Reaparecen en el río San Juan los 29 pacifistas de EE UU que estaban supuestamente en manos de ARDE

La embarcación en la que viaja un grupo de pacifistas norteamericanos fue vista por miembros de la fuerza pública costarricense navegando por el río San Juan hacia el lago de Nicaragua, señaló ayer Armando, Vargas Araya, ministro de Información, quien dijo que la embarcación fue divisada a las 19.35, hora peninsular, navegando, sin escolta, 10 kilómetros al oeste de Boca de San Carlos, punto del que partieron el miércoles a las 6.45. Vargas Araya dijo que el coronel Lezmes Chaves, director de la Guardia Civil, fue quien vio la nave en un segundo sobrevuelo a bordo de un helicóptero de la fuerza pública.

"No se ha podido establecer contacto con los norteamericanos, pues no han tocado suelo costarricense desde que partieron de Boca de San Carlos ayer", aseguró el portavoz del Gobierno.La fuente oficial dijo que la Guardia Civil espera poder conversar con los norteamericanos al paso por el puesto de Las Tiricias, para "revelar qué fue lo que realmente sucedió desde que salieron el miércoles de Boca de San Carlos".

El grupo ecuménico de Acción Cristiana Permanente por la Paz desapareció el miércoles a las 8.05 hora local (14.05 hora peninsular) cuando navegaba por el río San Juan.

Autoridades de Nicaragua aseguraron que los 29 pacifistas y 18 periodistas que cubrían la gira habían sido secuestrados por fuerzas de Edén Pastora e internados en territorio costarricense.

Sin embargo, estos extremos fueron negados rotundamente por el grupo de Pastora, la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE).

Ivonne Dilling, directora deTestigos por la Paz, subrayó que la misión de la flotilla es evitar que Washington siga financiando las actividades militares de los contras.

Dilling indicó que su organización seguirá mandando voluntarios a Nicaragua hasta que cesen los combates en el área o se forme un cuerpo internacional de paz que "evite más muertes de inocentes nicaragüenses".

Para los activistas, la "violencia de la Administración Reagan hacia Nicaragua" se ha convertido en la violencia hacia quienes navegaban por el río San Juan con la intención de buscar la paz en esa turbulenta zona.

El Gobierno norteamericano ha facilitado a los antisandinistas 80 millones de dólares desde 1981, y ahora, después de 10 meses de duros debates en el Congreso, se han autorizado otros 27 millones de dólares, en ayuda no militar, que comenzarán a entregarse próximamente.

Desde un primer momento, ARDE negó estar implicada en un caso que calificó como "un montaje publicitario" del régimen de Managua.

El supuesto portavoz precisó que los rebeldes dispararon al aire, para detener a las embarcaciones, desde la orilla nicaragüense del río San Juan, y no desde territorio costarricense como afirma Managua. Dijo que Alianza Revolucionaria Democrática se ha dirigido al Gobierno de Costa Rica para averiguar si éste acepta que se evacue a los norteamericanos por su territorio.

Pastora advirtió días atrás que si el grupo pacifista, al que acompañaban algunos periodistas norteamericanos, se acercaba a su zona de operaciones, ordenaría abrir fuego contra sus miembros. La cancillería nicaragüense, que fue la primera en alertar sobre la desaparición de los pacifistas norteamericanos, cuando remontaban el río San Juan, responsabilizó a EE UU del secuestro y de las consecuencias que pueda tener, dado que Washington "promueve y dirige a los grupos mercenarios y terroristas". Managua ha enviado un mensaje al presidente costarricense, Luis Alberto Monge, para que inicie las gestiones destinadas a obtener la libertad de los secuestrados y "se capture a los contrarrevolucionarios".

EE UU, que trata de evitar que el caso se convierta en una situación embarazosa para la Casa Blanca, quiere que se esclarezca cuanto antes. Sus embajadores en Managua y Costa Rica, tras mantener contactos con representantes de los dos Gobiernos centroamericanos, se trasladaron a la frontera.