La importancia del orden en los primeros años de vida
Encontrar las cosas en el mismo lugar permite al niño anticipar situaciones que ya fue conociendo y explorando. Recordar la colocación de los materiales le ayuda a orientarse en el ambiente
Los espacios y materiales de juego tienen una gran influencia en el aprendizaje para la infancia. Mantener el orden en los espacios de juego puede llegar a convertirse en un verdadero problema. Lo que quizá no sepamos es que detrás de ese orden que todos ansiamos y que nos preocupamos por mantener en casa, se esconden otros aprendizajes. Según María Montessori: “Es necesario que el niño encuentre orden y estabilidad en su entorno, ya que su construcción la está realizando a partir de los elementos que le rodean”. Por tanto, el orden se presenta como una de las necesidades fundamentales durante la infancia.
Entre el primer y segundo año de vida tiene lugar uno de los periodos sensitivos más importantes, es el que hace al niño sensible al orden externo. Esta etapa sensible se podría definir como una predisposición innata en el niño por aprender una habilidad o característica. El orden hace que el pequeño se sienta confiado y seguro en el ambiente y resulta fundamental para poder comprender e interiorizar el mundo que le rodea. Encontrar las cosas en el mismo lugar le permite anticipar situaciones que ya fue conociendo y explorando. Conocer y recordar la colocación de los materiales le ayuda a orientarse en el ambiente. Un ambiente preparado favorece su desarrollo, le proporciona seguridad y autonomía.
¿Cómo podemos aplicar el orden en nuestro hogar?
Si tenemos en cuenta las diferentes etapas en el crecimiento, podemos afirmar que a partir de los tres meses resulta idóneo contar con un espacio donde el bebé pueda moverse libremente, evitando en la medida de lo posible los tacatás, hamacas o gimnasios. Es decir, cualquier tipo de sistema que le impida el movimiento libre.
El desarrollo psicomotor de los bebés tiene un papel muy importante en el progreso de habilidades básicas de aprendizaje por ello el suelo debe ser su principal espacio de juego. Cuando comienza a gatear y a separarse de la figura de apego, el orden le ayudará a poder orientarse y sentirse confiado.
¿Y qué aspectos podemos tener cuenta a la hora de crear un rincón o espacios de juegos cuando comienzan a gatear o caminar?
- Aprovechar para hacer limpieza y desechar aquellos juguetes o materiales que estén rotos o incompletos.
- Poner los juguetes la altura del niño para que sean accesibles.
- Observar cuáles son los juguetes que más despiertan su interés e ir rotando cada cierto tiempo, almacenado aquellos que no usen tanto. De esta manera también apreciarán que no hay necesidad de disponer de tantos materiales.
- Colocar cada juguete en un lugar designado, clasificado preferiblemente en bandejas, cestos o cajas.
- Podemos tener diferentes rincones de juego integrados en cualquier lugar de la casa como la cocina, siendo este un entorno, donde a los niños les suele gustar colaborar.
- Buscar su colaboración y mostrar que cada juguete y cada material tiene un lugar y la necesidad de que esto se lleve a cabo para mantener un orden.
A esta misión nos puede ayudar una propuesta de juego: el juego heurístico, destinado a niños de 1 a 2 años. Este juego no solo les permite aprender a entender los conceptos de selección y clasificación, sino que se convierte en un excelente recurso para satisfacer la inmensa curiosidad que tienen los niños en esta etapa, formulando hipótesis, mejorando su destreza y concentración, entre otros muchos más beneficios.
El juego heurístico consta de diferentes fases:
- Una primera fase preparatoria donde el adulto selecciona los materiales no estructurados de diferentes texturas y tamaños, materiales de cartón, madera, cuero, rafia o corcho y contenedores como cajas de cartón o botes de metal. Necesitamos bolsas de tela para clasificar el material una vez haya finalizado el juego. Los contenedores y los materiales se distribuyen a lo largo del espacio, de manera que se puedan apilar, ensartar o clasificar. Para ello necesitaremos un espacio amplio y despejado.
- Una segunda fase de exploración de los materiales donde permitiremos la libre exploración del espacio y los materiales.
- Clasificación y recogida: Una vez acabe el interés del niño, el adulto podrá ayudar a la clasificación y orden de los materiales.
Mantener el orden y la organización de su espacio de juego puede facilitar que la recogida de juguetes no se convierta en una batalla. Cuando los niños y niñas sienten que en su casa los espacios son importantes y desarrollan el gusto por el mantenimiento y orden de sus materiales, es más sencillo que colaboren en su cuidado y recogida.
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