Edgar Amador, el nuevo secretario de Hacienda, sobre las negociaciones con Estados Unidos: “No va a haber una guerra de aranceles”

Edgar Amador, recién nombrado Secretario de Hacienda, ha descartado este miércoles una guerra arancelaria entre México y Estados Unidos. En medio del torbellino que ha levantado la puesta en vigor de aranceles del 25% al acero y al aluminio y el reconocimiento de que “el efecto [Donald] Trump” ha generado incertidumbre en los mercados, el nuevo encargado de la hacienda pública ha apostado a que la buena política fiscal blinde al país de cualquier inestabilidad generada por el contexto internacional. “Yo creo que no va a haber una guerra de aranceles, tenemos un marco comercial muy sólido y una política fiscal estable y eso nos va a aislar de cualquier volatilidad”, dijo en entrevista posterior a su ratificación y toma de protesta ante el pleno de la Cámara de Diputados.

El órgano legislativo ha ratificado por unanimidad a Amador como Secretario de Hacienda, en sustitución de Rogelio Ramírez de la O la tarde de este miércoles. Previo al acto protocolario ha sostenido una comparecencia con integrantes de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, quienes lo han cuestionado sobre la situación que atraviesa el país frente al embate del Gobierno de EE UU. El funcionario ha reconocido que la política del presidente estadounidense genera incertidumbre en los mercados, sin embargo, dijo que las estimaciones de crecimiento económico y de recaudación “relativamente” se mantienen.

El secretario ha lanzado un mensaje de tranquilidad en su primer día en funciones. “Los mercados son profundos, el Banco de México ha hecho un buen trabajo y las instrucciones de la presidenta son mantener una política fiscal sólida y con eso vamos a tener un marco que nos va a permitir soportar esta volatilidad”, sostuvo en respuesta a los cuestionamientos de la prensa.

Las bancadas de oposición del Partido Acción Nacional (PAN), del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de Movimiento Ciudadano (MC), han dado su voto de confianza al nuevo secretario federal, pero han recalcado que no es un cheque en blanco. “Esto no es un respaldo incondicional. No vamos a encumbrar a ningún secretario sin caer en la lógica del oficialismo de aplaudir, sin cuestionar”, dijo el diputado panista Héctor Saúl Téllez. El legislador puso sobre la mesa el “pobre crecimiento económico” de 0,9% durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso, más bajo que el sexenio de Miguel de la Madrid; el aumento del 70% en la deuda pública de 2018 al 2024, y un déficit fiscal que pasó de 1,6 a 5,9%. Amador goza de la confianza y de la cercanía de la presidencia y de ello ha tirado la oposición. “La presidenta Claudia Sheinbaum nombra, en esta ocasión, y tiene la oportunidad de contar con alguien que será de su confianza. A partir de hoy, no habrá excusas en materia de finanzas públicas en nuestro país”, lanzó el panista.

El grupo parlamentario del PRI ha centrado sus exigencias en el pacto fiscal y en la reducción del déficit de 5,9 a 3,9%, un factor determinante para los mercados. “Hacemos un llamado para que desde la Secretaría de Hacienda se haga un gran acuerdo para reiniciar y abrir por hoy la Ley de Coordinación Fiscal, para que podamos cambiar la fórmula del 80% que se queda en la federación y 20 estados y municipios, a que sea 79% federación, 21% estados y municipios”, lanzó el legislador priista Yerico Abramo Masso.

Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de Morena, ha destacado el fortalecimiento de la inversión en infraestructura y el cumplimiento de la meta de crecer entre 2% y 3% del Producto Interno Bruto (PIB), así como reducir el déficit fiscal con la ratificación del nuevo encargado de la hacienda pública. “Es la decisión de ratificar la reducción del déficit, de la disciplina financiera, de gastar lo que ingresa, de terminar con los años de derroche y de las borracheras presupuestales”, deslizó el diputado del oficialismo.