Los profesores de Baleares plantean una segunda semana “sin clases”
Más de 4.000 personas protestan en Palma de Mallorca El Gobierno rechaza la negociación y ataca “la politización de la educación”
Los sindicatos y asambleistas que el pasado lunes, 16 de septiembre, iniciaron una huelga indefinida en los colegios e institutos de Baleares se han marcado como objetivo continuar el paro, que pase otra semana más “sin que comiencen las clases”. Protestan contra los recortes, las nuevas leyes de autoridad y de veto de los símbolos en las escuelas y, especialmente, contra la implantación acelerada del trilingüismo, con clases en inglés al mismo nivel que el catalán y el castellano. Los sindicatos convocantes (STEI y CC OO) y la Asamblea de Docentes se reunirán el próximo lunes en el municipio de Inca para hacer balance de una protesta que no tiene visos de detenerse.
El Gobierno del PP se niega a dialogar o negociar con "una minoría" porque aplica, legítimamente, dice, sus promesas electorales avaladas por la mayoría en las urnas en 2011. El Ejecutivo responde a los ataques de los profesores y sus aliados y, a la vez, caldea más el ambiente y amplía los núcleos activistas en su contra. Aunque el poder cifra en un 11% el seguimiento de la huelga —el 55% de las plantillas, según los trabajadores—, más 4.000 personas con camisetas verdes en defensa de la escuela pública se concentraron a mediodía ante la sede de la Consejería de Educación y la marea verde colapsó la circulación una arteria importante de Palma. El presidente balear, José Ramón Bauzá, ha hoy hecho un llamamiento a los padres a que lleven el lunes a sus hijos a la escuela.
Pero, a la vez, profesores, padres y alumnos, con la adhesión de ciudadanos comprometidos, han salido hoy de nuevo a la calle en muchos puntos del archipiélago. Los líderes de CC OO, del nacionalista STEI y de la autogestionaria Asamblea de Docentes arengaron a la masa tras comunicar la nueva negativa del poder a atender sus demandas. Muchos participantes son ajenos a organizaciones sindicales o políticas.
El Ejecutivo balear del PP acusa a los huelguistas de “no querer negociar sino imponer”. Los protagonistas de esta persistente ‘marea verde’ y a la oposición de izquierdas y nacionalista son lacerados por el Gobierno por “politizar la educación”, usar prácticas de “agitación” y “crispar”, según los términos manejados por la consejera portavoz Nuria Riera. “No todo vale; valen los niños, los padres”, agregó Riera.
El líder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba trasladó su solidaridad con los profesores y padres de Baleares que batallan por la educación pública y sus derechos, según la líder balear socialista, Francina Armengol. El PP, al tiempo, celebró un acto de masas con cientos de militantes en la muralla de Palma, en un bastión de un antiguo cuartel, con la intervención del presidente Bauzá y del líder en Palma, José María Rodríguez. Este, exconsejero de Jaume Matas, está imputado por supuesta financiación irregular del PP.
El Gobierno Bauzá desdeñó la mediación del rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Llorenç Huguet, que se ofreció “para tender puentes” con los profesores en huelga y “evitar que se resienta todo el sistema por esta larga crisis”. El Gobierno “agradeció” el gesto a Huguet al día siguiente de que otras 4.000 personas se reunieran en el campus para solidarizarse con los huelguistas y sus demandas.
Diferentes alcaldes del PP, como Biel Serra de sa Pobla y Tomeu Cifre de Pollença, del sector regionalista del PP que no cuestiona la política lingüística tradicional, han apostado públicamente por el diálogo entre Gobierno y los profesores para acabar con la crisis y recuperar la normalidad en los centros sin clases y aulas vacías.
En ciudades medianas y comunidades pequeñas, así como en barriadas de ciudades mayores, las asociaciones de padres están movilizadas. En el centro Joan Veny i Clar de Campos, Mallorca, la escuela “se vacía” y los padres de suman a la protesta. Dos institutos de los más de 50 existentes de Baleares retornarán a la normalidad. Otros están sin un alumnos en sus dependencias desde el lunes 16 S.
Para Toni Baos, de CC OO, y Guillem Barceló, de la Asamblea de Docentes, la huelga “es exitosa” y "el objetivo es paralizar por completo la educación pública y una parte importante de los centros de la concertada". Los profesores en huelga han perdido 500 euros de su nómina en la primera semana. Las primeras jornadas de paro reconocen que el seguimiento fue muy alto. "Es algo que ya preveíamos, por lo que ahora lo que queremos es que se mantenga la huelga, aunque el seguimiento baje un poco", reseñaron los portavoces.
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