Alcaraz progresa pendiente de su rodilla
El número uno, tocado de la articulación izquierda, resuelve su estreno en Bercy ante el japonés Nishioka (doble 6-4) y aguarda en los octavos al búlgaro Dimitrov
Volvía Carlos Alcaraz al escenario que el año pasado lo despidió de uñas, el Palais Omnisports de Bercy, que ahora lo recibe con honores y aplaude la victoria: doble 6-4 (en 1h 12m) frente al japonés Yoshihito Nishioka, que le puso mucho empeño al principio y luego, al ver que no había forma de hincarle el diente al rival, se dejó sencillamente llevar por la inercia. Hoy por hoy, hace falta mucho más para rendir al español, que luce el número uno del circuito y apura una temporada a todo trapo, al sprint y sin resuello desde el primer día. Se nota, por tanto, la erosión de tanta tralla y tantos partidos; figuran ya 68 en el contador, distribuidos en 17 torneos y el doble compromiso en la Copa Davis, en febrero (Marbella) y septiembre (Valencia). A estas alturas, Alcaraz compite contra los demás y a la vez mira de reojo a su chasis.
El murciano, de 19 años, saltó a la pista parisina con unas cintas protectoras en la rodilla izquierda, la misma que le obligó a hacerse una exploración antes de competir en Bercy. “No es nada serio, estoy bien”, tranquilizaba hace tres días en el preámbulo del torneo. “Este año he jugado mucho y a final de temporada todos los jugadores tenemos algún problema”, relativizaba el de El Palmar, al que los éxitos y su esplendoroso despegue profesional le han obligado a permanecer en la pista como pocos; de hecho, solo el griego Stefanos Tsitsipas (79) y el canadiense Felix-Augger Aliassime (78) han disputado más encuentros que él (68), al que todavía le quedan pendientes otras dos citas más: la Copa de Maestros (en Turín, del 13 al 20 de noviembre) y el desenlace de la Davis (en Málaga, del 22 al 27).
“Ahora salen a la luz los problemas físicos y es normal, me encuentro bien. Hay que lidiar con ellos y mostrar la mejor versión posible”, repite el gobernador más precoz de la historia, que al coronarse el 11 de septiembre en Nueva York superó al australiano Lleyton Hewitt, su predecesor, encumbrado en 2001 con solo 20 años y nueve meses.
Mima Alcaraz la articulación y se conciencia para una recta final exigente en la que deberá apretar los dientes. No le forzó en exceso Nishioka, que discutió el primer parcial y se resignó en el segundo, consciente de que en un momento u otro el pulso iba a caer hacia el otro lado. El japonés (27 años, 38º de la ATP) arañó una rotura al principio, pero el murciano contragolpeó con dos para allanar la victoria y rubricó una tercera en la resolución; suficiente para decantar un partido en el que dosificó en los apoyos para prevenir males mayores y en el que no necesitó pisar de verdad el acelerador.
Un récord de 3h 31m
Decidió el número uno con 30 golpes ganadores, por los siete del rival, y con nueve aces. De esta forma, se enfrentará este jueves en los octavos (hacia las 13.00, Movistar y #Vamos) al búlgaro Grigor Dimitrov (6-0 y 7-5 al italiano Fabio Fognini), y retendrá el trono mundial al término de la semana gracias al tropiezo de Rafael Nadal, inferior e irreconocible en la reaparición contra el estadounidense Tommy Paul. Satisfecho, Alcaraz desembarcó en la misma ronda que alcanzó hace un año, cuando cayó contra Hugo Gaston.
“Felices 23. Te quiero mucho, Álvaro”, le dedicó a uno de sus hermanos antes de retirarse al vestuario con el deber cumplido. “Diría que he jugado realmente bien. Por supuesto que debo mejorar muchas cosas de cara a la siguiente ronda, pero un debut nunca es fácil. Tengo que acostumbrarme a estas condiciones porque son distintas a las de Basilea, pero creo que he sacado bien [85% de puntos con los primeros], he ido bien a la red [11 aciertos en 12 subidas] y también lo he hecho bien desde la línea”, expuso a la vez que dijo no haber percibido un cambio especialmente reseñable en los rivales por jugar contra él, el nuevo rey: “No demasiado, diría que son algo más agresivos”.
Antes de que Alcaraz interviniera cayó el campeón de 2020, el ruso Daniil Medvedev (6-4, 2-6 y 7-5 con Alex de Miñaur), y Aliassime tuvo que emplearse a fondo ante Michael Ymer (6-7(8), 6-4 y 7-6(6). De hecho, ambos protagonizaron el partido a tres sets más extenso en la historia del torneo, 3h 31m; la plusmarca absoluta corresponde al envite en la final de 1991 entre Pete Sampras y Guy Forget, resuelto en cinco, tras 3h 43m. El griego Tsitsipas, mientras, progresó al vencer sin contratiempos a Daniel Evans por 6-3 y 6-4, en la línea del norteamericano Frances Tiafoe (6-3 y 7-5 contra Jack Draper).
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.