El Real Valladolid reprende a Pezzolano por “generalizaciones negativas” ante casos “aislados” de xenofobia

El culebrón Pezzolano sigue resonando en Valladolid. El Real Valladolid ha reprendido a su entrenador tras asegurar este en una entrevista al medio uruguayo Sports 890 que había recibido comentarios racistas como “Sudaca, vete a Uruguay” y asegurando que es una “ciudad muy particular”. La entidad ha emitido un comunicado sobre esos “episodios aislados de xenofobia que ha sufrido, ataques que el Real Valladolid condena rotundamente como siempre ha hecho ante cualquier muestra de intolerancia”. Además, ha reprendido al técnico ante esa generalización percibida en sus palabras, pues el club “rechaza cualquier opinión respecto a posibles tintes xenófobos de nuestra afición, así como generalizaciones negativas sobre la ciudad. Los incidentes aislados que se han producido no pueden emborronar mínimamente la ejemplar convivencia”.

La controversia llega después de que haya circulado por las redes sociales y posteriormente por los medios de comunicación locales una entrevista donde el entrenador explica esa tirante relación con la hinchada. En el diálogo, Paulo Pezzolano admite que en alguna ocasión individuos aislados le exclamaron “Sudaca, vete a Uruguay” y aseguró que Valladolid “es una ciudad muy particular” en cuanto a que por las calles recibía mayoritariamente cariño pero que en el estadio escuchaba resonar el cántico “Pezzolano, dimisión”. “Eso ha hecho que mi staff y yo hayamos redoblado esfuerzos, demostrando ese carácter de rebeldía que tenemos los uruguayos y que nos hacen diferentes al resto. Decidí echar sobre mí todo lo malo que hubiera, para proteger a los jugadores, porque también algunos fueron pitados”, ha argumentado el charrúa, quien también habló bien de la calidad de vida en Valladolid y dejó buenas palabras para la mayoría de los habitantes.

El revuelo generado sobre esa aparente generalización ha propiciado la respuesta del gabinete de comunicación del club. El mensaje incide en lamentar esos “episodios aislados de xenofobia” pero “rechaza cualquier opinión respecto a posibles tintes xenófobos de nuestra afición, así como generalizaciones negativas sobre la ciudad. Los incidentes aislados que se han producido no pueden emborronar mínimamente la ejemplar convivencia”. Este jueves por la mañana, antes de entrenar, Pezzolano ha hablado informalmente con periodistas de Radio Marca Valladolid y de Cadena Ser Valladolid para argumentar que no quería generalizar, sino señalar esos casos padecidos puntualmente. La polémica convirtió “Fachadolid” en una tendencia en redes sociales y ha provocado que el alcalde, Jesús Julio Carnero (PP), haya defendido la “tolerancia” característica de la ciudad.

El Real Valladolid también ha aludido a unas palabras de su preparador en dicha entrevista, cuando expresa sus sospechas de que el presidente y máximo accionista, Ronaldo Nazario, podría vender el club. “En ningún caso corresponde al técnico valorar, comentar, juzgar o informar acerca de las operaciones que se puedan llevar a cabo sobre la propiedad de la entidad. El presidente de nuestra entidad ya explicó en las celebraciones por el ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional que tiene ofertas sobre la mesa y que sopesará en estos días su decisión al respecto, siempre con la prioridad de tomar el mejor camino para el Real Valladolid y sus aficionados”, destaca el comunicado publicado en la página web del Pucela.

La respuesta del club llega tras varios días intensos en cuanto a la relación de Pezzolano con la afición. Pese a ascender el domingo en casa, la grada coreó el habitual “Pezzolano dimisión” y este alzó los brazos y se llevó la mano al oído. Después, en la celebración del ayuntamiento, él mismo agarró el micrófono e inició, muy exaltado, el cántico. El entrenador tiene firmado un año más de contrato como cláusula automática en caso de ascenso. El equipo disputa este domingo en Tenerife el último choque de Segunda donde no se juega nada más que acabar la temporada como líderes pese a todo el ruido en torno a su banquillo.

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