Cae en Estados Unidos el líder de una banda peruana acusado de asesinar a 23 personas
El mes de julio la justicia peruana emitió una alerta internacional con el fin de capturar a Gianfranco Torres-Navarro, huido en Nueva York
El mito cuenta que tiene tatuado en su cuerpo los 23 nombres de las 23 personas que asesinó y que pensaba encontrar en Nueva York el anonimato que su rastro criminal había dejado en Perú. Pero su pasado lo persiguió hasta que fue detenido esta semana. Gianfranco 23, el sobrenombre por el que se conoce, y su pareja, la joven tiktoker que alardea en redes de bolsos caros, no son los personajes de un thriller, sino el sicario peruano Gianfranco Torres-Navarro y su novia Michelle Sol Ivanna Ortíz Ubillús, capturados en Nueva York por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El pasado mes de julio la justicia peruana emitió una alerta internacional con el fin de localizar al líder principal de Los Killers de Ventanilla, una banda criminal dedicada a la extorsión de empresas constructoras en la provincia peruana de Callao, a unos 30 kilómetros de Lima.
Torres-Navarro, de 38 años y temido por todos en los círculos donde se movía, fue arrestado en Endicott, a unos 233 kilómetros al noroeste de la ciudad de Nueva York, y ahora se encuentra en un centro de detención federal cerca de Buffalo, a la espera de una audiencia de inmigración. Ortíz Ubillús, de 30 años y con más de seis mil seguidores en TikTok a los que muestra sus carteras y outfits de diseñador, está ahora en un centro de procesamiento de Pensilvania. Él es el responsable de cometer más de dos docenas de crímenes, y ella ha sido descrita por las autoridades peruanas como su pareja, su testaferro y su lugarteniente, como indica El Ministerio Público.
Franco Moreno, jefe de la División de Investigaciones de Delitos de Alta Complejidad de Perú, dijo en una ocasión al programa Día D que Torres-Navarro y su pareja “no querían que tener competencia”. “Creían que el Callao y Ventanilla les pertenecía, estaban poniendo reglas a través de balazos, bombazos, granadas, asesinatos, muertes”, aseguró.
En julio, las autoridades peruanas detuvieron en varias redadas a seis presuntos miembros de Los Killers, quienes fueron acusados de homicidio, asesinato por encargo y extorsión. La Policía Nacional del Perú y la Fiscalía aseguraron que habían desactivado la banda, que desde 2022 opera realizando extorsiones y sicariatos en el Callao. Torres-Navarro, sin embargo, pudo escapar.
Gianfranco 23 salió rumbo a Estados Unidos. Entró en el país el pasado 16 de mayo de manera ilegal y con documentos falsos a través de la frontera de Texas. Acababa de asesinar al expolicía de 62 años César Pascual Quegua Herrera, quien trabajaba como guardia en el famoso restaurante El Tronco. Herrera recibió tres disparos al intervenir después de que cuatro sicarios entraran al establecimiento para asesinar a un funcionario público. El 8 de julio, las autoridades estadounidenses recibieron la notificación de que Torres-Navarro estaba buscado por la justicia peruana. El 14 de agosto pudieron capturarlo.
“Gianfranco Torres-Navarro representa una amenaza significativa para nuestras comunidades, y no permitiremos que Nueva York sea un refugio seguro para extranjeros peligrosos”, dijo Thomas Brophy, director de operaciones de expulsión de la oficina del ICE en Buffalo.
“Es un delincuente de alta peligrosidad”
Antes de fundar y ser el líder de Los Killers, Torres-Navarro fue parte de la organización criminal Los Malditos de Angamos, que también extorsionaba en la zona a empresas constructoras y que fue desarticulada en 2018 por la Policía Nacional y el Ministerio Público. En ocasiones anteriores, Torres-Navarro había sido detenido y luego puesto en libertad.
En 2019 fue condenado en rebeldía a 10 años de prisión por tenencia ilícita de armas. En 2021, tras permanecer prófugo de la justicia, fue detenido en un puesto de control de peaje cerca de Lima. Desde la cárcel siguió al frente de su banda y más tarde fue absuelto por las autoridades.
“Es un delincuente de alta peligrosidad que se creía intocable. Responsable de 23 asesinatos, incluyendo a otros líderes de bandas que terminaron muertos junto a sus familias, todo con el fin de incrementar su liderazgo criminal”, dijo Moreno a la agencia AP.
La Policía peruana tuvo acceso a varios audios que confirman algunos de los crímenes cometidos por Torres-Navarro y la prensa peruana hizo pública la grabación en la que el líder de la banda criminal admite el homicidio de una persona: “Quien mató a Ulises de las Casas fui yo. Gracias a mí, ustedes tienen el sindicato”.
Según la información difundida, la banda se dedicaba al cobro de cupos en obras de construcción, o sea, exigían pagos a cambio de permitirles trabajar. Mientras Torres-Navarro operaba las extorsiones y los asesinatos a obreros de la construcción que no pagaban cupos o la aniquilación de miembros de otras bandas, se dice que su novia recaudaba el dinero. La joven, nombrada también La Sicariona, tendría denuncias por lesión dolosa, acoso sexual y violencia psicológica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.