Alemania se abre a enviar misiles Taurus a Ucrania “si se coordina” con los socios europeos
El próximo canciller, el conservador Friedrich Merz, defiende trasladar misiles de crucero a Kiev, una línea roja que había marcado el anterior gobernante, el socialdemócrata Olaf Scholz


El futuro canciller de Alemania, Friedrich Merz, está abierto a un posible envío de los polémicos misiles de largo alcance Taurus a Ucrania en coordinación con los socios europeos. El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) se había mostrado en el pasado a favor de mandar estos misiles en caso necesario y ahora, como cabeza del ...
El futuro canciller de Alemania, Friedrich Merz, está abierto a un posible envío de los polémicos misiles de largo alcance Taurus a Ucrania en coordinación con los socios europeos. El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) se había mostrado en el pasado a favor de mandar estos misiles en caso necesario y ahora, como cabeza del futuro Gobierno de coalición, mantiene su postura a pesar de ser consciente de la oposición de su socio, el Partido Socialdemócrata (SPD), que se opuso en la anterior legislatura, cuando lideraba el Gobierno tripartito.
“Sí, lo dije tal y como lo pensaba. No que nosotros intervengamos en esta guerra, sino que equipemos al ejército ucranio con este tipo de armas”, respondió Merz el domingo por la noche en una entrevista en la televisión pública alemana ARD al ser preguntado sobre si seguía defendiendo su postura a favor de entregar misiles Taurus a Ucrania.
“Siempre he dicho que lo haría en coordinación con los socios europeos”, recordó. El líder conservador subrayó que los socios ya han suministrado misiles de crucero. “Los británicos lo hacen, los franceses lo hacen, los estadounidenses lo hacen de todos modos”. El suministro debe coordinarse con los socios europeos “y si se coordina, Alemania debería participar”, declaró.
Merz justificó su posición argumentando que Ucrania debería cambiar de estrategia militar. “El ejército ucranio debe salir de la defensiva. Siempre se limita a reaccionar. Debe poder tomar parte en el curso de los acontecimientos”, indicó el líder conservador. Su recomendación es que “se destruya, por ejemplo, la conexión terrestre más importante entre Rusia y Crimea” y recordó que en la península ucrania anexionada por Rusia se encuentra la mayor parte del suministro militar para el ejército ruso.
Asimismo se mostró crítico con las negociaciones de paz. “No estoy convencido de que Putin reaccione positivamente a la debilidad y a las ofertas de paz, en algún momento tendrá que reconocer la falta de perspectivas de esta guerra, y para ello debemos ayudar a Ucrania”.
En este contexto condenó los ataques aéreos rusos perpetrados contra la población civil en Sumi, que se saldaron con más de 30 muertos y más de 100 civiles heridos, que calificó de “grave crimen de guerra” y recordó que “hubo dos oleadas de ataque, y la segunda llegó cuando las personas que acudieron a ayudar estaban atendiendo a las víctimas. Esto es lo más pérfido que se puede hacer. Y esto es un crimen de guerra grave, deliberado y premeditado”, afirmó. “A todos aquellos que ingenuamente piden a Putin que venga a Alemania a la mesa de negociaciones, les digo: esta es la respuesta. Esto es lo que Putin les hace a aquellos que hablan con él sobre un alto el fuego”, dijo. “Esto demuestra que Putin no está seriamente interesado en un alto el fuego”.
La férrea oposición de Scholz
El presidente de la CDU, que espera ser investido como canciller de Alemania a principios de mayo si todo sale como está previsto después de ganar las elecciones el pasado 23 de febrero, había reclamado en todo momento el suministro de misiles Taurus a Ucrania, pero el canciller saliente, el socialdemócrata Olaf Scholz, siempre se opuso a ello justificando su decisión en la necesidad de minimizar al máximo el riesgo de que Alemania pueda verse arrastrada a la guerra, por ejemplo, si Ucrania utiliza estos misiles para bombardear objetivos en el interior de Rusia.
