Pamela Anderson: «Hugh Hefner me metió en una forma de vida que nadie más puede comprender»
Activista furibunda, actriz nunca reconocida y eterna bomba sexual, Pamela Anderson nos cuenta qué aprendió en la mansión Playboy y por qué no piensa rendirse en ninguna de sus luchas.
Es y será siempre la diosa nórdica con bronceado californiano que corre por las playas de Malibú enfundada en un bañador rojo mientras suena el I’m always here, de Jimi Jamison (sí, la sintonía de Los vigilantes de la playa). También la mujer Playboy y la sexbomb. Pero Pamela Anderson (Columbia Británica, Canadá, 1967) es además la guerrera animalista que aboga por la reducción mundial del consumo de carne, la férrea defensora de las focas en Canadá –su país natal–, la promotora de las libertades que escribió una carta a Barack Obama para pedir la legalización del cannabis, la activista de PETA (la asociación de Personas por el Trato Ético de los Animales) que convenció a Melania Trump de que dejase de usar prendas de piel y la última defensora de Julian Assange.
¿Recuerda el momento exacto en el que decidió convertirse en abogada de causas sociales?
Siempre he sido una amante de la naturaleza, la inocencia y la vulnerabilidad. Mi afinidad con los animales creció a la vez que empecé a confiar menos y menos en los humanos.
¿De todas las causas que defiende, cuál es la que más le preocupa?
Trabajo mano a mano con la línea nacional contra el maltrato doméstico y visito campos de refugiados donde hay niños sufriendo sin sus padres. Trato de llamar la atención sobre muchas causas diferentes. Ayudo a producir películas y documentales con gente con la que tengo afinidad, como Naomi Klein o pronto Nils Melzer, que son gente mucho más cualificada que yo a la que escuchar.
¿Encuentra difícil ganar respeto para las causas que defiende por ser un sex symbol? Me lo tomo como un cumplido. Por supuesto que las personas somos siempre mucho más de lo que se percibe a simple vista. Por ejemplo, puedes ser una persona maravillosa y un amante horrible.
¿Cuál es la cosa más satisfactoria que le ha pasado relacionada con las causas que encabeza y cuál es la más frustrante?
Yo siempre estoy orgullosa y frustrada al mismo tiempo. Soy una romántica, así que me dejo llevar y me distraigo. Pero todo es una lucha romántica. Puedes liberar al mundo educándolo. Y los artistas son los luchadores de la libertad del mundo. Yo vivo mi vida románticamente. También bailo con demonios y cuanto más grande es el riesgo, más grande es la recompensa. No se puede tener éxito con todo. Eso sería aburrido.
Cuando Pamela Anderson participó en esta sesión de fotos para S Moda en París, acababa de descubrir que su novio, la estrella del fútbol francés Adil Rami (Córcega, 1985), por quien se mudó a Europa hace dos años, había mantenido una doble vida con otra mujer. Indignada, publicó en sus redes sociales: «He estado viviendo una mentira». Los acontecimientos obligaron a un cambio de planes: su representante nos hizo saber que la estrella no quería ofrecer una entrevista. Pero finalmente aceptó contestar a estas preguntas, en cuyas respuestas se deslizan claras alusiones a esa relación personal: «En la actualidad hay un narcisismo rampante que no es atractivo. Los mentirosos se multiplican. Creo que es un milagro que con la fama y el dinero que hay en esta industria elijas ser una buena persona incluso si lo tienes todo. Es un logro. Es radical elegir ser una buena persona y tener corazón. Nuestras decisiones privadas nos definen».
Tras su ruptura, Pamela decidió pasar un tiempo con la familia en Canadá para hacer un regreso triunfal el pasado septiembre durante la Semana de la Moda de París, donde apareció junto a su amiga Vivienne Westwood. Ella, la gran dama de la moda inglesa, se atrevió hace tres años a unir a la actriz con el fotógrafo Juergen Teller para crear una revolucionaria campaña publicitaria, en línea con el espíritu contestatario de ambas. No era la primera vez que Westwood propiciaba una unión explosiva: fue ella quien le presentó a Julian Assange en una fiesta.
¿Qué recuerda de ese día?
