El paro registrado alcanza su peor cota al cierre de la legislatura
Valeriano Gómez admite que los datos alejan a España de la salida de la crisis
El PSOE despide sus ocho años de Gobierno con el peor dato de paro de la serie histórica. Tras acariciar el sueño del pleno empleo poco antes de que estallara la crisis, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ha tenido que reconocer que la situación, lejos de mejorar, empeora. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, compareció ayer para ofrecer un balance necesariamente sombrío de la evolución laboral en estos últimos años. Con un mensaje inquietante: “Los datos nos retrotraen al principio de esta crisis. Ahora estamos más lejos de la salida”, admitió.
Con un récord de 4,3 millones de desempleados, la evolución del mes pasado es la más adversa en ese periodo desde octubre de 2008, cuando arrancó esta crisis interminable con la caída del gigante estadounidense Lehman Brothers. Los servicios públicos de empleo sumaron 134.182 parados más en octubre, casi el doble que en 2010. Y la Seguridad Social tiene hoy unos niveles de afiliación muy similares a los de 2004, cuando el PSOE alcanzó el poder. Es decir, se han volatilizado los 2,5 millones de empleos creados hasta que estalló la crisis. Gómez no ahorró catastrofismo, aunque sí desplazó el foco de la responsabilidad hacia actuaciones ajenas al Gobierno central: el ajuste del gasto autonómico —en realidad impulsado por el Ministerio de Economía— y la falta de ambición de la política monetaria europea.
Para incidir en el impacto que han tenido los recortes de gasto público en estas cifras, la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, subrayó que cerca de 26.000 de esos nuevos parados (casi uno de cada cinco) procede del sector de la Administración pública, la actividad sanitaria y los servicios sociales. Esta es una disección estadística que el ministerio no había facilitado en otras ocasiones y que difundió ayer, al presentar el último dato de paro antes de las elecciones.
Con un discurso más propio de un candidato —es el número tres en la lista del PSOE por Madrid— que del integrante de un Ejecutivo que ha aplicado la mayor cura de austeridad de la democracia, Valeriano Gómez proclamó: “Solo con austeridad no saldremos de la crisis, ni España ni el conjunto de Europa”. El ministro ni siquiera se atrevió a vaticinar que el mercado laboral haya tocado fondo. Y admitió por primera vez en público que la previsión presupuestaria de una mínima creación de empleo este año (un 0,3%) resulta ya “muy difícil” de cumplir.
La opinión del ministro se apoyaba en el dato de paro registrado conocido ayer, pero abarcaba de forma más amplia la Encuesta de Población Activa, el principal termómetro del mercado laboral español. Estas cifras, conocidas el pasado viernes, sitúan el desempleo al borde de los cinco millones de parados. El ministro defendió su reforma laboral, hasta ahora absolutamente incapaz de mejorar el escenario, pero admitió que por sí sola no resolverá el deterioro del mercado. El empleo fijo, gran objetivo del proyecto, cae un 18% en el año y su peso sobre el total de la nueva contratación (7,5%) es el más reducido en un mes de octubre desde 1996.
Uno de cada cinco nuevos parados se debe a los recortes, según el Ejecutivo
En todo el despliegue de datos de paro registrado y afiliación no hay una cifra esperanzadora a la que agarrarse. En el último año, el desempleo empeora en todas las comunidades (a excepción de una leve mejora en Canarias) y en todos los sectores. Casi cuatro años después de que comenzara a pincharse la burbuja inmobiliaria, la construcción generando desempleo. Al inicio del declive, fue la vivienda la que frenó en seco este sector y ahora son los recortes en obra pública los que lo mantienen deprimido. “Dos de cada tres empleos perdidos en la crisis proceden de la construcción”, recordó Gómez.
En Seguridad Social, se agrava la pérdida de cotizantes tanto en el mes como en el año. Al igual que el ministro y la secretaria de Estado, el responsable de este departamento, Octavio Granado, también vinculó los resultados de las comunidades con los recortes en el sector público.
Trabajo apunta a Castilla-La Mancha, Madrid y Cataluña
A escasos días de abandonar el Ministerio de Trabajo, sus responsables han querido dejar claro dónde se centran los impopulares ajustes de gasto impulsados por el Gobierno central y aplicados, esencialmente, por las comunidades. Al principio a iniciativa propia, y más adelante a preguntas de los periodistas, el ministro y los secretarios de Estado pusieron el acento en Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y Cataluña como comunidades con mayor deterioro del empleo público.
“Hay un ejemplo llamativo, que es Castilla-La Mancha, que pierde más de un 5% de afiliación cuando hace un año registraba tasas promedio”, detalló el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado. Galicia, con caídas del 2,9%, y Murcia, con el 2,6%, son las otras comunidades que encabezan la destrucción de empleo, abundó Granado. Estos fueron los únicos datos contrastables que se ofrecieron del desglose autonómico. El resto se basa en una depuración de cifras que Trabajo no facilitó íntegra.
El ejercicio consiste en aislar las ramas de Administración pública, sanidad y servicios sociales y ver cómo se comportan por comunidades. En Cataluña, el paro en la Administración pública se ha disparado un 263% en el último año y en servicios sociales, un 232%. En Castilla-La Mancha —comunidad donde fue consejera de Empleo, con el Gobierno socialista de José María Barreda, la actual secretaria de Estado de Empleo—, el deterioro en Administraciones públicas ha sido del 41% y en servicios sociales, un 182%. Y en Madrid, la Administración suma un 285% de parados más.
Más allá de la selección, los datos divulgados no permiten concluir que el sector público total destruya empleo neto (de hecho la encuesta de población activa sigue arrojando subidas).
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