¿A más crisis menos violencia machista?
2012 cierra con el balance más bajo de víctimas mortales
“El dato es bueno, el más bajo desde 2003, pero hay que tener muchísima prudencia y ver qué pasa en el futuro, si se consolida la tendencia a la baja”. La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández Oliver, se toma con cautela el balance de víctimas de las agresiones machistas en 2012: 46 casos comprobados y otros cuatro en estudio. Aunque se llegara al medio centenar, seguiría siendo el año menos malo desde que hay recuentos oficiales. Como es habitual, la mayoría de las víctimas mortales (38), no había denunciado.
Hernández no se atreve a sacar conclusiones del descenso. “¿La crisis? Es aventurado decirlo. También los años anteriores la había y la cifra subió”, plantea. Cree que otro indicador, como el total de denuncias, se mantendrá estable (63.000 en el primer semestre del año pasado y una media de 135.000 anuales desde 2009, puntualiza). En cuanto al descenso de llamadas al teléfono 016, asegura que solo se produjo en octubre y noviembre
Este punto de vista contrasta con el de su predecesor en el cargo, Miguel Lorente, para quien la crisis es uno de los tres factores que juegan en el descenso. “El primero es que la ley integral contra la violencia de género funciona. El segundo, es un clima político que evita la politización del problema y en tercer lugar, está la crisis económica”. Esta última cuestión es la que más preocupa a este experto.
Lorente asegura que el deterioro dificulta a las mujeres abandonar una situación de maltrato, ya que les resulta más complicado separarse en una situación económica precaria. Dado que el detonante de los homicidios suele ser la decisión de ruptura que toman las víctimas, el hecho de que ellas no se atrevan a dar el paso les puede salvar la vida, “pero siguen sufriendo el maltrato”. “Los recortes influyen para retener a las mujeres en situaciones de violencia”, asegura. De ahí que tema un eventual rebrote de las muertes cuando, en un horizonte de mejoría económica, las maltratadas dieran el paso de separarse de sus agresores.
“La crisis puede provocar un retraimiento en las denuncias por los problemas económicos de las víctimas”, apunta la presidenta de la Comisión contra los Malos Tratos, Susana Martínez. “Separarse duplica los gastos, hay que mantener dos casas”, añade. A su juicio, la mejoría de los datos de 2012 “no es relevante”. “El número de mujeres que sufre violencia y no denuncia es muy significativo. Los recortes no deberían afectar a esta materia, y están afectando”, asegura.
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