Vivienne tenía la intuición de que nos íbamos a llevar bien y no se equivocaba. Tener una conversación verdaderamente interesante no es tan fácil. Nunca me había sentido tan aceptada, natural e inspirada. Yo creo en él y él cree en mí. Me encanta aprender de la gente y yo he aprendido tanto de Julian: de historia, de la vida, de lo que pasa en el mundo… Me hace querer vivir. Es excitante. Tiene esperanza. Incluso con todo lo que está pasando en torno a él.
¿Qué tienen en común que hace que se lleven tan bien?
Hay una química indudable entre nosotros, pero sobre todo es nuestra curiosidad y la ética que compartimos lo que nos une. Él es extremadamente valiente y nuestros espíritus están alineados. Conectamos. Es maravilloso saber que tienes un amigo que estará ahí incluso para salvar tu vida.
¿Ha sido duro lidiar con los comentarios maliciosos que han hecho sobre ustedes?
Intento no mirar los periódicos, pero mis amigos y mi familia me cuentan… hay cosas peores a que te vinculen románticamente a uno de los hombres más interesantes del mundo. Le encuentro sexy. Un verdadero hombre. Albergo en mi corazón mucho amor por él.
¿Alguna vez le han asustado las presiones gubernamentales?
Tengo muchos amigos poderosos. La única cosa de la que estado asustada en mi vida es de rendirme.
¿Qué es lo más aterrador que le ha pasado por su trabajo humanitario y por ser abogada de las causas que defiende?
He estado en muchos campos de refugiados. Lo que más miedo da siempre es la policía.
¿Qué futuro espera para el señor Assange?
Que salga de la cárcel y viva en algún lugar seguro donde pueda continuar con su trabajo con la libertad que se merece. Tenemos que ser fuertes por él e insistir en que le liberen.
¿Qué opina de que la investigación contra él por una supuesta violación se haya abierto de nuevo?
Conozco de primera mano lo que es una violación. Apoyo a cualquier mujer que haya sido violada. Julian no violó a nadie. Como mucho, se le rompió un condón. El sexo fue consensuado y lo había habido antes y después del incidente del condón. Este asunto está completamente politizado. Todo esto predispone a la gente contra Julian y él es un caballero. No es culpable de nada excepto de ser un editor que ha retado al poder.
El mundo no podrá olvidar los increíbles looks (faldas lápiz, jerséis de cuello vuelto de cachemir, gafas lady) con los que Pamela iba a visitar a Assange a la Embajada de Ecuador. Esas imágenes no se volverán a repetir en un largo tiempo: Assange está en la prisión británica de alta seguridad de Belmarsh, a la espera de un juicio que tendrá lugar en febrero de 2020 y que podría acabar con su extradición a Estados Unidos. Tras el encarcelamiento de Assange y la ruptura con el futbolista del Marsella, el único argumento que le queda a Pamela Anderson para seguir viviendo en Europa es su activismo político: con frecuencia ha expresado su preocupación por las instituciones democráticas continentales, aunque siempre con la mirada puesta en su país: «Espero que Bernie Sanders sea el próximo presidente de los Estados Unidos».
¿Qué opina de Alexandria Ocasio-Cortez?
Es genial. No estoy de acuerdo en todo lo que dice, pero parece sincera y tiene un gran futuro por delante. Le da esperanza a la gente y está metida en un avispero, así que es muy valiente. Aborda muchísimos asuntos y la admiro por eso. Ha bajado al barro y está intentando echar luz sobre injusticias y además es una persona necesaria que simplifica cuestiones para que todo el mundo pueda entenderlas. Muchas veces nos hacen creer a propósito que las cosas son muchísimo más complejas de lo que son para que nos rindamos intentando comprenderlas. Es todo una estrategia. Por eso su labor educativa es muy importante.
¿Qué le gusta de vivir en Europa? ¿Qué echa de menos de Estados Unidos cuando está aquí?
Echo de menos Malibú, a mis hijos, a mis amigos. Pero todos son gente muy viajada. Me visitan a menudo y nos encontramos por toda Europa cuando podemos. Cuando voy a Malibú veo a todo el mundo y me quedo con los chicos, en la casa que se han comprado juntos. Es un lugar precioso. Cómo pasa el tiempo, cómo cambian las cosas…
Anderson, una férrea defensora de la causa ecologista («Apoyo a todos los partidos verdes del mundo») tiene dos hijos, Brandon (22 años) y Dylan (21 años), fruto de su matrimonio con el batería de Mötley Crüe, Tommy Lee, con quien mantuvo una relación tóxica, con historial de maltratos y denuncias incluidas. En general, su vida sentimental no ha sido precisamente calmada: su posterior matrimonio con el músico Kid Rock y su noviazgo con el jugador de póquer Rick Salomon también fueron complicados.
