México da un paso firme para mejorar los sueldos de las deportistas frente a la brecha salarial
El Senado impulsa un proyecto para dar certidumbre a las mexicanas al establecer un salario base y acortar distancias en la desigualdad
En México hay futbolistas profesionales que ganan 2.500 pesos al mes (unos 145 dólares). Algunas mucho menos que eso. Un grupo de ellas, con carreras universitarias, podrían ganar más en su profesión que en un campo de fútbol. No todas ganan lo mismo, depende principalmente, del interés de los clubes. Estos sueldos han sido aceptados por mexicanas que quieren hacerse un hueco en el mundo del fútbol femenino que ha agarrado vuelo en el país desde la creación de la Liga MX Femenil en 2017. El Senado ha dado un paso adelante para dar mayor estabilidad a las futbolistas en busca de una paridad salarial.
Los senadores mexicanos, a través de las Comisiones del Trabajo y Previsión Social, de Igualdad de Género y Estudios Legislativos, han aprobado reformas con respecto a la Ley Federal del Trabajo. Lo que buscan es que haya un salario base para las deportistas mexicanas. La aspiración máxima es la igualdad entre lo que gana un hombre y una mujer en el fútbol, básquetbol o cualquier otro deporte profesional. Sin embargo, no entran en este rubro las atletas de los deportes amateur, quienes no tienen un empleador como tal, sino que viven de las becas deportivas y patrocinios.
Las alarmas se encendieron en la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). Los dirigentes vieron este proyecto como algo “inviable”, según se lee en una carta que mandó la directora de la Liga MX Femenil, Mariana Gutiérrez, al Senado. Desde la FMF piden que les tomen en cuenta. “Creemos firmemente que existe una deuda histórica y social en nuestro país respecto a lograr un piso parejo para las mujeres en diversos ámbitos laborales, por lo que reiteramos la solicitud para ser incluidos en el debate público y ser escuchados en el Senado porque solo así podremos diseñar en conjunto una ruta de acciones congruentes que permitan la viabilidad de la equidad salarial”, reza el comunicado de la institución.
“Lo de hoy fue apenas el primer paso. Y sí hay que celebrarlo. Es un tema que va más allá del fútbol, es el deporte en general”, dijo Gutiérrez en un mensaje público. “El crecimiento de la liga ha sido descomunal en los primeros seis años, estamos posicionadas como una de las ocho ligas más competitivas del mundo a nivel salarial, infraestructura, deportivo. Aún no estamos donde queremos, pero vamos muy bien, hemos logrado reducir algunas brechas profesionales de manera importante y no vamos a descansar”, agregó.
Los senadores mexicanos estipularon que los salarios base los impondrán los privados, es decir, las instituciones deportivas. “A partir del salario base empiezan las diferencias. No es un salario igual a secas”, comentó la senadora de Movimiento Ciudadano Patricia Mercado ante la confusión que suponía el proyecto que se aleja de la idea de un tope salarial.
En septiembre de 2021, la Comisión Federal de Competencia Económica de México (Cofece) reveló que la Federación Mexicana de Fútbol y la Liga femenina habían impuesto topes salariales. Las jugadoras de más de 23 años debían ganar menos de 100 dólares al mes al inicio del torneo en 2017. Las que tuvieran 17 años o menos no recibieron sueldo, pero sí un apoyo de transporte y alimentación. Mientras que para los futbolistas hombres no hay límite. Hay quienes ganan millones de pesos mensualmente, como los casos del francés André-Pierre Gignac, Diego Lainez, Alexis Vega o Julián Quiñónes.
EL PAÍS ha documentado cómo las futbolistas mexicanas se han retirado de su profesión debido a cuestiones económicas. Justo en la pandemia por la covid-19, el dueño de Monarcas Morelia decidió mudar al club a Mazatlán, tanto para hombres como para mujeres. Muchas de las jugadoras, entre ellas Karla Jiménez, tuvo que mirar a otro lado debido a que con un sueldo de 9.000 pesos (unos 520 dólares) no podía pagar la renta y los gastos.
En Estados Unidos, por ejemplo, las futbolistas lograron un acuerdo histórico para la paridad salarial en la selección. Pese a que los hombres nunca han ganado una Copa del Mundo, las jugadoras sí y lo han conseguido cuatro veces. Fue hasta 2022 cuando las futbolistas consiguieron la paridad en cuanto a los montos por convocatoria y bonificaciones.
La preocupación entre los dueños de los clubes mexicanos se basa en que no todos apoyan de igual forma a la división femenina. Clubes como Tigres, Monterrey, América, Chivas, Pachuca y León metieron el acelerador desde el primer momento para fortalecer el fútbol femenino. Otros clubes han mirado con recelo a sus jugadoras, a las cuales las relegan en canchas alternas para entrenar y jugar y les piden viajar horas en autobús a diferencia de los hombres que se desplazan solo en avión.
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