Alava, la provincia más disputada en el País Vasco

La tranquilidad, sosiego y mutuo respeto, características iniciales de los mensajes lanzados por los partidos políticos que se presentan por la circunscripción de Alava, han dado paso a las críticas más agresivas entre las diferentes opciones, como se ha demostrado el pasado fin de semana en la celebración de actos que se vieron rodeados de circunstancias trágicas.

La provincia de Alava, que se está convirtiendo en el terreno de disputa de los defensores de la autonomía provincial, ha sido objeto de dos sucesos trágicos que tuvieron lugar el pasado sábado -el atentado frustrado contra la delegación del Gobierno en el País Vasco y la muerte de un matrimonio en un control de la Policía Nacional- que añaden un tinte de tragedia electoral en una ciudad en donde, en los últimos años, no había problemas de orden público.En las pasadas elecciones generales, los centristas alaveses, capitaneados entonces por el suarista Jesús María Viana, ocuparon el primer puesto del ranking electoral con el 24,68% de los votos emitidos. El PNV aparecía en segundo lugar con el 22,27% y, por último, los socialistas, con el 20,76%. Sin embargo, en las elecciones al Parlamento Vasco se produjo un decantamiento de la balanza hacia las fuerzas nacionalistas. Así, el PNV resultó ser la fuerza mayoritaria con el 30,08% seguido de PSOE con el 23,97% y de UCD con el 19,60%.

La ubicación del Gobierno Vasco y el Parlamento -acordada por mayoría de la Cámara- en la capital vitoriana ha requerido un despliegue de infraestructura para albergar la presencia de una mayoría nacionalista que ha provocado reticencias en sectores alaveses menos identificados históricamente con el nacionalismo y con un proyecto general de una comunidad autónoma vasca. Es, precisamente, en estas reticencias, donde los socialistas y principalmente la coalición de la gran derecha -ésta última con marcada virulencia- se apoyan para dirigir sus mensajes al electorado alavés.

Frases como "el enemigo de la autonomía alavesa es el PNV" o "lo que hay que hacer es no votar al PNV" pronunciadas por los compañeros de coalición de Marcelino Oreja han provocado que el diputado general de Alava, el peneuvista Emilio Guevara, se dirigiera el domingo, mediante una carta pública, al electorado alavés. En el texto señala que el aumento de la capacidad de gasto "ha permitido no sólo incrementar y fomentar la inversión desde la Diputación, sino también multiplicar la aportación de subvenciones a todos los ayuntamientos de Alava".

En relación a las cesiones que la Diputación hizo en su día al Gobierno vasco para que este se instalara en Vitoria, Emilio Guevara recuerda que las decisiones -todas ellas- se tomaron mediante acuerdo unánime del PNV, PSOE y UCI).

Críticas al centralismo del Gobierno vasco

La mayoría de las opciones políticas que se presentan por Alava, a excepción del PNV, hacen alarde de la defensa a ultraza de los intereses más provincialistas criticando en numerosas ocasiones "el centralismo del Gobierno vasco". Indudablemente, la persecución de una ruptura de la hegemonía peneuvista -no es casualidad que se presenten por la circunscripción de Alava líderes políticos como Marcelino Oreja o el propio Txiki Benegas- es uno de los objetivos comunes a los partidos que compiten con la fuerza mayoritaria de la comunidad autónoma vasca.