Es usted una mujer muy fuerte, con mucha experiencia en relaciones difíciles. ¿Por qué su última decepción amorosa ha sido tan dolorosa para usted?
Creo que ya he dicho suficiente. Olvidémonos de él ahora. Es una puta pesadilla.
¿Cómo se describiría como madre?
Soy una madre muy cercana, jamás he recurrido a niñeras. Tuve hijos para poder estar con ellos y criarlos. Estoy muy orgullosa de mis dos chicos y tengo una fe increíble en ellos. Ahora viven solos pero siempre estoy cerca, aunque no demasiado cerca. Lo mejor que puedes hacer por tus hijos cuando son adultos jóvenes es quitarte del medio.
¿Cómo ha educado a sus hijos?
Cuando eran pequeños había gente muy pintoresca a nuestro alrededor todo el rato, así que ya no hay nada que les pueda sorprender, excepto el talento y el trabajo duro. Respetan a la gente en general porque han estado expuestos a todo tipo de estilos de vida. Tienen una base muy sólida. Durante su adolescencia pasaron mucho tiempo en Canadá. Era importante para ellos tener los pies en la tierra y los dos estuvieron de acuerdo en que era una buena decisión. Les ayudó a darse cuenta de que el mundo es pequeño, de que la gente puede ser muy diferente. Aunque tengan mucho y estén acostumbrados a llevar una vida de jet setters, también saben vivir con muy poco.
A pesar de que empezó su carrera en el cine, ha protagonizado algunas películas y fue una estrella de televisión, Pamela Anderson es una actriz sin carrera cinematográfica. Ella es la primera consciente de ello. De hecho, cuando se le pregunta cuál el sueño profesional que le queda por cumplir, solo apunta uno: «Ser actriz».
¿Siguen siendo Federico Fellini y Russ Meyer sus directores favoritos?
Me hubiese gustado trabajar con ambos.
¿Y de qué otros directores le hubiese gustado recibir una llamada?
De Werner Herzog o de Jean-Luc Godard, pero solo para tomar el té.
¿Cuáles son para usted sus tres películas favoritas y por qué?
Alphaville [de Godard]; La dolce vita [de Fellini] y Vixen [de Russ Meyer].
Acto seguido, pasa a desplegar sus conocimientos cinéfilos. «Últimamente me ha encantado Hannah Arendt, de la directora alemana Margarethe von Trotta. El biopic de 2012 de la filósofa y teórica política está hoy más vigente que nunca. Adiós a Europa, de Maria Schrader, es una película maravillosa sobre el escritor Stefan Zweig, quien huyó del nazismo para empezar una vida en Brasil es también una historia muy actual, teniendo en cuenta cómo está el Brasil de Bolsonaro. También me encantó una comedia italiana llamada Perfectos desconocidos, que plantea el conflicto que pueden generar los móviles con el derecho a la privacidad».
¿Sigue creyendo que el movimiento MeToo ha ido demasiado lejos?
Solo alerto de que debemos usar los derechos por los que hemos peleado duro con más cuidado. Estoy escribiendo un libro que se titulará Salvar el feminismo de las feministas. El feminismo de cuarta ola está llegando a un punto paralizante. Los hombres saben lo que no pueden hacer, pero se preguntan qué pueden hacer. Puede ser un poco castrante, pero no en el buen sentido.
Si pudiese hablar con la Pamela adolescente, ¿qué cinco consejos le daría?
Sé tú misma, sé tú misma, sé tú misma, sé tú misma, sé tú misma.
Y si tuviese que decir los tres hombres más interesantes que conoció en la mansión Playboy estos serían…
Hugh Hefner, por supuesto [solo le menciona a él]. Fue un pionero y ayudó a empoderar a tantas mujeres… me metió en una forma de vida que nadie más puede comprender. Estoy eternamente agradecida.
¿Qué aprendió allí útil para la vida?
Filantropía, arte, música y backgammon.
Si pudiese empezar su vida otra vez, ¿qué persona sería?
Ninguna otra. Estoy viviendo una aventura increíble .
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