Jorge Álvarez Máynez: “No quiero ser el Samuel García dos”
El coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano apuesta por imprimir un sello propio en su campaña electoral, es consciente de sus errores y dice estar preparado para la guerra sucia
Jorge Álvarez Máynez, con 38 años de edad, ha de convertirse en el improvisado candidato presidencial más jóven de la historia política de México. Las circunstancias lo han colocado como el sustituto de Samuel García, gobernador de Nuevo León. Sin embargo, el zacatecano no busca ser la sombra de quien lo destapó como presidenciable. Manteniendo la estrategia del fosfo fosfo y “lo nuevo” apuesta por imprimir su sello propio a la campaña que iniciará el próximo 1 de marzo. Sabedor de que está destinado a perder, también sabe que como en el fútbol, en la carrera por la silla presidencial el último minuto también tiene 60 segundos. Deberá concatenar toda una estrategia contrareloj para darle alcance a sus dos rivales: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las candidatas del oficialismo y del frente opositor, respectivamente, quienes le llevan meses de ventaja. El escenario es adverso, pero entiende que en la política todo cambia. En cuatro meses deberá llegar a una parte de los 126 millones de mexicanos que por ahora no le conocen. La mediciones internas del partido indican que arranca con el 12% de la preferencia, pero con la fe puesta en dar un giro de tuerca que lo lleve a ser el ganador que nadie esperaba en la contienda presidencial.
El aún coordinador de la bancada naranja en la Cámara de Diputados, quien analiza si pedirá o no licencia como legislador federal, es consciente de la difícil tarea que le ha encomendado la cúpula del partido en el que milita desde hace ocho años. Ha sido designado por unanimidad y sin competencia como candidato único tras la fallida postulación del neoleonés, la carta más fuerte que tenía el emecismo para buscar la presidencia de México. Con la desventaja que le representan un proceso interno, una precampaña y con una escasa popularidad.
Su postulación se convirtió en una posibilidad, incluso antes de que el mismo gobernador de Nuevo León se enrolara en el proceso electoral y de que el excanciller Marcelo Ebrard rechazara la candidatura. La “extorsión” de la oposición en el Congreso del Estado estaba contemplada, no fue una sorpresa señala en entrevista con EL PAÍS. Aunque para el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro sí ha sido motivo de asombro su postulación. El descontento del mandatario estatal no es una carta que Máynez quiera dejar revoloteando, está dispuesto al diálogo, le ha extendido la mano a su correligionario para persuadirlo de borrar la línea divisoria que ha dibujado entre él y el partido.
El objetivo, además del incierto triunfo electoral, es posicionar al partido naranja como una de las principales fuerzas políticas en el Congreso mexicano, lo que no se podría lograr de ir en alianza con PAN, PRI y PRD. La apuesta para alcanzar a sus adversarias en la avanzada carrera por la silla presidencial es el desgaste tras meses de exposición; con la esperanza de emular lo ocurrido en otros países de Latinoamérica: en Argentina con Javier Milei o en Chile con Gabriel Boric.
El zacatecano se ha instalado en las oficinas que antes de su renuncia fueron habilitadas en la Ciudad de México para ser el centro de operaciones del partido y del gobernador de Nuevo León como candidato presidencial durante este proceso electoral. También las ha heredado. Máynez no cree que su eventual triunfo y la conclusión del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador representen un cambio para el país, pero sí “la revolución de las conciencias” como ha referido el investigador Mauricio Merino, frase que ha acuñado el presidente mexicano.
Acabar con los “extraterrestres políticos”, una campaña sin ofensas a sus contrincantes, ni contra al primer mandatario, es el sello que busca imprimir el emecista. En tanto, la guerra sucia que ya vislumbra, aún no le roba la paz. Consciente de que ha cometido errores está listo para afrontar su pasado, aunque seguro, dice, de que no existe nada que condicione sus aspiraciones políticas.
Convencido de que el peor error que ha cometido en colectivo fue solapar la alianza con el PAN en 2018, rechaza categóricamente un posible acuerdo con la coalición Fuerza y Corazón por México en este proceso. El plan B del abanderado presidencial que ha de oficializar su registro ante el Instituto Nacional Electoral en febrero próximo no es una curul o escaño en el Congreso. Su esposa Sara y sus hijos Luciano y Constanza son su prioridad frente al escenario de una derrota el próximo 2 de junio.
Pregunta. ¿Cuando se visualizó ya como el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano?
Respuesta. Yo creía que teníamos muy buena opción con Samuel García, lo creo. Por algo lo bajan de la contienda. Quería apoyar la mejor decisión para Movimiento Ciudadano. Cuando tienes esa mentalidad te cuesta mucho decir —bueno, yo soy la mejor opción—. Entiendo que en política las circunstancias cambian. Creo que le puedo ser útil al partido, hay un espacio para ganar, podemos generar un escenario imprevisto.