Ahora, los dos partidos están llamados a entenderse en un Gobierno de coalición. De momento, en el acuerdo alcanzado por la CDU con su partido hermano de Baviera, la Unión Cristianosocial (CSU) y el SPD, no se menciona nada sobre estos misiles. En el acuerdo de 144 páginas que firmaron la semana pasada se limitan a insistir en que Alemania seguirá apoyando a Ucrania “de forma decidida para que pueda defenderse eficazmente del agresor ruso y mantenerse firme en las negociaciones”.
Pero la victoria de los conservadores en los comicios fue vista con esperanza desde Ucrania. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró a principios de abril que con el probable próximo canciller alemán, Ucrania tenía opciones de recibir finalmente los Taurus, algo que lleva reclamando desde hace mucho tiempo. Poco después, en una reunión que tuvo en Kiev con la ministra de Exteriores alemana en funciones, Annalena Baerbock, dijo que se trabajaría en un posible envío de estos misiles, pero que no quería entrar en detalles antes de que Merz asumiera el cargo. Por su parte, la política de Los Verdes se limitó a contestar que no podía anticipar ninguna decisión del nuevo Gobierno aunque recordó que la CDU ya había dejado claro en repetidas ocasiones en el Parlamento alemán la importancia de las armas de largo alcance para Ucrania.
De momento, la alta representante para Asuntos Exteriores de la UE, Kaja Kallas, celebró la posición de Merz. “Por supuesto que cada Estado miembro da lo que puede, pero creo que el mensaje es muy claro”, declaró en una reunión de los ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo. “Tenemos que hacer más para que Ucrania pueda defenderse por sí misma y para que los civiles no tengan que morir”. Mientras, desde Moscú alertaron del peligro de una “nueva escalada” del conflicto en Ucrania si se envían los Taurus.
Para materializar este envío a Ucrania, Merz tendrá que buscar inevitablemente el apoyo de los socialdemócratas, pero su líder, Lars Klingbeil, siempre ha apoyado a Scholz en el pasado en su negativa. Asimismo, lejos de lo que se pueda pensar, Merz no está obligado a someterlo a votación en el Parlamento alemán a pesar de los múltiples debates que ha habido al respecto en el Bundestag en el pasado. La decisión le corresponde al Consejo Federal de Seguridad, que se reúne en secreto y que está formado, además del canciller alemán, por el ministro de Exteriores, el ministro de Defensa y el de Finanzas. Pero el que tiene la última palabra es el canciller. Él es quien marca la línea política del Gobierno.
No obstante, si bien no es necesario el apoyo del Parlamento, si se abriría un nuevo debate al respecto y los conservadores se enfrentarían a una gran oposición. Además de ellos, solo Los Verdes parecen estar abiertos a un envío. “Ucrania debe poder defenderse del terrorismo también allí donde este proviene, desde las bases situadas detrás de la línea del frente y en Rusia”, declaró Robin Wagener, político de Los Verdes especializado en política exterior, al diario alemán Bild. No obstante, el resto de partidos ―el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y La Izquierda― estarían en contra y alegan que conlleva un enorme potencial de escalada y temen que si Alemania se involucra aún más en la guerra, aumente el riesgo de una confrontación directa entre la OTAN y Rusia.
Para entender la importancia de este tipo de misiles hay que tener en cuenta que el Taurus es un misil de crucero equipado con su propio motor y varios sistemas de navegación que permiten un vuelo autónomo a baja altura sobre territorio enemigo, por lo que es difícil de detectar. Esto significa que, en caso de guerra, los misiles pueden ser lanzados desde una distancia segura por aviones de combate y alcanzar y destruir objetivos a una distancia de hasta 500 kilómetros, pudiendo llegar incluso a Moscú. Los misiles de crucero británico-franceses, conocidos en Gran Bretaña como Storm Shadow y en Francia como Scalp, son comparables al Taurus y ya están en uso en Ucrania, pero tienen un alcance menor que el Taurus, de 250 kilómetros.
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