Los dos técnicos de CASA, custodiados en la Embajada española
Jesús Martínez Ziganda y Pedro Mateu Cubells, ingenieros de la empresa española Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), se encontraban anoche bajo custodia en la Embajada de España en Zimbabue, a la que fueron trasladados a mediodía de ayer. El juez concedió la custodia de los dos técnicos españoles a la delegación diplomática, a requerimiento del director general de Asuntos Consulares, Rafael Pastor, quien se comprometió a que no salgan del país hasta que concluyan las investigaciones para aclarar el asesinato del embajador José Luis Blanco Briones, ocurrido el lunes día 22. Los dos ingenieros de CASA fueron las últimas personas conocidas que vieron conocidas que vieron con vida al representante diplomático.
Después de permanecer retenidos durante siete días en las dependencias policiales de Harare, los dos ingenieros de CASA -que se encontraban en Harare (capital de Zimbabue) por razones profesionales- llegaron a la Embajada a mediodía de ayer. Lo primero que pidieron fue tomar un baño. Luego, comieron junto con el personal de la Embajada y los miembros de CASA que se encuentran en Zimbabue.El director general de Asuntos Consulares, Rafael Pastor, dijo que los técnicos españoles "tienen una enorme moral y sentido del humor, y presentan buen aspecto".
La liberación de los dos ciudadanos españoles ha sido recibida con alegría tanto en el Ministerio español de Asuntos Exteriores como en la Embajada española en Zimbabue, ya que existía "cierta inquietud" ante su suerte, según un portavoz de la Oficina de Información Diplomática (OID).
Por su parte, Rafael Pastor dijo que los técnicos españoles no saben nada del asesinato del embajador "en el que, por supuesto, como ha quedado claro desde el principio, no tienen nada que ver". También añadió que los dos técnicos permanecerán en Harare con absoluta libertad de movimientos, siempre que estén localizables.
La empresa CASA ha emitido un comunicado en el que agradece al Gobierno, al Ministerio de Asuntos Exteriores y a su titular, Francisco Fernández Ordóñez, las gestiones realizadas para la liberación de los dos trabajadores.
El teléfono exculpa
El embajador, asesinado después de cenar con Jesús Martínez y Pedro Mateu, les dejó en el hotel Meizquel de Harare. Este hecho ha quedado probado, ya que esa noche, a las 22.45, hora en la que se estima se produjo la muerte del embajador, uno de los técnicos españoles pidió desde el hotel una conferencia telefónica con España para hablar con su mujer. Las esposas de Jesús Martínez y de Pedro Mateu llegaron ayer a Zimbabue, según informaron fuentes diplomáticas. Las mismas fuentes afirmaron que los técnicos y el personal diplomático permanecerán en Zimbabue como máximo hasta el 30 de agosto. No se ha decidido todavía el nombramiento del nuevo embajador aunque, según fuentes diplomáticas, no parece que se vaya a decidir antes de otoño.El hecho de que en el cuerpo del embajador, que según la policía murió por estrangulamiento, aparecieran varios cortes en la espalda, realizados con un objeto punzante -posiblemente algún arma blanca-, ha disparado las hipótesis de que, según algunas fuentes diplomáticas, esas heridas "parecen señales producto de una venganza". Sin embargo, Rafael Pastor ha negado la existencia de tales señales en la espalda del embajador asesinado.
Las relaciones de la colonia diplómatica residente en Zimbabue con la minoría blanca partidaria de Ian Smith no siempre son fáciles, debido al trato igualitario que mantienen los diplomáticos con la comunidad negra. Esto ha cebado las hipótesis que hablaban de venganza.
Según confirmó Rafael Pastor, el embajador tuvo un accidente cuando viajaba en su automóvil una semana antes de ser asesinado.
El incidente se produjo cuando José Luis Blanco trató de adelantar a un vehículo conducido por un hombre blanco, y éste intentó obligar al embajador a salirse de la carretera.
Por otra parte, el director general de Asuntos Consulares afirmó ayer, en conversación telefónica con este periódico, que desconocía las supuestas investigaciones que se afirma ha realizado la policía de Zimbabue en círculos homosexuales de Harare.
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