El senador Mitt Romney anuncia su retirada y pide que Trump y Biden den paso a una nueva generación
El parlamentario mormón fue candidato presidencial republicano y votó a favor de la destitución de Trump en los dos ‘impeachments’
Mitt Romney, senador por Utah que fue candidato presidencial republicano en las elecciones de 2012 frente a Barack Obama, ha anunciado este miércoles que no se presentará el año próximo a la reelección. Romney, de 76 años, ha aprovechado el mensaje de su retirada para llamar a “una nueva generación de líderes” en Estados Unidos, señalando expresamente al actual presidente, Joe Biden, de 80 años, y a su antecesor, Donald Trump, de 77, que son los favoritos para ser los candidatos de los dos grandes partidos en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024.
A través de un vídeo publicado en su cuenta de X, antes Twitter, Romney ha señalado los casi 85 años que tendría al final de otro mandato de seis años si se presentase a la reelección. “Francamente, es hora de una nueva generación de líderes. Ellos son los que tienen que tomar las decisiones que darán forma al mundo en el que vivirán. Ahora nos enfrentamos a retos críticos, la creciente deuda nacional, el cambio climático y los ambiciosos autoritarios de Rusia y China”, ha dicho antes de citar a los dos favoritos a la nominación presidencial.
“Ni el presidente Biden ni el expresidente Trump están liderando a sus partidos para afrontar esos problemas. En cuanto al déficit y la deuda, ambos hombres se niegan a abordar los subsidios, aun sabiendo que representan dos tercios del gasto federal. Donald Trump dice que el calentamiento global es un engaño y el presidente Biden ofrece soluciones para sentirse bien que no cambian en nada el clima mundial. En cuanto a China, el presidente Biden invierte poco en el ejército y el presidente Trump invierte poco en nuestras alianzas, motivaciones políticas que a menudo impiden las soluciones que exigen estos retos”, ha atacado, para concluir: “La próxima generación de líderes debe llevar a Estados Unidos a la siguiente etapa de liderazgo mundial”.
Romney tendrá 78 años cuando acabe su actual mandato. En Estados Unidos son frecuentes los casos de congresistas y senadores que se eternizan en sus cargos incluso cuando el declive físico y mental es evidente. El senador, que acumula 25 años de servicio público, no quiere ser uno de ellos. El estado de Utah es marcadamente republicano, con lo que el partido tiene casi garantizado imponerse en las elecciones del año próximo. Sin embargo, era probable que en las propias filas republicanas le surgiera competencia, dado que Romney fue uno de los primeros en enfrentarse a Trump.
Fue el único senador republicano que votó a favor de condenar al entonces presidente en su primer impeachment, por presionar al Gobierno de Ucrania desde la Casa Blanca para desacreditar a Joe Biden, que sería su rival electoral. En realidad era la primera vez en la historia que un senador votaba condenar a un presidente de su partido. Además, fue también uno de los siete senadores republicanos que consideraron culpable a Trump en el segundo impeachment, por incitación a la insurrección el 6 de enero de 2021, día del asalto al Capitolio.
Romney es un conservador tradicional, mormón como la mayoría de la población de su estado, de los que no se sienten identificados con los modos y maneras populistas de Trump. Su asiento queda libre y será disputado en las primarias republicanas.
Multimillonario cofundador de Bain Capital, logró prestigio como presidente y director ejecutivo del Comité Organizador de Salt Lake (Utah) para los Juegos Olímpicos de Invierno 2002. Consiguió que una organización plagada de escándalos y sobornos acabase con un éxito que sirvió de escaparate mundial para Salt Lake City.
Derrotado por Obama
Logró ser elegido gobernador de Massachusetts en 2002 desde donde buscó la nominación republicana para las elecciones presidenciales de 2008. Perdió ante John McCain, pero repitió en las siguientes elecciones y ganó la nominación para 2012. Fue derrotado por Barack Obama, que se presentaba a la reelección, pero no logró deshacerse de su imagen de multimillonario al margen de las preocupaciones de los ciudadanos.
Se enfrentó a Trump desde el principio, señalando en 2016, que el entonces candidato era “un farsante, un fraude” y que no estaba capacitado para ser presidente. Luego aceptó el respaldo de Trump durante las primarias para su candidatura al Senado en 2018, pero también prometió en un artículo de opinión ese año que “continuaría hablando cuando el presidente diga o haga algo que sea divisivo, racista, sexista, antiinmigrante, deshonesto o destructivo para las instituciones democráticas”.
En el Senado ha sido de los republicanos dialogantes y moderados dispuestos a llegar a acuerdos con los demócratas. “En contra de muchas expectativas, disfruto mucho de mi trabajo en el Senado. Los últimos años han sido especialmente productivos, ya que he podido ayudar a liderar y negociar la ley bipartidista de infraestructuras, un amplio proceso de estrategia para China, protecciones para la libertad religiosa, una ley de compromiso sobre la seguridad de las armas, la reforma de la ley de cuentas electorales y la financiación de emergencia del covid”, ha dicho en su vídeo de este miércoles.
Su disposición al pacto la demuestra que fue uno de los sorprendentes apoyos a la ley que blindó el matrimonio entre homosexuales. Las cautelas que introdujo la ley y que permitieron el apoyo mormón consistieron en un reconocimiento expreso de la libertad religiosa que evita que se pueda obligar a las iglesias a celebrar esos matrimonios homosexuales y que la blinda de perder exenciones y beneficios fiscales por no hacerlo. La fe y el dinero han sido motores en la vida de Romney.
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