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Sáenz de Santamaría inicia en Malabo los preparativos de la reorganización de la defensa y seguridad de Guinea

A los acordes de la marcha de Infantes, el inspector general de la Policía Nacional española, general de división José Antonio Sáenz de Santamaría, inició ayer una visita oficial de cinco días a Guinea Ecuatorial, para discutir con el presidente Teodoro Obiang Nguema una cooperación más estrecha entre los dos países en materia de defensa y seguridad.

Sáenz de Santamaría, que llegó a Malabo procedente de Las Palmas en vuelo regular de Iberia, fue recibido al pie de la escalerilla del Boeing 727 Chacolí por el inspector general de las fuerzas armadas de Guinea Ecuatorial y encargado de los Asuntos de la Defensa, teniente coronel Fructuoso Mba Ollana, considerado como el hombre más poderoso de este país después del propio Obiang, y por el embajador de España en Malabo, Vicente Fernández Tréllez.Los dos militares escucharon en posición de saludo la marcha de Infantes española, que sustituyó a la interpretación de los himnos nacionales, y seguidamente pasaron revista a dos compañías del Ejército y policía armada guineanas, que rindieron los honores de ordenanza.

Terminada la ceremonia de recepción, y en medio de fuertes medidas de seguridad, Sáenz de Santamaría y Mba Ollana se trasladaron al palacio Tres de Agosto, enclavado en el recinto cerrado que alberga los edificios de la presidencia de la República, donde se alojarán el general español y su séquito durante su estancia en Guinea Ecuatorial. El hecho de que el general español se aloje dentro del recinto presidencial se interpreta en Malabo como una prueba del deseo del coronel Obiang de celebrar reuniones privadas con el militar español, al margen del programa oficial.

La misión que encabeza Sáenz de Santamaría está compuesta por varios jefes de la Policía Nacional y de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM), y en ella figuran el jefe de Estado Mayor de la Policía Nacional, comandante David Cervera Estévez; el jefe de los Grupos Especiales de Operaciones (GEOS), comandante Carlos Folgado Martín, unidad que impresionó vivamente al coronel Obiang durante su visita oficial a España; el teniente coronel Manuel Estrada Tuset, ayudante personal del general Sáenz de Santamaría, el jefe de administración de la Policía Nacional, teniente coronel Edmundo Pérez Iñigo; el capitán de corbeta de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM), José Carlos Pérez Moreira, y el comandante Francisco Laguna Sanquirico.

El plato fuerte del primer día de estancia de la misión española en Malabo lo constituyó la entrevista privada entre Sáenz de Santamaría y Obiang, celebrada a mediodía de ayer, en el despacho oficial del jefe de Estado guineano.

