Las ventas de medicamentos repuntan tras la caída en la pandemia
Los tranquilizantes se estancan tras dispararse en lo peor de la covid, mientras los antibióticos recuperan parte del mercado perdido
En la mayor crisis sanitaria del último siglo, la venta de fármacos se desplomó. Puede sonar paradójico, pero era casi inevitable: con todos los recursos del sistema focalizados en la covid, se descuidó la atención de otras muchas enfermedades. Esa caída en la venta de medicamentos de los años de pandemia se han recuperado en 2022, según un estudio que ha publicado este martes la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles.
El Observatorio del Medicamento (que se refiere exclusivamente a los fármacos con receta dispensados en oficina de farmacia) muestra que la venta subió un 5% el año pasado, algo que se puede explicar por la progresiva vuelta a la normalidad de las consultas de atención primaria, donde se recetan buena parte de estos productos.
Un ejemplo son los antibióticos, cuyas ventas bajaron un 14% en la pandemia y en 2022 crecieron un 7%. “No se ha recuperado del todo, pero los médicos empiezan a ver enfermedades infecciosas en las que tienen que dar estos medicamentos. No sucede como en otros recurrentes, como puede ser en cardiología, donde lo que se hacía era renovar la medicación. Para los antibióticos hay que ir al médico y en aquella época se iba poco o no se iba”, explica Enrique Granda, editor del documento.
Mientras los antibióticos caían, otros, como los que tienen que ver con el sistema nervioso central (donde se enmarcan los tranquilizantes), se disparaban a causa indirecta de la covid. Aunque siguen creciendo, lo hacen de forma muy leve, apenas un 1% en 2022, lo que en opinión de los autores es un indicio de la recuperación de la normalidad.
Entre los medicamentos que más crecen en términos relativos están las vacunas. Esto responde, según Granda, a una dinámica similar a la de los antibióticos. Los padres han vuelto a las consultas y los médicos las recetan, si es que están disponibles en farmacias. Esto sirve, según Granda, para reforzar las campañas de vacunación programadas. “Mucha gente recibe la notificación de las vacunas, que no gestiona el pediatra, sino el servicio de salud pública, y no va. Pero si se la receta el médico sí acude a retirarla a la farmacia”, explica. También hay vacunas que caen, como la de la gripe (un 10%), “debido a la baja disponibilidad” en las boticas.
También han crecido los que sirven para tratar el aparato digestivo y el metabolismo, impulsados por las insulinas y otros productos para la diabetes, que tienen un “fuerte impacto económico”. Suben asimismo las hormonas, que han tenido un importante papel en la pandemia.
El descenso más acusado es el de los deshabituantes del tabaco. Los dos que se comercializaban (Champix y el Zyntabac) llevan meses fuera del mercado por la presencia en ambas formulaciones de nitrosaminas, un compuesto considerado cancerígeno y que en ocasiones surge como subproducto de los procesos de síntesis química de los medicamentos. El observatorio augura que la tendencia se revertirá este año gracias a la financiación del Todacitan, lo que permite desde febrero que los médicos vuelvan a recetar fármacos para dejar de fumar.
No bajan, pero tienen un crecimiento muy limitado, los medicamentos para los órganos de los sentidos como otológicos y colirios, así como los dermatológicos (entre los que se incluyen los del acné). “En estos casos podría explicarse por el alejamiento social que ha supuesto la pandemia, que se ha mantenido en alguna medida”, reza el informe.
“Según la evolución actual del mercado, estimamos que continuará el crecimiento, aunque mucho más limitado que en meses anteriores, ya que en el año 2022 se produjo una recuperación a partir de octubre y, los crecimientos en la comparación mes a mes, serán menores”, concluye el observatorio.
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