Álvarez Máynez se presenta en el cierre de precampaña como el candidato de la “nueva política”

El aspirante de Movimiento Ciudadano a las elecciones del próximo junio, Jorge Álvarez Máynez, ha cerrado la precampaña electoral con un acto en Monterrey, Nuevo León, el principal feudo del partido. Durante un discurso de poco más de 10 minutos, el rostro más inesperado de la carrera a la presidencia ha querido mostrarse como el candidato de la seguridad y la prosperidad en un país golpeado por la violencia sistémica y la pobreza estructural. Álvarez Máynez ha jugado la carta de la juventud en oposición a lo que su agrupación denomina “la vieja política”, una apuesta para presentarse como un soplo de aire fresco en un sistema que pinta como anquilosado y corrupto.

En su intervención durante el mitin, Álvarez Máynez ha esgrimido principalmente las ideas de justicia y prosperidad. “¡Basta de que la gente tenga miedo! ¡Basta de que este país sea un infierno para las mujeres! ¡Basta de que las niñas y los niños no puedan salir a la calle por la inseguridad!”, ha enumerado. El abanderado de la “nueva política” ha defendido ante sus seguidores una idea de la seguridad entendida a través de la fuerza militar, de “quitar al país de las manos a los delincuentes” empleando a las fuerzas armadas, un argumento con cierta resonancia a las viejas estrategias de la guerra contra el narcotráfico de los expresidentes Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), del PAN y el PRI, respectivamente.

En cuanto a la idea de prosperidad, Álvarez Máynez ha explicado: “La prosperidad es también compromiso con la naturaleza. Yo me resisto a vivir en un México, en un Monterrey, en una Ciudad de México, en una Guadalajara, donde nuestros hijos respiren veneno. La prosperidad también implica cambiar el modelo” y “poner en el centro” a la infancia para una “nueva era de esperanza, de alegría y de verdadera felicidad”, ha sentenciado.

Álvarez Máynez, un candidato desconocido para el público general hasta hace menos de dos semanas, ha intervenido después de Mariana Rodríguez, aspirante a la alcaldía de Monterrey y esposa de Samuel García, el actual gobernador de Nuevo León y la apuesta original de Movimiento Ciudadano para la carrera presidencial. Rodríguez es el principal activo de futuro del partido, un fenómeno político forjado en las redes sociales, y ha contado con minutos para promocionar su propio proyecto: “Vamos por un Nuevo León sin la vieja política. Vamos por un Nuevo León del sí se puede, del futuro”, ha dicho en un discurso en el que ha dado protagonismo a la infancia. “Los niños y las niñas son lo más importante que tenemos. Todo esto lo vamos a lograr no nada más en Nuevo León, sino en México, con nuestro futuro presidente Jorge Álvarez Máynez”, ha concluido.

La figura del aspirante presidencial se ha visto algo ensombrecida frente a Rodríguez, a la que el propio Álvarez Máynez ha definido durante el evento como “la figura política más destacada de la nueva generación”. El líder de la bancada de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados fue una sorpresa de último minuto en la disputa electoral, un recurso in extremis del partido ante la grave crisis en que quedó Nuevo León con la candidatura de Samuel García a la presidencia. Antes, la agrupación trató de atraer sin suerte a Marcelo Ebrard, de Morena, como aspirante.

García anunció su salida del Gobierno de Nuevo León para poder disputar la presidencia a Claudia Sheinbaum, de Morena, y Xóchitl Gálvez, de la alianza opositora Va por México (PRI, PAN y PRD). Su abandono sumió al Estado en una crisis política. El PAN y el PRI aprovecharon para impulsar al exvicefiscal Luis Enrique Orozco, que fue nombrado gobernador interino. El proceso se judicializó: el Tribunal Electoral respaldó a García al reiterar que su sustituto debía de proceder de Movimiento Ciudadano para dar continuidad al Gobierno, pero al día siguiente la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el nombramiento y ordenó que Orozco jurase el cargo.

García se bajó de la contienda presidencial para recuperar el control del Estado. Tras unos días de caos en los que Nuevo León tuvo dos gobernadores, finalmente García recuperó el control del Congreso y Orozco anunció su renuncia como interino. Movimiento Ciudadano se vio obligado entonces a buscar un nuevo candidato electoral a contrarreloj y eligió a Álvarez Máynez, el jefe de la efímera campaña de García y su diputado más solvente en la Cámara Baja. “La vieja política pensó que nos había eliminado de la contienda presidencial”, ha dicho en referencia el nuevo aspirante, que comenzó su carrera en el PRD, se mudó después al PRI y acabó dando el salto a Movimiento Ciudadano en 2013.

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