Los grupos se comprometen a derogar la ‘ley Wert’ en la próxima legislatura
La oposición salvo UPyD, UPN y Foro de Asturias firman el acta de defunción de una norma "insolidaria y elitista" a través de un acuerdo parlamentario
Con solemnidad y gestos graves la mayoría de los representantes de los ciudadanos que ocupan escaños de la oposición parlamentaria se han unido para una acción hasta ahora inédita. El rechazo a la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, LOMCE, ha unido a grupos distantes y distintos que se han comprometido a derogarla en la próxima legislatura y en el primer período de sesiones, en el supuesto de que tengan votos para hacerlo. Esta ley ha empezado su andadura parlamentaria después de que el Grupo Popular con su amplia mayoría haya rechazado las once enmiendas de devolución presentadas. Los diez grupos firmantes, por escrito y con foto incluida, quieren creer que las encuestas no están descaminadas y que el PP perderá la mayoría absoluta y que todos ellos juntos tendrán fuerza para derogar esta ley. No ha participado en el compromiso UPyD y los dos diputados de UPN y Foro Asturiano.
"Los grupos parlamentarios abajo firmantes acuerdan que en el primer periodo de sesiones de la próxima legislatura procederán a derogar la Lomce y paralizar de forma inmediata su aplicación, y trabajarán para elaborar una ley que cuente con el máximo consenso parlamentario y de la comunidad educativa", señala el texto que ha sido firmado en un salón del Senado, la comisión llamada de las Comunidades Autónomas, para darle el máximo realce posible. Los portavoces pergeñaron el acuerdo anoche y hoy lo han plasmado en este salón del Senado en cuya Cámara se desarrolla la labor del Congreso al estar el hemiciclo de la Cámara Baja en obras por restauración.
La firma y la foto han tenido el máximo nivel político. Por el PSOE ha estado su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba; por CiU, Josep Antoni Duran Lleida y Aitor Esteban por el PNV, ambos portavoces de sus grupos. Junto a ellos, Caridad García Álvarez, portavoz de Educación de Izquierda Plural (IU.ICV-CHA); Joan Tardá de ERC; Olaia Fernández Dávila del BNG; Pedro Quevedo de Coalición Canaria – Nueva Canaria y Mikel Errekondo de Amaiur. El compromiso también incumbe a Joan Baldoví de Compromis- Equo y a Uxue Barkos de Geroa Bai aunque no estaban en la Cámara Alta.
Sí han estado en el acto y en los prolegómenos los portavoces responsables de Educación que han llevado hasta ahora el peso de la oposición y así continuarán en los meses de tramitación que aún quedan con la presentación y defensa de enmiendas artículo a artículo. En esas enmiendas tratarán de plasmas sus principales objeciones a le ley que supone “un ataque a la igualdad de oportunidades, un retroceso en la equidad y en la calidad de la educación y una clara transgresión de las competencias de las comunidades autónomas”, señala el texto de los firmantes. La “alteración del sistema lingüístico educativo” es otra de las objeciones fundamentales de los grupos nacionalistas.
Ante esta avalancha de críticas y de gestos que acompañarán la ley hasta que sea aprobada hace frente la portavoz del Grupo Popular, Sandra Moneo, que no entiende “el rechazo que la libertad genera en el PSOE, porque la libertad de enseñanza no solo es un principio constitucional sino garantía de calidad y sin libertad no habrá calidad”. Moneo sostiene que a la oposición, singularmente al PSOE, solo le preocupa que haya escolarización entre los 3 y los 16 años sin tener en cuenta cómo y qué se enseña. El acuerdo es del todo imposible ante la disparidad de criterios y de visiones.
El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso ha asegurado que la Lomce incluye 70 de las 148 de propuestas que el PSOE incluyó en la pasada legislatura para el Pacto por la Educación. Los socialistas, como era de prever, no se ven reflejados. "No he contabilizado las propuestas, pero de lejos no son 70", contesta Mario Bedera, su portavoz de Educación. "Desde luego no han incluido ninguna de las nucleares. Han podido reinterpretar algunas propuestas y contarlas como nuestras. Por ejemplo, sobre la importancia de las nuevas tecnologías o de las lenguas. Pero, claro, si descapitalizas los programas para ir al extranjero, sirve de poco que sobre el papel digas lo necesario que es el inglés como subrayamos nosotros".
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