P. ¿Cuando se habló en el partido de que fuera el candidato?
R. Muchas veces el coordinador nacional Dante Delgado me mencionó entre los aspirantes. Samuel García en algún momento, antes de que él decidiera entrar a la contienda, me dijo —puedes ser tú, nos representas —. Él tenía dudas del Congreso, sabía que lo iban a extorsionar para dejarle a un interino su proyecto. Patricia Mercado me dijo, a lo mejor deberías animarte tú, pero yo entendía que era el momento de cerrar filas con Samuel García.
P. ¿Cómo fue la votación?
R. Fue por unanimidad de los nueve integrantes: Ana Lucia Badui, de Chihuahua; Priscilla Franco, de Jalisco; Tabita Ortiz y Martha Herrera, de Nuevo León; Alejandra Puente, de la Ciudad de México; Benjamín Alamillo, de Colima; Isaac Barrios, de la coordinadora ciudadana nacional; Jacobo Cheja, del Estado de México, Dante Delgado es el noveno y Juan Ignacio Zavala Gutíerrez.
P. ¿Quiénes participaron en las encuestas internas?
R. Luis Donaldo Colosio aparecía altísimo en las encuestas, Patricia Mercado, había otros compañeros. Lo que se valoró en mi caso, según lo que he podido recabar, no es tanto el punto de partida sino el potencial. Tienes un 50% de reconocimiento de nombre, como es el caso de la candidata del PRI y del PAN, pero si de ese 50% tienes un 30% de rechazo, es mejor tener un 20% de reconocimiento y un 5% de rechazo en términos de potencial y eso es lo que se valoró. Se hizo un estudio muy profundo.
P. ¿Qué lo hace pensar que puede ser el ganador de la contienda?
R. En los últimos años ha cambiado la política. Si hace un año, año y medio, nos hubieran dicho que íbamos a tener a (Gabriel) Boric, a (Javier) Milei, a (Nayib)Bukele, (Daniel) Noboa, tal vez no hubiera sido el mapa político que el mundo hubiera esperado. Va a pasar lo mismo en México. Veo a las candidatas de Morena y del PAN atrapadas en el pasado, en una forma vieja de hacer política, en el encono, en la división, en el enojo, en la polarización y poco conectadas con las nuevas generaciones.
P. ¿Con cuántos puntos de acuerdo a estos estudios internos arranca ?
R. Samuel García ya había rebasado a Xóchitl Gálvez en la contienda, lo sostengo. Lo que yo he visto en las mediciones y les creo son entre 11 y 12 puntos. A partir de eso creo que se puede ganar. Samuel empezó con ocho puntos en Nuevo León, Alfaro empezó con 12 puntos en Jalisco y ganaron. Podemos repetir la historia.
P. ¿Su paso por el PRI fue un error?
R. Yo no lo considero un paso por el PRI, lo respeto, no quiero meterme en un debate. Fui postulado y quien me dio el registro, no la militancia fue Nueva Alianza. No quiero ser ingrato. Dicen que soy chapulín pero se los olvida de dónde viene el presidente, él estuvo en el PRI y en el PRD.
P. ¿A qué le atribuye este descontento de Enrique Alfaro por su postulación?
R. Es una historia de varios capítulos. Sí creo que a lo mejor no le gustó el video. Yo estoy convencido que platicando, poniendo las cartas sobre la mesa le apuesto a que haya más coincidencias con Alfaro y con todos los actores y liderazgos de movimientos ciudadanos. Con objetividad el que más representa a Enrique en la contienda soy yo. Tenemos una historia común, hemos platicado muchas veces de lo que necesita el país, yo conozco perfectamente su modelo de gobierno, su visión sobre la educación sobre la salud y creo que me puedo ganar su confianza, le apuesto eso.
P. ¿Lo ha buscado?
R. Yo a él sí. Le he dicho que tiene mi mano extendida y mi disposición a dialogar. Respeto los tiempos también, es una de las cosas que uno aprende en la pareja, en la familia, no siempre hay que tratar de arreglar las cosas cuando estás enojado. Cuando él decida yo estaré ahí para sostener una conversación y un diálogo.
P. ¿Jorge Alvarez Máynez es competitivo frente a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum y a Xóchitl Gálvez?
R. Hay un cambio de época en el mundo, la conectividad de las redes sociales, el destape tuvo más de 10 millones de reproducciones, ya me conocen al menos algunos cuantos millones de personas que no me conocían hace cinco días. Sí soy muy competitivo. El halago en boca propia es vituperio pero estoy hablando de condiciones objetivas. Sabemos que hay un piso grande, que hay un techo muy grande, pero hacer campaña durante mucho tiempo cansa, desgasta; reciclan el discurso, se vuelven predecibles , aburridas. Tenemos varias ventajas para ganar.
P. ¿Cuáles son las fortalezas del candidato presidencial de Movimiento Ciudadano?
R. Nunca he militado en la idea del caudillismo, yo no creo que el cambio vaya a darse porque se vaya al presidente López Obrador y llegue yo, esa es la historia de México cada seis años, nos reinventamos —este sí va a ser el bueno, este sí va a sacar el país adelante—. Yo represento futuro, las dos contendientes el pasado, hablo con más claridad, con menos idea política y cantinflesca, voy a conectar más con el mexicano promedio.
