Nerea Luis, de fan del manga a doctora en inteligencia artificial
La ingeniera madrileña, de 29 años, ha recibido la condecoración de la Orden del Mérito Civil y es una referente en el campo de la tecnología
Cuando Nerea Luis Mingueza (Madrid, 1991) era pequeña, construía con su hermana ordenadores de papel. Los personalizaban con pegatinas y metían algodón debajo de las teclas para conseguir un efecto mullido. Imitaban a Sailor Mercury, su personaje favorito de la serie de manga Sailor Moon: una guerrera con un mini-ordenador con la que Luis, aún hoy, se siente identificada. Ambas llevan el pelo azul y comparten la pasión por la tecnología. Los ordenadores con los que jugaba cuando era una niña ahora son de verdad. A sus 29 años, es ingeniera en la empresa Sngular, doctora cum laude en Inteligencia Artificial y una de las jóvenes españolas con un futuro más prometedor en esta materia.
Su pasión por la serie manga despertó su curiosidad por Internet. A los 12 años empezó a conocer foros, páginas web y el diseño gráfico. “No veía Internet como un peligro, sino como una herramienta donde encontrar información que de otra forma no podía conseguir”, afirma. El verano antes de entrar al instituto creó su propia página de Sailor Moon, que mantuvo durante cuatro años y atrajo la atención de fans de la serie en América Latina. “A los 16 años me pregunté qué tenía qué hacer para mejorarla. Ingeniería informática era la respuesta”, explica.
Además del manga y el anime, a Nerea le gustan los musicales, la música indie y en su adolescencia le marcó la trilogía de fantasía Memorias de Idhún. En 2009 se matriculó en Ingeniería Informática en la Universidad Carlos III de Madrid. Alejandro Calderón Mateos fue su profesor: “Hay estudiantes que no hacen preguntas. Pero Nerea quería entender cuanto antes por qué las cosas eran como eran”.
“Alegre, enérgica y capaz de implicar a quienes tenía alrededor”, según su profesor, formó parte de la delegación de estudiantes del centro y de su ímpetu por involucrar a otras personas en proyectos nació, en 2013, T3chFest. Luis es cofundadora de este evento de tecnología que se celebra cada año en la universidad madrileña, y que en su última edición contó con más de 2.000 asistentes.
Nerea pasó en total 10 años en la universidad. Después del grado, hizo un máster y finalmente un doctorado. Vivió esta última etapa con Moisés Martínez, de 29 años. Formaban parte del mismo grupo de investigación y compartieron despacho durante tres años. “A las 11 de la noche se apagaba la luz y teníamos un flexo conectado a los enchufes de emergencia para poder seguir trabajando”, comenta el joven, que es arquitecto de big data e inteligencia artificial.
Para Luis, “la tesis fue dura porque estaba dentro de dos áreas, y publicar era un infierno”. Los momentos más complicados los vivió cuando las revistas en las que intentaba publicar rechazaban sus artículos: “Estaba super quemada. El mundo de la investigación es así”. Tras presentar su tesis se planteó si quedarse en España o salir. “A raíz de T3chfest me habían pasado tantas cosas que me daba pena irme”, afirma. Empezó a trabajar en Sngular. José Luis Calvo Salanova, director del grupo de inteligencia artificial en el que ella trabaja, cuenta que se adaptó rápido. En el día a día es “proactiva e inclusiva”: “Conecta gente del equipo que si no podría ir desconectándose”.
La joven siempre ha compaginado su trabajo con una labor divulgativa, lo que le ha llevado a recibir múltiples reconocimientos. En 2016 obtuvo el premio Google Anita Borg. En 2018 se unió a la Fundación COTEC como experta en Tecnología, Talento y Género y fue seleccionada como técnico de asesoramiento científico en la iniciativa Ciencia en el Parlamento, promovida por el Congreso de los Diputados. En 2019 fue galardonada por la Casa Real con la condecoración a la Orden del Mérito Civil. Y en julio de 2020 ha participado en la presentación del Plan de Choque para la Ciencia y la Innovación del Gobierno, celebrado en La Moncloa.
Su hermana Clara Luis Mingueza considera que la mayor virtud de Nerea es que sabe construir puentes: “Hablar de temas técnicos a gente que no ha estudiado lo mismo que ella”. Recuerda cómo una vez Nerea fue a un evento con el presidente y los ministros y le escribió “qué nervios, no lo voy a poder hacer”. “Le entra el síndrome del impostor. Pero yo pienso, jolín, si tú te vieras con los ojos con los que te ve la gente, es que fliparías”.
Nerea, que insiste en la importancia de “contar con una red de mujeres detrás”, no solo se ha convertido en una referente para su hermana. Es un auténtico ejemplo y un modelo a seguir para muchas niñas y mujeres, tal y como afirma Cristina Aranda, cofundadora de Mujeres Tech, que conoce a Luis desde hace unos cinco años. “Solo hay un 8% de mujeres en los libros de texto. Nerea ayuda a que se cambien esos estereotipos y a que cualquier niña o mujer vea que el día de mañana pueden ser como ella”.
¿Dónde llegará Luis en unos años? “Donde se proponga”, responde su amigo y compañero de universidad Alejandro Calleja. Cuando empezó a tener presencia en los medios, él le dijo: “De aquí no vas a parar hasta que seas ministra”. “Es una cosa que empezó como una broma, pero yo cada día estoy más seguro de que o va a terminar en una posición importante en una empresa o de ministra o presidenta del Gobierno. Como se lo proponga, de aquí a unos años ahí la tienes. Ya te lo digo yo”, asegura.
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