Los creadores de ‘La que se avecina’ se pasan a Netflix con ‘Machos Alfa’, una serie sobre las nuevas masculinidades
Laura y Alberto Caballero estrenarán en la plataforma su nueva comedia, con una primera temporada de 10 capítulos de 30 minutos
Son los responsables de algunas de las comedias televisivas españolas más exitosas de las últimas dos décadas. Tras años bregando en las cadenas en abierto, los hermanos Laura y Alberto Caballero, creadores de Aquí no hay quien viva, La que se avecina y El pueblo, pondrán en pie su próximo proyecto en Netflix. La comedia Machos Alfa, producida por Contuberniofilms, tendrá una primera temporada de 10 capítulos de 30 minutos cada uno. Su trama explorará las nuevas masculinidades y cómo cuatro amigos cuarentones se enfrentan a la pérdida de los privilegios que su condición de hombres solía traerles y a los cambios que trae una sociedad donde se impone la igualdad.
El origen de esta serie se remonta a los primeros tiempos de la pandemia. Tras el confinamiento más estricto, consiguieron rematar las grabaciones de La que se avecina pero todavía no podían rodar El pueblo por las dificultades que traían los viajes entre comunidades autónomas. Aprovecharon ese parón para desarrollar nuevas series. Uno de esos proyectos lo traía la guionista Araceli Álvarez de Sotomayor y estaba protagonizado por mujeres de unos 40 años. “Pensamos que había llegado un momento en el que, quizás, había una saturación, aunque estupenda, de series de chicas, con visiones femeninas y muy bien contadas. Nos planteamos qué podíamos aportar y creímos que la hoja de ruta del feminismo y la mujer está clara, pero la del hombre no”, cuenta Alberto Caballero en una sala de reuniones de las oficinas que Netflix tiene en el paseo de la Castellana en Madrid. “Empezamos a investigar sobre la nueva masculinidad y nos pareció que podía ser interesante ver cómo está reaccionando el hombre a estos cambios, qué significa ser un hombre adaptado a los tiempos. Qué pasa si unos personajes criados dentro de una estructura social patriarcal y una cultura machista, una generación puente como la nuestra, afrontan esos cambios que son bastante bestias”.
Para ello, los guionistas, dos hombres (Alberto Caballero y Daniel Deorador) y dos mujeres (Laura Caballero y Araceli Álvarez de Sotomayor), una paridad buscada conscientemente para mantener el equilibrio en el punto de vista, han construido unos personajes con diferentes grados de sensibilidad a la transformación social. “Los hemos lanzado a sufrir en sus carnes estos cambios de poder en general, económico, sexual… y cómo todo eso les tiene que redefinir”, explica el guionista y productor. Junto a los personajes masculinos estarán las mujeres, las que realmente harán que la historia avance y que fuercen los cambios.
Evitamos ser un panfleto profeminista o que sea una reivindicación del machirulo clásico
Aunque en un primer momento se plantearon convertir esta idea en una película, terminaron descartándolo. “La serie es algo contemporáneo sobre algo que está sucediendo, no trata de posicionarse sino de contar, en tono de comedia realista, lo que estamos viviendo todos. Evitamos ser un panfleto profeminista o que sea una reivindicación del machirulo clásico”, añaden los guionistas.
Con dos décadas de trayectoria en las televisiones en abierto y una fuerte relación en los últimos años con Mediaset, puede sorprender el paso de los hermanos Caballero a Netflix. “En su momento, la plataforma nos transmitió sus ganas de trabajar juntos. Esto históricamente no había sido posible por el tipo de acuerdo que teníamos con Mediaset. Pero ese acuerdo se ha normalizado y ahora nos permite trabajar con otras plataformas. Netflix acababa de incorporar Aquí no hay quien viva a su muestrario y les fue muy bien, eso, en parte, ha ayudado”, explica Alberto Caballero. Cuando les presentaron opciones con las ideas que tenían, no dudaron en elegir esta historia. Para los guionistas y productores, esta aventura supone salir de su zona de confort. “Cuando llevas tiempo en la industria, necesitas buscar tus resortes para no acomodarte y desvalorizarte, encontrar otra cosa te da vidilla”, reflexiona el guionista.
Pregunta. ¿Cómo se van a tomar todo esto en Mediaset?
Alberto Caballero. Muy bien, porque quieren que seamos felices. Ahora mismo podemos tener el lujo de estar en Netflix porque Mediaset accedió en su momento. Son muchos años, muchos años de éxito, una relación de amistad casi personal con Paolo [Vasile, consejero delegado de Mediaset España], hemos podido producir gracias a Mediaset, que apostó en su momento por nosotros, y la relación con ellos ha sido maravillosa. Esto no significa que sea una cosa o la otra, solo nos apetecía dar el salto a otra experiencia, otro lenguaje, y queríamos hacerlo con los mejores. Creo que ellos estarán felices porque la tele convencional es consciente del cambio de paradigma que afecta fundamentalmente a la ficción. Hay historias y formatos cuyo espacio natural es una plataforma, no una tele convencional.
