La izquierda francesa sigue atentamente la evolución del PCE

«La evolución del Partido Comunista de España (PCE), nos parece muy interesante a los socialistas franceses», declaró a EL PAIS Antoine Blanca, miembro del comité director del Partido Socialista galo (PS), delegado nacional para los asuntos relacionados con América Latina, y que asistirá, en Madrid, al congreso del PCE en tanto que representante de su partido.

La delegación del Partido Comunista francés estará integrada por Paul Laurent, miembro del secretariado del Comité Central, considerado como uno de los dirigentes del ala más liberal, y Jacques Denis, del Comité Central. Un error nos indujo a anunciar ayer que figuraba en la delegación del PCF el escritor Jean Rony, que sólo asistirá como enviado especial de la revista del partido France Nouvelle.El congreso de los comunistas españoles, tras su minuciosa preparación y, por otra parte, como consecuencia de la experiencia vivida los últimos años en Francia por la Unión de la Izquierda, ha despertado interés en la opinión francesa.

«¿Qué es necesario pensar hoy acerca del leninismo?» «¿Debe defender, hoy, el Partido Comunista los principios del materialismo filosófico?» «¿No sería necesaria una reflexión nueva y una actividad mucho más importante sobre todos los problemas cualitativos, como la ecología, el feminismo, la familia y matrimonio y cultura?» Las preguntas precedentes se las planteaba ayer al PCF el historiador comunista Jean Ellenstein, en el último de una serie de tres artículos que, publicados por el independiente Le Monde, han constituido una de las aportaciones críticas más vigorosas al debate que han provocado entre los comunistas galos las enseñanzas del fracaso de la Unión de la Izquierda.

La similitud de estos problemas con los que han animado la preparación del congreso del PCE explica el interés con que va a seguirse aquí el desarrollo del congreso de los comunistas españoles, que le será detallado a la opinión por numerosos enviados especiales de los medios informativos. A nivel de proceso histórico, la virginidad española en materia de alianzas de la izquierda -tras los cuarenta años de dictadura- constituye otro elemento de estudio y de esperanza para los socialistas y comunistas galos que, a pesar del naufragio del programa común, aún continúan pensando, como el ya referido señor Ellenstein, que «es necesario un debate real, sereno y fraternal entre socialistas y comunistas», para conseguir un auténtico acercamiento entre los dos proyectos socialistas.

El señor Blanca, que representará al PS en el congreso del PCE, antes de viajar a Madrid se hacía eco de la actualidad paralela que anima el debate de la izquierda en Francia y en España: «Todas las discusiones -nos decía- que han precedido el congreso del PCE nos han interesado mucho. El problema del leninismo, en definitiva, no es el importante.»

«Lo esencial es -prosigue Blanca- que en Cataluña, en Madrid, en Asturias se han desencadenado debates, se han producido divergencias e incluso incidentes y ha habido mayorías y minorías. Por añadidura, todo esto ha sido público. Es la primera vez que ocurre algo semejante en la historia de un partido comunista. Ahora veremos lo que pasa en el congreso. Sería necesario que a este nivel también se reprodujera el debate.»

«No basta con decir somos eurocomunistas, aceptamos la democracia, el pluralismo.... y después no aplicarlo a la hora del funcionamiento del partido. Pero, en fin, la evolución que ya se ha evidenciado es interesante.»