La crisis interna del INE provoca una cascada de renuncias de funcionarios de alto nivel

La innegable división al interior del consejo general del Instituto Nacional Electoral (INE) ha desatado una crisis que cada vez es de mayor calado. En plena organización de los comicios de 2024 una cascada de renuncias de funcionarios de alto nivel en los últimos meses han encendido las alertas y puesto en el ojo público al organismo encargado de dar certidumbre al proceso en el que se elegirán más de 20.000 cargos de los tres niveles de Gobierno. El origen del conflicto es la división del organismo en dos grupos. Los afines a la nueva presidenta, Guadalupe Taddei, y otros seis consejeros se han convertido en el muro de contención de las decisiones y designaciones de la presidenta.

Las dos últimas dimisiones no son menores: Jorge Humberto Torres, titular de la Unidad Técnica de Servicios de Informática, un puesto clave que entre otros aspectos, garantiza la operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), sistema que emite los primeros números de las elecciones a nivel federal el mismo día de la jornada. Carmen Pumarino, encargada de despacho de la dirección ejecutiva del Servicio Profesional Electoral Nacional, encomendada a dirigir el ingreso, selección, capacitación, profesionalización, promoción, rotación, evaluación y permanencia de los trabajadores de carrera en el servicio profesional electoral, quienes en la práctica hacen posibles los comicios.

Esta es la segunda ocasión en los últimos ocho meses en la que se presentan renuncias masivas en el instituto. La primera se registró luego de que la consejera presidenta Guadalupe Taddei entró en funciones, el pasado 3 de abril, tras ser seleccionada por sorteo ante la falta de consensos entre la oposición y la mayoría oficialista de Morena en la Cámara de Diputados. En ese momento una decena de funcionarios dejaron sus cargos. A la fecha, estas direcciones estratégicas continúan acéfalas, dirigidas por encargados de despacho sin la legitimación que les dan la mayoría de votos del Consejo General del INE. Entre las dimisiones más sonadas de ese momento están las de los titulares de la Secretaría Ejecutiva, que dejó vacante Edmundo Jacobo Molina; de la Unidad Técnica de Fiscalización que encabezaba Jacqueline Vargas y la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral a cargo de Gabriel Mendoza.

En agosto pasado, Ignacio Ruelas presentó su renuncia como director de Administración del INE luego de tres meses en el cargo, el organismo argumentó motivos de salud. Sin embargo, el funcionario con 33 años de servicio en diferentes áreas del instituto, aclaró en declaraciones a medios locales que su renuncia se debió a otros motivos. “Renuncié porque se me quería convertir en un sicario administrativo del INE y eso no va conmigo”, declaró al medio digital.

La salida del titular del área informática se suma a las nueve vacantes en la junta general ejecutiva encargada de la organización del INE y por ende del proceso electoral en curso. Las propuestas de la consejera presidenta para la titularidad de la estratégica Secretaría Ejecutiva no han logrado el aval de la mayoría de los consejeros electorales. Por ello, esta posición, junto con 10 más, continúan con encargados de despacho, nombramientos en los que Taddei sí tiene facultad.

Previo a la dimisión de la cabeza informática del organismo electoral, renunció Jorge Alberto Gutiérrez, director del Proyectos e Innovación Tecnológica de esta área, responsable de coordinar el PREP desde hace ocho años y con una década de antigüedad en el instituto. En su lugar se ha designado a Javier Chávez, exfuncionario en diferentes administraciones de Morena a nivel local. En la lista también se encuentra el director de sistemas de esta unidad, Armando Calleja, quien estuvo a cargo de los proyectos tecnológicos más importantes de dicha área en la que permaneció 16 años. Esta renuncia se da tras la confrontación entre los dos grupos de consejeros electorales, por la aprobación del acuerdo que pone fin al trabajo con encargados de despacho en direcciones ejecutivas.

Aunque han buscado minimizarlo, la bomba de tiempo le ha estallado en las manos a Taddei. El viernes pasado los reclamos a la consejera presidenta que se habían mantenido en lo privado se trasladaron a lo público. Los seis consejeros que se han convertido en el muro de contención de las decisiones y designaciones de la presidencia del organismo. Claudia Zavala, Dannia Ravel, Carla Humphrey, Martín Faz, Angel Rivera y Arturo Castillo, aprobaron un acuerdo con el que han orillado a la presidenta a que presente propuestas y destrabe los nombramientos de las direcciones ejecutivas a más tardar en 30 días. Adicionalmente han establecido candados para la asignación de encargados de despacho de la Secretaría Ejecutiva, direcciones, unidades técnicas y coordinaciones.

El organismo está dividido en dos grupos. El de consejeros afines a Taddei, que conforman Norma de la Cruz, Rita Bell López, Jorge Montaño y Uuc-kib Espadas; y el bloque de contención han quedado expuestas.

“Algunas de estas vacantes se han generado no sólo por la voluntad de quienes han dejado el cargo, sino por las presiones directas o indirectas o por las condiciones inadecuadas que se han creado en su entorno que les impedían ejercer el cargo para el que fueron designados”, expuso el consejero Jaime Rivera. Espadas advirtió que la propuesta significa una ruptura del orden constitucional. “No es válido forzar las interpretaciones legales y constitucionales”, señaló. La respuesta fue inmediata: “No solo es falsa, desproporcionada, es una expresión grosera que dificulta el diálogo” reviró Rivera.

En esta tesitura continuó el debate que se prolongó hasta el sábado. Lorenzo Córdova ha salido a colación en este desencuentro, así como el discurso de responsabilizar al pasado de lo que ocurre en el presente. Taddei ha culpado a la administración anterior de dejarle un INE “desvalijado”. “La historia no se equivoca, no hace tres meses que estamos con direcciones y unidades técnicas acéfalas, desde que se fue la anterior administración, se fueron prácticamente todos y se quedó esto desvalijado, si lo podemos llamar de alguna manera, ¿sí?, en total desolación” se ha defendido la presidenta del instituto.

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