P. ¿Ya tiene una estrategia o va a heredar la de Samuel García?
R. Las dos. Muchas de las cosas que pensamos con Samuel García fue una construcción colectiva, pero no quiero ser el Samuel dos, Samuel es Samuel y Máynez es Máynez. Cada quien tiene sus estilos, sus diferencias.
P. ¿Cuál va a ser el sello de su campaña?
R. Acabar con los extraterrestres políticos, la otra es el respeto, la sensatez, yo me voy de la contienda sin ofender nunca a mis contendientes, incluso sin ofender al presidente. En mi equipo de campaña habrá personas conocidas, menos conocidas, más jóvenes, pero no delincuentes. Las dos señoras han invitado a delincuentes.
P. ¿Cuál va a ser su apuesta real para este proceso, ganarle a Xóchitl Gálvez?
R. Mi biografía de Twitter dice ´optimista racional´. Una frase de la película Big Fish, de Tim Burton dice: ‘Una persona racional, inteligente, se hubiera dado cuenta que esto ya valió, que no se puede hacer´. No me siento un iluso, pero sí un idealista. Sí pienso que puedo ganar. Ya sé que es difícil pero confío en que nos comparen, darnos a conocer. Confío en mí, en mi equipo. Que estoy destinado a perder, estoy seguro que muchos van a pensar eso, pero como en el fútbol el último minuto también tiene 60 segundos.
P. ¿El fosfo fosfo y el nuevo van a quedar?
R. Sí, ya había comprado los tenis para la campaña, ni modo de no usarlos. Voy a tener mi estilo también, pero el fosfo fosfo y el naranja son el color de Movimiento Ciudadano, y lo nuevo lo construimos juntos, entonces ´lo nuevo va de nuevo´.
P. ¿Cuál es la apuesta para el Congreso, convertirse en la segunda fuerza?
R. Es una pregunta muy importante, porque ayuda a entender por qué es un absurdo la alianza. Dicen que si nada más hubiera dos opciones sería más competitivo, y nosotros lo que tenemos medido es que si hubiera dos opciones le das la mayoría absoluta a Morena. Nuestra apuesta es que tengamos un Congreso plural, eso es lo que le conviene al país. Si se comete el error de polarizar, se le va a entregar al país con mayoría absoluta a Morena.
P. ¿En quién ha pensado como su coordinador de campaña?
R. No lo sé, no lo he definido, voy a pensarlo bien, no me gusta la decisión a bote pronto. Tiene que ser alguien que me complemente, que tenga coincidencias, una visión común pero también que complemente, que fortalezcan el proyecto.
P. ¿Quiénes estarán en su cuarto de guerra?
R. No lo hemos definido. Te puedo decir con las que ya platiqué. El coordinador nacional, Dante Delgado, va a jugar un papel protagónico; Juan Zavala Gutíerrez, Paloma Franco; Laura Ballesteros va a ser una de mis voceras, ya aceptó. Estará todo el equipo que me ha acompañado históricamente. Tendrán presencia en la campaña a nivel nacional los equipos políticos de Jalisco, de Nuevo León.
P. ¿Cuál será el objetivo de población para MC?
R. Vamos por por todos, no queremos ese mundo polarizado. Hay que hablarle a ese país de iguales, a ese México, no hay que descalificar, no hay que dividir al país, no hay que sembrar odio, ni estigmatizaciones.
P. La guerra sucia está a la orden del día ¿Hay tela de dónde cortar para sus adversarios?
R. Siempre habrá, yo he transparentado desde hace mucho tiempo mi patrimonio, sé que van a sembrar temas, ya empezaron a salir algunos. Han buscado a personas para construir historias. Soy de la época digital y estoy dispuesto a afrontar las cosas que haya que explicar sobre mi pasado. Claro que hay muchas cosas que disculparse en la vida, que rectificar, que aprender pero no tengo ese pasado que pudiera condicionar mis aspiraciones políticas, tengo una historia de vida de la que en general me siento orgulloso y estoy preparado para la guerra sucia.
P. ¿Cuándo va a pedir licencia como diputado federal?
R. Voy a pedir licencia de coordinador por lo pronto para el inicio de la campaña. No quiero seguir siendo el coordinador, porque es una tarea muy demandante, porque es una tarea de mucho tiempo y la tarea de la candidatura también. No he definido el tema legislativo, porque yo asumí esa responsabilidad. Es legal ser legislador. Tengo iniciativas y agendas pendientes que quiero revisar.
P. ¿Tiene plan B en caso de que no le favorezca los resultados en 2 de junio?
R. En la política sí me gustan las emociones fuertes y por eso aceptamos este reto. Con esto no salí de vacaciones en diciembre. Mi plan B, lo único que disfrutaría de perder, es estar con mi familia.
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