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Elecciones COLOMBIA
Columna
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Mucha estupidez junta

Será hasta noviembre, a pocas semanas para la inscripción de listas al Congreso, cuando el panorama político colombiano comience a clarificarse. Para ese momento, seguramente, será muy tarde para echar hacia atrás muchas decisiones equivocadas

Ariel Ávila
Elecciones Colombia
Una vista general del Congreso de Colombia.Daniel Garzón (GETTY)

El camino que va tomando el panorama electoral del 2022 se hace, cada día, más extraño. Las fuerzas alternativas que por primera vez en la historia de Colombia podrían ganar se tranzan en una batalla de canibalismo increíble y, además, toman decisiones realmente estúpidas en política electoral. Pareciera que caen en un juego de división totalmente planeado.

El sistema electoral colombiano funciona bajo la regla del umbral que, para el 2022, estaría rondando los 500.000 votos. Eso significa que cualquier partido que aspire a curules en el Senado debe lograr esa cifra y en Cámara la situación es, igualmente, compleja. Adicionalmente, el establecimiento político en una de sus peores crisis y con mucho miedo de perder el poder, optó por una estrategia institucional para promover la división en las fuerzas alternativas, lo cual incluye la entrega de personerías jurídicas a manotadas para evitar las posibilidades de listas únicas. Por ello, en cuestión de días se entregaron las personerías de Dignidad, Nuevo Liberalismo, Colombia Humana y, seguramente, si el Partido Verde se divide también habrá personería para los que se vayan.

En medio de esta estrategia de división, las fuerzas alternativas hacen todo lo posible por profundizarla. Tres son los ejemplos. En la izquierda, el Pacto Histórico, tomó la decisión de cerrar la lista, lo cual podría sacrificar entre 3 y 4 curules. Ante la crisis en sus filas y las pujas internas, este sector político tomó una decisión arriesgada y es llevar una segunda opción con lista abierta: Fuerza Ciudadana. Una jugada arriesgada que podría hacer perder centenares de miles de votos.

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Por otro lado, en el centro izquierda y el centro el panorama es igual, el Partido Verde, el segundo partido más importante de Colombia, se consume en una batalla interna irracional. Y el resto de movimiento y partidos de ese espectro político han amenazado con armar lista independiente y una consulta presidencial aparte del Verde. Entre ellos está El Nuevo Liberalismo, la ASI, entre otros. Así las cosas, en el centro podría haber, al menos, dos listas y dos consultas, lo cual los hundiría sin remedio en las elecciones de marzo. Claro está que para el centro izquierda y centro aún existen posibilidades altas de lograr una única consulta y una lista única.

Las fuerzas alternativas podrían lograr, estadísticamente, cerca de 40 senadores y por lo menos 30 representantes a la Cámara, con estas divisiones, podrían perder cerca de 10 en senado y 15 en Cámara. Un verdadero descalabro electoral. Incluso se podría decir que si las fuerzas alternativas recomponen los errores podrían ser la mayor fuerza en el próximo Congreso de Colombia. El tercer error es que el Pacto Histórico cerrará las listas para Senado y Cámara, lo cual imposibilita la unión a nivel departamental entre fuerzas alternativas.

Vale la pena aclarar que en la derecha la situación es bastante similar, una pulverización increíble, sin candidatos presidenciales fuertes y con una clase política desprestigiada y sin capacidad de reaccionar ante tantos escándalos de corrupción que salen a la luz. De hecho, el presidente Iván Duque decidió mantener a la ministra Karen Abudinen quien se encuentra en medio de un escándalo de corrupción que involucra 70.000 millones de pesos. El presidente decidió mantenerla en el cargo y el costo ante la opinión pública ha sido tremendamente costoso. No se entiende por qué tomó la decisión.

Todo indica que será hasta el mes de noviembre, cuando falten apenas unas pocas semanas para la inscripción de listas al Congreso, cuando el panorama político comience a clarificarse, para ese momento, seguramente, será muy tarde para echar hacia atrás muchas decisiones equivocadas. Serán meses y semanas intensas en la política colombiana.

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