Un exalumno de los salesianos de Madrid denuncia a un cura por abusos en los noventa
La madre del denunciante asegura que en 1998 fue a hablar con el director pero que este "no hizo nada"
Un exalumno del colegio salesiano San Miguel Arcángel, en el Paseo de Extremadura de Madrid, ha denunciado ante la policía al antiguo profesor y sacerdote Marcelino Antón por abusos sexuales en 1993. Por entonces, el denunciante tenía 10 años, pero no relató lo sucedido hasta que tuvo 15, mientras cursaba segundo de BUP, en 1998. Su madre cuenta que fue a hablar con el director del centro. "Le pregunté qué estaba pasando y no me negó los hechos. Se quedó callado. Tampoco apartó a Marcelino", relata la madre. Durante años, cuenta, se ha arrepentido de no haber ido a denunciar a la justicia civil, pero "la presión y el miedo" a hacer más daño a su hijo pudieron con ella. Con el tiempo han pensado en sacar su caso a la luz y ahora, con los casos que los medios están publicando, se han animado a dar un paso adelante.
"Llevo años intentando que alguien me escuche", reconoce Matías (nombre supuesto del denunciante). Asegura que, después de que su madre se reuniese con el director, notificó los abusos al colegio en dos ocasiones más. "Pensaba que podía haber más niños que podían estar sufriéndolos", justifica. La primera, hace dos años, y la segunda hace unos meses, a raíz de las noticias sobre la pederastia en la Iglesia. La supuesta víctima escribió a EL PAÍS y a la orden relatando los hechos. Hace unas semanas, además, fue a una comisaría. La orden salesiana afirma que cuando Matías les escribió un correo pusieron en marcha el protocolo antiabusos: apartaron a Antón de su puesto y abrieron una investigación. También le propusieron una cita con el actual director, José Luis Riesgo, pero el denunciante la rechazó. Antón, contactado a través de la orden, rechazó hablar con este periódico hasta que finalice el proceso.
"Nos pedía que le mordiéramos la barba y en clase, con la excusa de que nos sentáramos bien en el pupitre, nos tocaba debajo de la ropa", asevera Matías. Normalmente, dice, los viernes por la tarde algunos alumnos se quedaban en clase para resolver dudas. "En una ocasión, mientras estaba atendiendo a un compañero, se bajó los pantalones. Entonces, salí corriendo del aula", explica.
Además de denunciar abusos sexuales, ha incluido en la denuncia maltratos físicos de Antón y de dos profesores más. Entre ellos, otro sacerdote. "Varios alumnos abandonaron el centro por los golpes de ese cura", relata en la denuncia. La supuesta víctima describe a Antón como un hombre corpulento. "Era un armario y tenía mal genio. Cuando se enfadaba te pegaba", narra. Cuando Antón le golpeaba en la cara, explicó en la comisaría, le dejaba una marca en el rostro que "podía durar horas". En los años noventa el acusado salió en un reportaje de La 2 de Televisión Española junto con el director pedagógico del colegio, hablando de las actividades que realizaban los niños en el centro.
El sacerdote fue enviado en 2014 a la parroquia de Mohernando (Guadalajara) por seis años, donde ha estado en contacto con menores en campamentos y convivencias hasta que los superiores lo han apartado. En Internet puede verse al acusado (en fotografías de comienzos de 2019) dando charlas rodeado de menores en las instalaciones salesianas de El Encinar y Farm Camp que la orden tiene en Mohernando y donde organiza encuentros periódicos con niños. No ha sido el único traslado del cura en los últimos años. Cuatro años después de la supuesta denuncia de la madre al director del colegio, Antón fue nombrado vicario parroquial de San Benito (Madrid) y siguió siendo profesor en el centro.
Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es.
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