P. ¿Lo saben ya?
A. C. Somos muy discretos con nuestras relaciones y muy cuidadosos con las informaciones. Pero si no lo saben, se lo imaginan. Es un espacio natural y, de alguna manera, se entienden muy bien. Aquí no hay quien viva está en Netflix y La que se avecina, en Amazon. Las televisiones tradicionales se están convirtiendo en unos estudios y, paralelamente, en toda la parte de ficción han podido llegar a una simbiosis y un entendimiento con las plataformas y nadie sale perdiendo. Y nosotros salimos ganando, por supuesto, y toda la industria. Cuantas más series se hagan, más saldremos ganando todos. Cuanto más practiquemos, mejores seremos.
Esta noticia llega justo cuando los Caballero están en mitad de la mudanza de La que se avecina: la serie tuvo que abandonar los platós donde se rodaba y ahora se ha trasladado a un nuevo “centro de trabajo”, adonde trasladaron el contenido de los 25 tráilers con material acumulado de estos años. Desde enero construyen allí los decorados que acogerán el rodaje de las temporadas 13ª, 14ª y 15ª, ya confirmadas por Mediaset. También tienen asegurada otra entrega de El pueblo. “Se junta todo, pero hay cosas a las que no puedes decir que no, el curro a veces viene de golpe”, dicen.
Capítulos de 30 minutos
Otra novedad para los hermanos Caballero será el formato de comedia de 30 minutos tras años con capítulos que superaban los 70 u 80 minutos. “A la hora de escribir es más fluido y menos complejo que hacer series tan corales y tan largas”, dice Alberto. “Muchos capítulos de La que se avecina o El pueblo parecen dos en uno, hay un punto en el que podrías dividirlos”, añade Laura Caballero. “En realidad era el formato en el que nos hubiera gustado escribir todo lo que escribíamos, el ritmo no es tan diferente a lo que hemos estado haciendo en La que se avecina en un extremo o El pueblo en el otro. En ese equilibrio entre serie urbana muy enloquecida y el ritmo de España vacía se va a situar Machos Alfa”, completa Alberto.
En la oficina de Netflix, los Caballero son recibidos como estrellas del rock. Aseguran que, aunque no hayan empezado aún a rodar y lleven poco tiempo con ellos, ya han encontrado diferencias en cómo se trabaja para cadenas en abierto y para una plataforma como Netflix. “Primero, notas cambio en que tu destinatario es diferente. Cuando nos llaman a nosotros, lo hacen con el objetivo de hacer algo que lo vea mucha gente, somos plenamente conscientes de eso, pero cambia el objetivo que tiene quien te contrata. Un proyecto lo valoran en función del efecto que pueda tener, más que por tener un público objetivo muy amplio”, explica Alberto Caballero. También hablan de cambios en la libertad que les dan, aunque aseguran que nunca han tenido problemas en ese sentido con los canales en abierto. “Y notas la implicación de mucha más gente en el origen del proyecto”, dice Alberto. “Y con mucha ilusión, eso me ha encantado. En otros sitios es todo más neutro”, añade Laura. Pero, sobre todo, vivirán más tranquilos, sin estar pendientes del dato de audiencia. “Eso sí, como llevas toda la vida haciendo eso, con los piques de contra quién vamos, si nos cambian de día, si cambian al competidor… Ahora pierde emoción”, bromea Alberto Caballero.
Tenemos experiencia a la hora de meternos en charcos, pero la ventaja de los charcos es que tienes que ser muy torpe para ahogarte
Además, deberán tener en mente que el público de Netflix no está solo en España, también en otros 189 países, con un público potencial de 220 millones de espectadores. “Lo tenemos en cuenta, el tipo de humor de las otras series está en un punto muy radical en el que nunca podrías empezar una serie”, dice Laura Caballero. “De todas formas, al preguntar sobre Netflix hemos visto que, para que una serie triunfe globalmente, tiene que triunfar antes en su país. Hemos intentado mantenernos fieles en cuanto al tipo de serie que queríamos hacer. Pero en el acabado final, en el diálogo y el chiste concreto, hemos intentado alejarnos de localismos, que es algo que llevamos haciendo desde hace tiempo”, añade su hermano.
Dado su historial con el humor, donde se han metido en todos los charcos posibles, no tienen miedo a enfangarse con temas como las nuevas masculinidades y el papel del hombre y la mujer en la sociedad actual. “Tenemos experiencia a la hora de meternos en charcos, pero la ventaja de los charcos es que tienes que ser muy torpe para ahogarte. Es un charco, no un mar embravecido. Y parte de la ficción tiene que tratar estos temas. La comedia es el mejor instrumento desde el punto de vista de parodiar situaciones que se están dando en la sociedad”, dice Alberto Caballero. “Y es una herramienta para educar. Gracias a la comedia, no sientes que te están dando una lección ni posicionando ni nada”, remata Laura Caballero.
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