Mensaje del Rey

La entrevista, que duró más de media hora, fue calificada por el general Sáenz de Santamaría de «Objetiva y cordial». El militar español entregó al mandatario guineano un mensaje personal del Rey de España, contestación del enviado por Obiang a don Juan Carlos hace dos semanas a través del embajador de Guinea Ecuatorial en Madrid, y en el que entre otras cosas se pedía el envío a Guinea como jefe de la misión militar española de un teniente coronel cuyo nombre se desconoce, destinado en la actualidad en el Ministerio de Defensa, en Madrid. Parece que el interés de Obiang está motivado por el hecho de que el teniente coronel en cuestión ha sido profesor de varios cadetes guineanos en la Academia de Suboficiales de El Talar, en la provincia de Lérida. Por el momento se desconoce la contestación dada por el monarca español a la petición del presidente guineano, aunque en medios españoles se pone de relieve que el actual jefe de la misión militar española en Guinea, teniente coronel Jaime Ríos, no sólo es un profesional de gran prestigio y preparación, sino que está desempeñando su cometido a la perfección.En una improvisada conferencia de Prensa en la Embajada de España, el inspector general de la Policía Nacional española explicó que había encontrado al presidente Obiang «en una magnífica disposición para acometer la cooperación con España en todos los órdenes». El general Sáenz de Santamaría añadió que había expuesto las dificultades por las que atraviesa Guinea Ecuatorial, fruto, principalmente, de «la falta de capacidad de gestión de su joven Administración». Esta afirmación está en línea con una durísima crítica realizada por el jefe del Estado Guineano el pasado sábado contra los funcionarios civiles de la Administración, llamándoles «ineptos e inútiles», y reiteró anteriores declaraciones en el sentido de que sólo los miembros de las Fuerzas Armadas cumplen con su deber. Al mismo tiempo, Obiang anunció la creación de una oficina de gestión para la cooperación con España adscrita a la presidencia del Consejo Militar Supremo, con el fin de controlar a los distintos departamentos ministeriales, algunos de los cuales ni siquiera conocen la cuantía de la ayuda que les presta España. En el mismo discurso, Obiang amenazó con contratar extranjeros para cargos ejecutivos de la Administración de Guinea Ecuatorial si persiste la ineptitud demostrada hasta ahora en la gestión. Santamaría añadió que el coronel Obiang ha expresado «el vivo deseo» de contrarrestar otras influencias extrañas en Guinea, como la de Francia y la Unión Soviética, por la de España, lo que parece dar pábulo a los rumores que circulan en Malabo de una posible operación de desestabilización interna de este país por parte de la URSS, siguiendo con el anuncio reciente de la creación en París de un bloque único de oposición democrática dirigido por un sobrino de Macías.

Plan español

Como estaba previsto, el general Sáenz de Santamaría presentó al presidente el plan general propuesto por España, cuya primera parte consiste en el aumento de la cooperación en los temas de seguridad y defensa entre los dos países, con la creación de una compañía de cadetes guineanos formada en las academias de la policía española en Madrid y Guadalajara, y en la que la Policía Nacional de nuestro país jugaría «un papel preponderante». Esta compañía, que sustituiría en un futuro a la actual guardia presidencial, formada por marroquíes, tendría oficiales y suboficiales de la Policía Nacional española. Preguntado por EL PAIS si esta sustitución no crearía fricciones con Marruecos, el general Santamaría contestó que se trataría d e una decisión del Ejecutivo guineano, y que no tendría porqué causar molestias.De acuerdo con este plan, Guinea Ecuatorial mandaría igualmente a sus mandos militares medios a seguir un proqrama de reciclaje en las academias españolas y se comprometería formalmente a suspender el envío de cadetes para su adiestramiento en los países del área socialista. El general español anunció Igualmente que España mandaría medios de transporte todo terreno para su utilización por las fuerzas armadas y de seguridad de la república de Guinea.

La visita del inspector de la Policía Nacional española será seguida la próxima semana por la de una misión del Ministerio de Economía encabezada por el secretario de Estado, Agustín Hidalgo de la Quintana, quien tratará igualmente de que la ayuda y cooperación suministradas por nuestro país se traduzcan en resultados positivos y concretos, para lo cual resulta indispensable que los actuales asesores situados por España en los departamentos ministeriales guineanos tengan capacidad ejecutiva y no sólo de asesoramiento.

Medios diplomáticos han comentado a EL PAIS que. tras la entrevista de esta mañana, se podría contemplar el panorama con «un moderado optimismo», moderado no porque se elude de la buena fe de Obiang, sino porque se prevé una fuerte resistencia a la aceptación total del plan propuesto por España por una gran parte de hombres de Mongomo, que rodean al presidente, para quienes la aceptación de este plan supondría ver reducida drásticamente su influencia.

La opinión generalizada en los círculos políticos de esta capital es que esta es la última oportunidad que se le presenta a España para consolidar su situación en Guinea Ecuatorial, al tiempo que ayuda a su antigua colonia a remontar las graves dificultades de todo orden que padece en la actualidad.

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