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Durán, la ciudad de Ecuador secuestrada por el crimen organizado

El alcalde de la ciudad no permanece en el mismo lugar más de una noche, ha tenido que salir del país y cambia la línea telefónica constantemente por las amenazas

Un hombre llora cerca de un cuerpo cubierto en el suelo, en Durán (Ecuador), el 20 de julio de 2023.
Un hombre llora cerca de un cuerpo cubierto en el suelo, en Durán (Ecuador), el 20 de julio de 2023.Dolores Ochoa (AP)

Un niño de cinco años hacía sus tareas de la escuela cuando las balas cruzaron por la ventana de su casa y le impactaron. Noventa veces dispararon unos sujetos contra las instalaciones de una empresa farmacéutica. Una bebé murió en brazos de su madre cuando recibió un disparo en la cabeza. Un estudiante de colegio fue hallado con signos de tortura en una zanja. Uno de los miembros del Concejo Municipal de Durán, Bolívar Vera, fue secuestrado y asesinado. Todo esto ocurrió en una semana en Durán, una ciudad de 315.000 habitantes en la costa ecuatoriana a la que solo un puente la separa de Guayaquil y donde las bandas criminales no permiten que el Estado gobierne. El narco se ha tomado la ciudad.

El alcalde de Durán, Luis Chonillo, solo ha podido entrar dos veces en el edificio del Municipio y en ninguna de las ocasiones logró llegar hasta su despacho porque tuvo que ser evacuado ante las amenazas de sujetos en motocicletas que rodean las instalaciones. El 15 de mayo, mientras los 220 alcaldes del país celebraban la posesión en sus ciudades e instalaban la primera sesión de los concejos municipales, Chonillo huía de una escena de terror donde intentaron asesinarlo. Él salió ileso del atentado, pero dos policías que lo custodiaban y un vendedor ambulante que estaba en los alrededores trabajando, murieron. “Todos nuestros funcionarios han sido amenazados, colocan denuncias, pero no hay ningún resultado, ni siquiera les han dado seguridad y muchos otros han renunciado”, explica el alcalde desde la clandestinidad. Ha aparecido pocas veces en público con chaleco antibalas, casco y un grupo de policías. Pero “no es el suficiente para el nivel de riesgo que tengo”, añade.

Violencia Ecuador
Un niño observa desde detrás del enrejado de una tienda mientras un soldado hace guardia en un puesto de seguridad, en Durán, el 14 de agosto de 2023.Martin Mejia (AP)

Por seguridad, no permanece en el mismo lugar más de una noche, ha tenido que salir del país, cambia la línea telefónica constantemente y para llegar a él hay que pasar por varios funcionarios. Casi no da entrevistas a la prensa porque cualquier palabra podría poner aún más en riesgo su vida. En cuatro meses de gestión, los concejales del municipio no han podido reunirse presencialmente, los debates son por videollamada, donde toman decisiones como decretar al cantón en emergencia y exigirle al Gobierno una intervención real, más allá de la presencia de policías y militares como lo hizo el presidente, Guillermo Lasso, bajo el último decreto de estado de excepción que firmó el 24 de julio.

La violencia en Durán comenzó a desbordarse hace tres años, cuando se desató una guerra entre bandas criminales por el control del territorio, que se utiliza como punto de acopio de la droga que llega desde Colombia para después ser distribuida a los puertos del país. Durán está rodeada de ríos por donde navegan las grandes embarcaciones que salen y entran al puerto de Guayaquil, el más grande de Ecuador y donde se incauta más del 50% de la droga que intenta exportarse.

El monopolio de los delitos como narcotráfico, extorsiones y secuestros se lo disputan las bandas Chone Killers y Latin Kings, y en algunos sectores aparecen otras como Las Águilas, que operan en la zona conocida como el Cerro Las Cabras, donde incluso algunos niños no pueden ir a la escuela porque podrían ser atacados por las bandas contrarias. Los criminales han delimitado las fronteras de los barrios para convertirlos en sus fortalezas: a quien se atreve a entrar, lo matan. Con videos en las redes sociales, las bandas alardean del control que tienen en las calles, de las armas y del entrenamiento de niños y jóvenes para convertirlos en sicarios.

Soldados registran a motociclistas en un control de seguridad realizado por el ejército en Durán, el 14 de agosto de 2023.
Soldados registran a motociclistas en un control de seguridad realizado por el ejército en Durán, el 14 de agosto de 2023.Martin Mejia (AP)

El municipio ha pedido acciones concretas al Gobierno de Lasso sin obtener resultados. “No ha hecho una intervención real; no es solo la fuerza pública, es también que intervenga el eje social”, dice Chonillo, quien ha solicitado que los ministerios tengan mayor presencia en los barrios. Admite que los proyectos en la ciudad avanzan a ritmo lento por la burocracia y la violencia. Las obras se paralizan porque los contratistas son extorsionados, les piden “vacunas” impagables. Las mafias delictivas se apoderan de todo, hasta del recurso más preciado y que escasea en Durán, como es el agua. Ni el 40% de la población recibe agua potable por tubería y los operadores de las válvulas que distribuyen el recurso han sido secuestrados. “Les roban, les pegan, a veces los han mantenido amarrados ahí para ellos tener el control de las válvulas”, describe el alcalde. “El Gobierno Municipal es la primera autoridad dentro de la ciudad y debería tener las garantías de su buen funcionamiento y no las tiene”.

Durán nació como ciudad hace poco tiempo, 37 años atrás fue separada como parroquia rural de Guayaquil para convertirse en cantón. Pero su nombre está en los libros de historia del país porque ahí se construyó el último tramo del ferrocarril en 1892 que unía la sierra con la costa ecuatoriana. Sin embargo, el fenómeno de El Niño destruyó varios de los tramos y le quitó a Durán el sueño de ser una ciudad donde confluyen el comercio y el turismo. Aun así logró convertirse en un polo de desarrollo industrial al estar tan cerca de Guayaquil; aprovechó la falta de espacio que exigía la industria guayaquileña. Pero las administraciones no supieron aprovechar ese potencial y, como la mayoría de las poblaciones de Ecuador, Durán creció de forma desordenada, con asentamientos irregulares y sin servicios básicos, donde el 67% de su población está bajo el margen de la pobreza. “Ese desorden y caos ha sido el caldo de cultivo para el asentamiento de organizaciones criminales”, reconoce el alcalde Chonillo, quien ha solicitado al Gobierno el retorno a las clases virtuales porque nadie puede asegurar la vida de los niños que van a la escuela en Durán. El Gobierno todavía no ha respondido a la solicitud.

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