Jorge Martín y Pecco Bagnaia, un ‘déjà vu’ por el título

Jorge Martín y Pecco Bagnaia se conocen muy bien, tanto que parece imposible que puedan despegarse en su pelea por el título de MotoGP. La sensación de déjà vu resulta inevitable para quienes fueron compañeros de litera en el Aspar, de adolescentes en Moto3. Soñaban con estar entre los mejores, donde están ahora, aunque nunca imaginaron que la gran batalla se libraría entre los dos. En 2023, la segunda mitad del campeonato se convirtió en un duelo muy apretado entre ambos. Nadie más. El italiano no pudo revalidar su corona hasta la última prueba, y desde entonces intercambian golpes, físicos y morales, cada fin de semana.

En el GP de Austria, escenario propicio para ambos, los referentes de Ducati inician la segunda mitad de curso separados por tres puntos. Martín lidera la tabla llegados a un circuito donde el año pasado veía muy lejos la posibilidad de ganar el título. Llegó con 41 puntos de desventaja y vio como Bagnaia hacía el pleno en el trazado de Spielberg y se escapaba a 62, todo un mundo. “Aún está todo muy abierto”, aseguraba el español, tercero el viernes en una práctica dominada por el italiano. Él no descarta, ni mucho menos, a los otros dos perseguidores en la tabla, Enea Bastianini y Marc Márquez —a 49 y 62 puntos del líder—.

“Lo que trato de hacer es dar mi cien por cien. Ya sea por un podio o un quinto puesto. No me fijo en el Mundial, que queda muy lejos. Si piensas demasiado en ello, puedes perder puntos. Hay que analizar cada situación, y si tienes opción de victoria, ir a por ella. De lo contrario, se trata de mantener la calma”, comentaba sobre su plan de acción en esta especie de reinicio del certamen. Aquí, en 2021, durante su temporada de debut en la categoría reina, logró su primera victoria. “Liderar ahora el Mundial no es demasiado importante, esto es como empezar de cero una vez más. Quedan diez carreras y solo hay tres puntos de diferencia”, dice el vigente campeón, que tampoco se fía del perfil bajo de los otros dos candidatos.

Hay otras diferencias notables respecto al año pasado. Martín ya sabe lo que es competir por un título hasta la última curva, y esa mochila ahora pesará menos. El madrileño, a sus 26 años, ha insistido este curso en su preparación psicológica, trabajando mucho en la confianza y la autoestima, además de aprender a desconectar del ruido mediático. “Ahora soy mejor piloto, y por eso estoy mejor posicionado”, decía en Spielberg. Hay otra losa que se ha quitado de encima: su futuro lleva meses resuelto, desde antes del parón veraniego, y aunque Aprilia no fuera su opción número uno, ha podido dejar de pensar en ello. En el pasado, su ansia por vestir el rojo de la Ducati oficial le pasó factura.

Bagnaia, siempre impertérrito, se marca como reto mejorar el sábado durante las sprint. Desde la cita en Austria el curso pasado, Martín se ha llevado 11 de las 20 carreras cortas disputadas, subiéndose 16 veces al podio. El italiano, en cambio, solo ha logrado dos triunfos y ocho podios en el formato desde entonces, haciéndose fuerte los domingos. “Lo importante ahora es intentar mejorar en las sprint, que es donde Jorge está marcando la diferencia. Hay que intentar ser más precisos, perfectos todo el rato”, señala el número uno.

Este sábado, durante la cronometrada, terminarán de aclararse también las opciones de un Márquez que ya no siente ansiedad por ese retorno a la victoria. Hace más de 1.000 días que se le resiste, de largo la peor racha de su trayectoria. El 93 ha estado siempre arriba en el Red Bull Ring, si bien nunca ha podido ganar y en el pasado vio como la moto que ahora lleva entre las piernas le arrebató, hasta en tres ocasiones, la victoria en la última curva del gran premio. Este viernes el catalán finalizó cuarto, a más de tres décimas del tiempo de récord de Bagnaia.

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