de la anterior prohibición de cooperación. “Ahora caen las primeras piedras del cortafuegos”, escribió en Twitter el colíder nacional de AfD, Tino Chrupalla. “En los Estados federados y en el Gobierno federal derribaremos juntos el muro”, vaticinó.
La sucesión de reproches y críticas, también internas, ha llevado finalmente al líder de los conservadores a reaccionar con este tuit: “Para dejarlo claro una vez más. Nunca he dicho otra cosa: la resolución de la CDU es válida. Tampoco habrá cooperación con AfD a nivel municipal”.
AfD ha experimentado un aumento espectacular en los últimos meses en las encuestas de opinión, hasta convertirse incluso en la segunda fuerza política del país en intención de voto, por delante del Partido Socialdemócrata del canciller, Olaf Scholz, y tan solo a cuatro puntos de distancia de la CDU. AfD ronda el 22% de intención de voto, un récord reflejado en un sondeo de la encuestadora Insa publicado el pasado domingo por el diario Bild. En ese sondeo la CDU alcanzaría un 26%.
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