Condenan a dos años de prisión a un cura de Málaga que guardaba más de 400.000 imágenes de pornografía infantil
La Fiscalía solicitaba nueve años de cárcel para el hombre, pero un acuerdo previo al juicio, que se iba a celebrar esta mañana, ha rebajado la cifra.
Un sacerdote ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de pornografía infantil. El hombre residía en Málaga, donde se trasladó en 2017 procedente de Coslada (Madrid). En su piso, la Policía Nacional encontró material informático que incluía más de 400.000 imágenes y vídeos de menores desnudos —que compartía a través de internet con otros usuarios— además de muñecos de apariencia realista de menores y prendas de ropa de niño. La Fiscalía solicitaba nueve años de prisión para el cura, pero esta mañana ha llegado a un acuerdo con la defensa del acusado para una condena de dos años de prisión y otros dos de libertad vigilada. El Obispado de Málaga suspendió al cura en 2018 tras conocer su detención y en un comunicado pidió “perdón a las posibles víctimas”.
El condenado fue detenido por la Policía Nacional en verano de 2018 en el marco de la Operación Sandrina, en el que fueron arrestados otros tres hombres. El organismo de Estados Unidos que se encarga de denunciar canales que comparten pornografía infantil alertó de la existencia de una serie de direcciones IP con conexiones en la provincia de Málaga. Una de ellas era de una casa donde vivía una mujer anciana y la investigación permitió comprobar que era su hijo, que residía en la vivienda contigua, poseía y distribuía pornografía infantil.
El hombre residía en Coslada, donde era profesor de instituto, pero en 2017 se mudó a la capital malagueña para cuidar de su progenitora. Residía a su lado, en otro piso, pero utilizaba la dirección IP de su madre para conectarse a internet. Cuando los agentes registraron los inmuebles, encontraron muñecos “de apariencia realista”, según reflejaba la acusación fiscal que recoge Europa Press, así como ropa de talla pequeña. También había diversos equipos informáticos y numerosos dispositivos de almacenamiento masivo. Su análisis posterior permitió determinar que acumulaban más de 400.000 imágenes y vídeos. La Fiscalía relata que había “numerosas grabaciones en la playa enfocando a niños, imágenes de menores posando sin ropa y vídeos tomados con cámara oculta en baños, entre otros contenidos de tipo pornográfico”.
Tras su detención en agosto de 2018, el Obispado de Málaga suspendió de manera cautelar al sacerdote. En un comunicado, pedía “perdón a las posibles víctimas” e invitaba a todos los fieles a orar por ellas, por sus familias, por la Iglesia, sus ministros y colaboradores, y también por la conversión de quienes cometen tan execrables hechos”. Meses después, en enero de 2019, el clérigo fue detenido de nuevo e ingresó en prisión. El análisis del material informático hallado en su domicilio incluía también imágenes del cura en los que realizaba supuestos tocamientos a niñas durante su sacerdocio en Madrid y, por ello, fue arrestado y puesto a disposición judicial. El juzgado de instrucción número 12 determinó entonces su ingreso en prisión.
El juicio se iba a celebrar esta mañana en la Ciudad de la Justicia de Málaga. El Ministerio Fiscal solicitaba nueve años de prisión por un delito de tenencia, producción y distribución de pornografía infantil de notoria importancia, sin embargo, un acuerdo con la defensa ha rebajado la pena hasta los dos años de cárcel, así como otros dos de libertad vigilada, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Además, el condenado no podrá desempeñar ningún tipo de empleo o cargo público relacionado con menores de edad.
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