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Crianza
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cinco puntos a favor y seis en contra de darle la paga semanal a tu hijo

Como lo de la propina siempre es polémico, antes de sacar la cartera, hay que pensar a partir de qué edad se debería dar, cuánto dinero y con qué frecuencia

Paga semanal hijos
Un niño con un monedero.Peter Cade (Getty Images)

Los niños son consumistas porque lo han aprendido de los adultos. Te piden helados o chuches o juguetes simplemente porque se aburren o porque ven el estímulo delante de ellos, de la misma manera que tú te pides cualquier mierda innecesaria solo porque te aparece el anuncio en Black Friday. Ante las peticiones más o menos insistentes de sus hijos, hay padres que deciden comprar o negar la compra, evaluando caso a caso sobre el terreno, intentando enseñar a reflexionar sobre la necesidad real de cada gasto. En cambio, otros progenitores prefieren ahorrarse discusiones y peleas y darles a sus hijos una paga concreta de manera regular, para que sean ellos los que administren la pasta y decidan si vale la pena comprar algo o no.

Como lo de la paga siempre es polémico, antes de sacar la cartera, hay que pensar a partir de qué edad se da la paga (para que los niños sepan valorarlo a nivel matemático y vital), cuánto dinero darles y con qué frecuencia. No es lo mismo darle 5 euros para que ahorre y vaya teniendo un colchoncito a uno que aún tiene los dientes de leche que 50 a la semana al adolescente para que se lo pula en videojuego. Y por supuesto piensa también qué nivel económico tiene tu familia, para que la posible paga esté adecuada a vuestra realidad y no estés fomentando que tu hijo viva en una realidad paralela, poco realista.

A nivel estadístico, en España más o menos se suelen dar unos 3 euros semanales hasta los 10 años, de 4 a 8 euros hasta los 14 años y a partir de aquí de 10 euros para arriba, según lo que te agobien o la cara de inocente que te vayan poniendo por casa mientras alargan la palma de la mano vacía.

Por si te ayudan en tu decisión de crianza económica, aquí tienes varias razones a favor y en contra de dar la paga semana a tu hijo.

A FAVOR

  1. Tus hijos aprenderán a gestionar su dinero. Porque a diferencia de cuando los padres lo pagan todo, cuando la pasta desaparece de su hucha o de su bolsillo, notan lo que tardan en volverse a llenar tus reservas y acaban pensando en el medio y largo plazo.
  2. Aprenderán a priorizar y valorar mejor sus compras. Adiós a los impulsos, o, mejor: hola al remordimiento después del impulso. Seguro que esos postres o chuches que abandonan a los dos mordiscos porque no les gustan, pero por los que han protestado durante un buen rato para conseguirlos, les parecerán más apetitosos si los han pagado ellos.
  3. La paga fomenta la autonomía y la responsabilidad económica de tus hijos. A ver, esto no convalida las mates hasta sexto, pero calcular tu dinero siempre es más interesante que hacer ejercicios de sumas obligados por el profe.
  4. Apoya el ahorro y ayuda a organizarse y marcar objetivos. Los gastos hormiga los aprendes a sufrir de pequeño y quién sabe si te previene de futuras bancarrotas.
  5. Si además la propina es con dinero en efectivo, por ósmosis aprenderán una gran lección vital: solo se puede gastar lo que ya se tiene. Porque saber que el dinero no es ni mágico ni infinito (y que todas las presuntas facilidades digitales de préstamos, créditos e hipotecas llevan letra pequeña y te tendrán atado durante un buen tiempo) te sirve para siempre.
No todas las familias pueden permitirse un gasto semanal, que en principio va aumentando con la edad del niño.
No todas las familias pueden permitirse un gasto semanal, que en principio va aumentando con la edad del niño. Pixelimage (Getty Images)

EN CONTRA

  1. Siendo realistas, casi todas las ventajas comentadas a favor de la paga también pueden aplicarse al dinero esporádico que les den las abuelas o les traigan el Ratoncito Pérez, Papá Noel o los Reyes Magos. No hace falta un flujo continuo de efectivo para aprender a ahorrar.
  2. No es obligatorio darles dinero. Porque no es una pensión de alimentos que la criatura necesite para subsistir. Es una costumbre social de muchas familias, pero que también hay muchas familias que no la practican. Cada niño es una criatura única, y en vuestro caso, puede ser el único niño sin paga semanal.
  3. Existe el peligro de que, si el crío se acostumbra a la propina, desaparezcan el esfuerzo y la ilusión de ahorrar y trabajar para comprarse algo. Cualquier hater de red social usa siempre el concepto de “la paguita” para desacreditar o atacar directamente a cualquiera con el que no esté de acuerdo. Pero lo cierto es que cuando una abuela da una moneda de manera aleatoria e inesperada, hace más ilusión que cuando sabes que el dinero cae sí o sí, de manera programada.
  4. No todas las familias pueden permitirse un gasto semanal, que en principio va aumentando con la edad del niño y que, por supuesto, debe equilibrarse con los otros hijos.
  5. No convertirás a tu hijo en un mantenido, no sufras, pero tampoco en un empleado a tiempo parcial. Si le das dinero sin que sea a cambio de tareas concretas, no obtendrás de él ninguna colaboración adicional, como pasa en las familias sin paga, y encima habrás perdido dinero.
  6. Cuando tus hijos necesitan algo, ya se lo compras tú. Y cuando quieren algún capricho, generalmente también acabas aceptando. Así que, si sumas todo lo que gastas al mes en tus hijos, verás que has gastado una buena cantidad y que no necesitan ingresos extra.

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