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Barbie Ferreira contra la positividad tóxica en el universo de las tallas grandes

La actriz de Euphoria no quiere ni ser valiente por llevar prendas ajustadas ni verse en la obligación de aceptar su cuerpo siempre.

La actriz Barbie Ferreira en un fotograma de 'Euphoria'.
La actriz Barbie Ferreira en un fotograma de 'Euphoria'.cortesía de hbo

En una reveladora escena de la segunda temporada de Euphoria, Kat Hernandez (el personaje al que da vida Barbie Ferreira) se enfrenta a un grupo de chicas que parecen salidas de un casting de Instagram. Todo sucede en su imaginación, pero la secuencia resulta muy reveladora a la hora de reflejar las imposiciones sufridas por las mujeres, también (o especialmente) bajo la cultura del body positive. “Tienes que romper con todos los estándares de belleza”, le dice una rubia de talla 34, ataviada con la pamela extragrande de Jacquemus. “Tienes que quererte a ti misma”. “Tienes que encontrar a tu puta guerrera interior”. Mientras Kat se tapa los oídos y grita que ni puede salir de la cama, todas terminan coreándole “ámate a ti misma”. Un mantra que puede leerse a diario en cualquier red social y que evidencia lo tóxicos que pueden llegar a ser esos mensajes de falsa aceptación.

La actriz reflexiona en una entrevista en Who What Wear sobre la seguridad en uno mismo cuando tienes un «cuerpo grande»: “No es radical para mí usar un crop top”, dice. Pero lo cierto es que es habitual encontrar numerosas publicaciones que hablan de su valentía cada vez que aparece con alguna prenda que se sale de lo que socialmente resulta aceptable para una mujer con su cuerpo. Denuncia la presión que siente por ser “esa persona que ‘se quiere a sí misma”. El mundo, explica, se empeña en creer que su autoestima no es frágil. Seguramente sea más fácil para el mundo, pero no tanto para ella. “Es muy divertido que la gente simplemente lo asuma. ¿Dije eso? Yo nunca dije eso. Vosotros decís eso. Vosotros publicasteis eso sobre mí”.

En un panorama en el que las cuerpos de todo tipo empiezan a hacer acto de presencia en la cultura popular, probablemente se ha querido pasar de la invisibilidad total a asumir que no existe vulnerabilidad. De la invisibilidad a la exposición permanente (y siempre positiva). “Creo que es una conversación sobre el hecho de que todos luchamos con el amor propio y no me parece que ningún joven lo haya resuelto todavía”.

No es la primera vez que la actriz habla del tema. En su cuenta de Instagram, en la que la siguen 4,4 millones de personas, ha denunciado públicamente malas prácticas. Tanto en el mundo de la interpretación como en el de la moda del que también conoce bien sus entresijos porque empezó como modelo mientras se abría camino como actriz. Allí ha compartido su alegría por las nuevas imágenes, pero también la presión que sufría por ser perfecta “a pesar” de su talla: celulitis, estrías o imperfecciones estaban completamente prohibidas. De cualquier forma la representación todavía tiene espacio para mejorar en este campo: en las pasarelas para esta primavera-verano 2022, probablemente la temporada más diversa, solo un 1,81% del casting tenía una talla diferente al estándar en este espacio, según el informe de diversidad de The Fashion Spot.

Como decían las influencers de la escena de Euphoria, “acéptate”, pero tampoco mucho porque no eres suficientemente rentable para el mercado. Barbie Ferreira, que confiesa que ha aprendido a quererse algo más gracias a la serie, apunta a otro de los problemas tras los mensajes hipócritas que se han convertido en discurso oficial: le cuesta encontrar prendas que le valgan. “Tengo todos los recursos del mundo para conseguir algo que me quede bien, pero sigue siendo extremadamente difícil. Así que lo siento por todos los que aún tratan de encontrar cosas que les valgan”. Aunque en el mundo digital sea frecuente leer discursos sobre aceptación, las tallas no lo son. Las tendencias de la temporada no llegan a las tallas más grandes, señalaba hace solo un par de semanas Edited. “De las tendencias analizadas las prendas con aberturas son las que más representación tienen en el mercado de tallas grandes”, indicaban. “Sin embargo menos de la mitad de los productos en stock tienen disponibilidad en tamaños más grandes”. Además no siempre es un problema de disponibilidad, según denuncia la empresa de datos, las prendas de tallas grandes tienen de media un precio mayor que el resto.

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