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La escalada entre Israel y los hutíes de Yemen extiende la tensión en Oriente Próximo

La ONU teme por la regionalización de la guerra, de la que las autoridades israelíes culpan directamente a Irán

Fuego y humo en la zona del puerto atacada el sábado por los cazas israelíes, este domingo en Hodeida (Yemen). Foto: STRINGER (REUTERS) | Vídeo: EPV
Luis de Vega (Enviado Especial)

La guerrilla hutí de Yemen, impulsada y sostenida por Irán y aliada de Hamás, ha informado del lanzamiento de varios misiles hacia Israel en la mañana del domingo en solidaridad con la población de Gaza y Hamás. Israel, por su parte, afirma haber interceptado con sus defensas antiaéreas y todavía fuera de su territorio un proyectil tierra-tierra procedente de ese país, aunque las alarmas ya habían saltado en la ciudad sureña de Eilat, a orillas del mar Rojo. La tensión no deja de aumentar entre ambos, con ataques y respuestas desde el viernes, así como advertencias de nuevas ofensivas. Eso hace elevar el peligro de una intensificación de la escalada y, por consiguiente, a una mayor regionalización de la guerra.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Teherán, Naser Kanani, ha advertido de ese riesgo. En la noche del sábado avisó de “una escalada y expansión de la guerra como resultado de las peligrosas aventuras israelíes”, según declaraciones en el canal iraní Press TV citadas por la agencia Efe. Ese temor ya imperó tras los ataques entre Irán e Israel de hace tres meses.

“Irán pone en peligro la paz mundial y hay que detenerlo ahora, antes de que sea demasiado tarde”, ha reclamado el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, a través de un comunicado publicado en la red social X (antes Twitter). El Estado judío, ha añadido, trata de “enfatizar” a nivel internacional la importancia de las acciones que están llevando a cabo frente a los hutíes para poner de manifiesto la “responsabilidad directa” de Teherán y sus consecuencias en las rutas marítimas internacionales.

El portavoz de los hutíes, el general Yahia Saree, informó durante una comparecencia televisiva este domingo también de que la milicia ha lanzado con misiles y drones un ataque sobre el barco estadounidense Pumba en aguas del mar Rojo, informa el canal yemení Al Mayadeen. Saree ha insistido en su derecho a defenderse de la “agresión” de Estados Unidos, el Reino Unido e Israel. La respuesta sobre Israel, señaló, será “masiva” e “inevitable” y no cesará hasta que no se ponga fin a la guerra contra los palestinos, agregó. Desde que la guerra comenzó el pasado 7 de octubre cuando Hamás asesinó a unas 1,200 personas en territorio israelí, los hutíes han expresado su solidaridad con los palestinos y sus resistencia armada en forma de ataques contra Israel .

Arabia Saudí, que ha encabezado los esfuerzos en los últimos años por desplazar del poder a los hutíes, ha alertado del riesgo de que la escalada entre la milicia proiraní e Israel, “que agrava la tensión actual en la región y frena los esfuerzos en curso para poner fin a la guerra en Gaza”, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.

De la misma forma, el secretario general de la ONU. António Guterres, ha expresado su preocupación “por el riesgo de una mayor escalada en la región y continúa instando a todos a ejercer la máxima moderación”, según un comunicado de la noche del sábado. “Estamos asistiendo a una ampliación del conflicto”, ha comentado el profesor de Estudios de Oriente Medio en la Universidad Hamad bin Khalifa, Marc Owen Jones, en declaraciones al canal catarí Al Jazeera.

Todo ocurre pocas horas antes de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, viaje a Estados Unidos, donde tiene previsto entrevistarse con el presidente Joe Biden el martes y pronunciará un discurso en el Congreso el miércoles.

Un dron lanzado por los hutíes impactó sin ser detectado contra un edificio de Tel Aviv el viernes causando la muerte a un hombre de 50 años. La respuesta en forma de bombardeo con aviones de combate F-15 por parte israelí llegó en la tarde del sábado. Los cazas golpearon el puerto de Hodeida, en el oeste de Yemen, un importante centro logístico y comercial, por donde, según las autoridades del Estado judío, les surte de armas Irán. El resultado fue de seis muertos y 80 heridos, según fuentes sanitarias locales citadas por la agencia Reuters.

El puerto de Eilat, en el extremo meridional de Israel y a orillas del mar Rojo, suele ser el principal objetivo de la guerrilla yemení. Su director, Gideon Golber, ha anunciado que van a proceder a despedir la próxima semana a la mitad de sus 120 empleados por la caída de la actividad y las pérdidas económicas, informa el diario Maariv.

Los rebeldes hutíes controlan desde hace casi una década el noroeste de Yemen, incluida Saná desde 2015, la capital. En total, aproximadamente un 30% de los 555.000 kilómetros cuadrados de este país de 33 millones de habitantes.

El Gobierno internacionalmente reconocido, con base en la ciudad sureña de Adén, alerta de que la escalada actual va a agravar la crisis humanitaria que ya golpea al país desde hace años y señala tanto a la milicia como a Israel como responsables. El Ejecutivo legítimo “condenó en los términos más enérgicos la agresión de la entidad sionista y su violación de la soberanía de las tierras yemeníes, en clara violación de todas las leyes y normas internacionales”, señalaron en un comunicado, informa Efe.

Ante la actual coyuntura, Israel ve cómo se abre un nuevo frente bélico, el de los hutíes en Yemen, tras casi 10 meses de guerra sin cuartel en Gaza contra Hamás y otros grupos de la resistencia armada palestina y durante ese mismo tiempo en la frontera con Líbano con constantes intercambios de proyectiles con la guerrilla chií Hezbolá. Teherán, señalado como el principal erosionador de la seguridad regional por Israel, sostiene a esos tres grupos.

El régimen de los ayatolás ya lanzó hace tres meses una ofensiva con 200 proyectiles y drones sobre territorio israelí. Aunque no causó víctimas mortales, el Estado judío respondió cinco días después con un ataque medido en el que pretendió dejar claro que no iba a quedarse de brazos cruzados. Ahora, las llamas de los depósitos de combustible del puerto yemení de Hodeida, golpeado por Israel el sábado y que se mantienen todavía el domingo, simbolizan la posibilidad de que la chispa de la guerra acabe extendiéndose más todavía.

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Sobre la firma

Luis de Vega (Enviado Especial)
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
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