22 ocupantes de una patera fallecieron en la travesía y fueron arrojados al mar, según los supervivientes

Veintidos personas que viajaban en una patera rumbo a España murieron en el trayecto y fueron arrojadas al mar, según relataron este miércoles los supervivientes, rescatados en el mar de Alborán por un ferri que cubría la ruta entre Melilla y Motril. Un helicóptero de Salvamento Marítimo trasladó a Almería, para ser atendidos por los servicios sanitarios, a tres hombres con síntomas de hipotermia y a dos mujeres y una niña.

Cuando fue interceptada la embarcación viajaban en ella 27 migrantes, pero Salvamento Marítimo había recibido el martes el aviso de una ONG que alertaba de que una patera se hallaba a la deriva con 49 personas. Los supervivientes contaron a la Guardia Civil que de la embarcación, que había partido de Alhucemas, en Marruecos, fueron arrojados los cadáveres de aquellos migrantes que fallecieron durante el viaje. Durante esta tarde no se había avistado ningún cuerpo en la zona próxima al rescate, según fuentes de los servicios de emergencias.

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El ferri Vronskiy encontró la patera este miércoles a las 13.40, a 11 millas naúticas al norte del cabo de Tres Forcas, en una zona de responsabilidad marroquí. Las labores de búsqueda se habían iniciado el martes por la tarde, a cargo de un avión de Frontex y otro del Ejército del Aire. La activista Helena Maleno, que suele recibir las llamadas de auxilio de los migrantes que se lanzan al Mediterráneo, ha denunciado que estas muertes son el resultado de las políticas migratorias adoptadas por el Gobierno socialista. “No ha habido la colaboración suficiente entre España y Marruecos para evitar que esto sucediera”, sostiene Maleno. “Si las personas en apuros fuesen europeas no habrían muerto”.

La colaboración a la que se refiere la activista es la directriz establecida desde comienzos de este año entre España y Marruecos. Desde entonces los equipos de rescate de Salvamento Marítimo han dejado de socorrer a migrantes en la zona de búsqueda y rescate de Marruecos y han delegado en el país vecino las labores de auxilio en las aguas de su competencia. La cooperación y coordinación entre las dos naciones es clave para localizar a tiempo las embarcaciones en peligro, pero a pesar de la aparente predisposición de las autoridades marroquíes, los medios de la Marina Real y de la Gendarmería son limitados y poco adecuados para el rescate.

Hasta el año pasado, España asumía el auxilio de migrantes en apuros incluso cuando se encontraban en zona de búsqueda y rescate marroquí. La implicación del país vecino era limitada y las comunicaciones no eran fluidas: Marruecos, en muchas ocasiones, ni siquiera respondía a las llamadas de las torres de control españolas. Ante la situación precaria de los migrantes que pedían auxilio, Salvamento Marítimo acudía a su rescate, en cumplimiento de la legislación internacional, independientemente de su localización. En 2018, un tercio de las casi 50.000 personas rescatadas por Salvamento fueron encontradas en aguas de responsabilidad de Marruecos.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, 173 personas han muerto o desaparecido en lo que va de año tratando de llegar a las costas españolas.