El Gobierno admite que el Estado debe recuperar presencia en Cataluña
Rajoy rechaza un cambio constitucional y ve “patético” el giro de Sánchez El presidente ve poco útil verse con Mas porque solo quiere la independencia
El Gobierno tiene claramente identificado su principal problema estratégico en Cataluña: la escasa “presencia y papel” del Estado en esta comunidad, que ha permitido que crezca el independentismo. Así lo admitió este sábado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en una conversación informal con periodistas en el día de la Constitución, en la que explicó que hay que recuperar esa presencia y hacer mucha “pedagogía” para convencer a los catalanes de lo útil que es para ellos seguir en España y lo perjudicial que sería separarse. En otra conversación similiar, el presidente, Mariano Rajoy, anunció que acudirá de nuevo a Cataluña en enero —en diciembre su agenda lo complica— para dar esta batalla.
Antes de ese viaje en enero, el PP tratará de mostrar su unidad en torno a Rajoy y su defensa de la unidad de España. Para lograrlo ha organizado el próximo día 13 en La Granja (Segovia) una reunión de todos los presidentes autonómicos en la que Rajoy defenderán el actual modelo territorial español.
El presidente, de forma más matizada con micrófonos y sobre todo de manera rotunda ya sin ellos, descartó la reforma constitucional que le reclaman desde diversos sectores, en especial desde el PSOE. “Hay otras prioridades”, dijo frente a las cámaras. Y en la conversación informal fue rotundo y durísimo contra el líder del PSOE, Pedro Sánchez, lo que evidenció que entre ellos no hay nada ni parecido a un acercamiento para esta reforma. Rajoy aseguró que el PP, con sus 183, no va a proponer ninguna reforma porque él cree que no hay ningún punto de la Constitución que sea imprescindible cambiar. Enfrascado en la explicación, Rajoy utilizó un tono indignado al hablar de Sánchez. Dijo que es “una broma” que esté reclamando una reforma constitucional pero no sea capaz de presentar una propuesta concreta, y sobre todo se quejó del giró del líder del PSOE sobre la reforma del artículo 135 que él pactó en 2011 con José Luis Rodríguez Zapatero y Sánchez votó como diputado.
“Estamos dando una imagen internacional patética, no se puede pactar algo importante PSOE y PP como el articulo 135 y tres años después decir que no vale”, se indignó el presidente. Rajoy trasladó la idea de que es muy difícil negociar con alguien como Sánchez que hace ese giro, y aseguró que ni siqueira en privado le da ninguna concreción sobre la reforma que pretende.
Rajoy volverá a ser candidato
El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha confirmado este sábado que tiene intención de agotar la legislatura y de presentarse a la reelección como cabeza de lista de su partido en las próximas elecciones generales.
El presidente del Gobierno ha dejado claro ante los medios de comunicación que no habrá elecciones anticipadas este año y que, si lo quiere su partido, él volverá a ser el cabeza de cartel del PP en las generales.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha manifestado poco después que eso era lo "previsible" y que no le sorprendía nada que Rajoy tenga previsto volver a ser el cabeza de cartel del PP en los comicios. Según ha dicho a Europa Press, esto no cambia en nada su estrategia, que es salir a ganar las elecciones.
Rajoy también dejó la puerta muy cerrada a cualquier negociación con Artur Mas. El presidente dijo que él está siempre dispuesto a hablar con todo el mundo, pero dejó claro que con Mas ya no le utilidad. El Gobierno ni siquiera tiene intenciones de contestar al documento con 23 puntos que le dejó Mas en su última reunión en La Moncloa, en julio. “En ese texto se piden modificaciones de ocho leyes que acabamos de cambiar”, explicó el presidente.
Rajoy sobre todo dejó claro que ve inútil negociar con Mas porque ve al president lanzado en exclusiva a la búsqueda de la independencia. “Yo estoy dispuesto a hablar pero no de la unidad de España, de ceder la soberanía nacional. Y eso es lo que él quiere. ¿Cómo vas a hablar con alguien que lo único que quiere es irse de España?”, se preguntó el presidente.
El Gobierno parece decidido a mantener la posición sobre Cataluña a la espera de que Mas, si quiere, convoque elecciones y ahí llegue la batalla definitiva, aunque el presidente aseguró que no sabe nada sobre los planes de Mas. La vicepresidenta reforzó con datos la decisión de Rajoy de no moverse y rechazar incluso una subcomisión para estudiar una reforma constitucional. Dijo que según las series del CIS, una media del 65 % de españoles quiere seguir con el modelo territorial actual mientras el apoyo a la llamada tercera vía que impulsa el PSOE no llega al 15 %. Según apuntó, una tercera horquilla de entre el 30 y el 35 % la polarizan los que quieren un Estado central y los que quieren la independencia.
Rajoy admitió que el asunto de Cataluña está entre sus tres prioridades para lo que queda de legislatura, además de la economía y la lucha contra la corrupción. Pero dio varias muestras durante la conversación de estar concentrado en las otras dos mucho más que en buscar soluciones a la crisis catalana. De hecho aseguró que una de las que se planteó en su momento, esto es la reforma de la financiación autonómica, queda para la próxima legislatura. “Ahora no hay dinero para hacer esa reforma”, aseguró. Rajoy parecía más bien dar por hecho que Cataluña entra en periodo electoral y él mismo parece ya preparado para hacer campaña allí.
Y mientras Rajoy insistía en mantener su posición de firmeza, Cayetana Álvarez de Toledo, diputada del PP y portavoz de Libres e Iguales, aseguraba que el problema de España no es la reforma de la Constitución sino “la debilidad del Estado y su condescendencia con quienes atacan la convivencia”. “En días como hoy causa perplejidad y decepción la complacencia de la máxima institución del Estado con quienes abiertamente pretenden destruirlo”, en clara referencia a las fotografías del Rey y Artur Mas sonrientes dentro de un coche en la fábrica Seat que reproducía la prensa este sábado.
Posada admite que es reformable pero pide "prudencia"
El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha asegurado hoy que la Constitución de 1978 "conserva su vigencia", aunque ha admitido que es "susceptible de reforma" siempre que se haga con "prudencia", se sepa cual es la "finalidad común" y sea un marco de "coincidencias" y no de "discrepancias".
En su discurso durante la recepción institucional con motivo del Día de la Constitución en el Congreso, Posada ha reconocido que el ordenamiento jurídico "no se puede petrificar" pero a la hora de afrontar una hipotética reforma hay que evitar a toda costa el "uso partidista, interesado u oportunista".
Ha destacado que el actual marco constitucional y de articulación territorial "que conjuga la unidad y la diversidad" ha sido el "motor" del mayor de los éxitos colectivos de la historia de España, "un periodo de estabilidad, prosperidad y libertad sin precedentes".
Posada ha recordado las palabras del Felipe VI en su proclamación ante las Cortes Generales el pasado 19 de junio, en las que emplazó a los españoles a mirar hacia el futuro, afrontando los retos que se plantean en el actual momento político.
"De nuestra capacidad de superarlos dependerá la pervivencia del modelo de convivencia democrática que logramos construir y que tan fructífero se ha revelado desde 1978", ha subrayado.
"No es sana una democracia en la que los ciudadanos no confían en quienes ellos mismos eligen", ha lamentado.
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