Feijóo, el que pudiendo no quiso

Nadie conoce mejor a Alberto Núñez Feijóo que Alberto Núñez Feijóo. Supongo que por eso la foto que sintetiza con mayor precisión su fracaso político la ha publicado él mismo en Twitter. La habrán visto seguro, porque la han replicado todos los medios y ha corrido como pólvora de meme por internet. Solo en el perfil del propio Feijóo acumula dos millones de visualizaciones. Digo que es su última foto porque marca un antes y un después en su carrera: es la imagen histórica que separa al Feijóo que no era presidente de España del nuevo y flamante Feijóo, que se nos presenta como el primer candidato a la presidencia del Gobierno que pudiendo serlo, no quiso.

El pie de foto no es mío, no se crean. Se lo he copiado a Cuca Gamarra, la portavoz parlamentaria del Partido Popular, que define con orgullo al fracasado candidato tal que así: “Feijóo será el primer candidato a la investidura que pudiendo obtener los votos para ser presidente renuncia a conseguirlos”. Es decir, que si no basta con una imagen, el PP tiene mil palabras (y otras tantas manifestaciones) para convertir el fracaso en rotundo éxito.

Pero volvamos a la foto. Feijóo está sentado en su despacho, solo. Y la imagen se titula, según el propio tuit del fracasado: “Preparación”. Es bonito esto, comunicar que uno tiene que trabajar tanto para conquistar el éxito como para alzarse con la derrota. Así que Feijóo se fotografía ensayando su discurso de no investidura, con un gesto de victoria que resulta tragicómico. “Cuenta con los dedos”, escribe en los comentarios el periodista Juan Cruz, en alusión al ademán de su mano. Pero no creo que esté contando. Yo creo que nos está aleccionando: no es lo mismo estar solo que elegir estarlo, nos dice su estudiada actuación. Vamos, que lo suyo no es aislamiento, sino pura y gozosa soledad elegida.

En este sentido, el reflejo de su rostro en la mesa de cristal que tiene delante no deja lugar a dudas: Feijóo no está solo; está consigo mismo. “Esta foto me recuerda a la foto de Casado en el baño”, escribe la tuitera Rammar. Ya saben, aquella que publicó aquel líder del PP (del que hoy ya nadie logra acordarse) antes de que le dieran la patada. Otro que decidió mostrar su narcisa soledad frente al espejo. Casado nos enseñó que en política, y aquí viene la mala noticia para Feijóo, no existe la soledad elegida. Esa es estupenda para la vida íntima y privada, pero la parte que dedicamos a construir comunidad y sociedad va precisamente de estar con los otros. La política va de estar incluso con quienes no son como nosotros y muy particularmente de convivir pacíficamente con quienes no nos gustan.

Así, por ejemplo, hay un montón de frases que uno no puede decir en política, salvo que pretenda abandonar para siempre la vida pública. Por ejemplo: “Soy el que pudiendo haber cambiado las cosas, renunció a hacerlo”; “soy el que pudiendo haberme entendido con los partidos que representaban a millones de ciudadanos de mi país, eligió no hacerlo”; “soy el que pudiendo haberme alejado de la extrema derecha, prefirió no hacerlo”; “soy el que pudiendo haber apostado por la unidad con un discurso de centro, renunció a hacerlo”. En definitiva: “Soy el que pudiendo haber sido Alberto Núñez Feijóo, intentó ser Isabel Díaz Ayuso”. O, dicho en el lenguaje del PP: “Hoy despedimos al que pudiendo, no quiso”. Porque la foto, en efecto, recuerda mucho a la de Casado.