González apela a los éxitos del 92 para demostrar que España puede superar la crisis económica

"Es una sensación rara. Es como tener mariposas en el estómago". Así se sentía ayer el comisario general, Emilio Casinello, horas antes de que la Expo de Sevilla cerrara sus puertas. Un Cassinello emocionado dio su último discurso en El Palenque ante un público muy distinto al de días anteriores. Los Reyes de España, casi todo el Gobierno, presidentes autonómicos, cuerpo diplómatico y 2.000 invitados eran en esta ocasión los oyentes. Ante ellos, el presidente del Gobierno, Felipe González, apeló a la capacidad organizativa y al nivel de autoconfianza de los españoles para superar la actual crisis económica.

En opinión de González, los acontecimientos organizados en el último año en España -la Conferencia de Paz sobre Oriente Medio, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la propia Expo- han servido para que los españoles recuperen la confianza en ellos mismos y puedan afrontar próximo retos. "Y hoy es más importante recordarlo, porque en estos momentos de crisis, algunos tienen la tendencia a pensar que no estamos en condiciones de superar los elementos críticos que vive nuestra sociedad. Estamos más que en condiciones de superarlos", subrayó.El presidente del Gobierno, que improvisó su discurso -"quiero hablar del sentimiento que me embarga"-, afirmó que todos las metas marcadas con motivo de la Expo 92 se habían alcanzado. Según González, el objetivo de "proyectar la imagen de la España moderna se ha cumplido. En la isla de La Cartuja se ha hecho el milagro de una convivencia fácil, creativa e imaginativa", por lo que a partir de ahora la imagen del país "es más respetada".Otro propósito logrado, según dijo, ha sido demostrar la capacidad organizativa de los españoles, "un hecho que se puede cuantificar, pero que tiene algo de intangible", aseguró. "El objetivo era demostrarnos como sociedad que éramos capaces de organizar", dijo González, quien dirigiéndose al Rey añadió: "Y no lo oculto, Señor, para que no sea mal interpretada esta reflexión, como el eco de una cierta posición de autocomplacencia". González criticó el escepticismo y la incredulidad que rodearon los inicios de la, Expo, para dar luego paso a un "sentimiento de alegría por lo que fue".Integrar a España

Las infraestructuras realizadas en Andalucía con motivo de la muestra -se calcula la inversión en un billón de pesetas- fueron valoradas por el jefe del Ejecutivo, quien subrayó el esfuerzo realizado para "integrar más a España como España, de forma que no hubiera un Norte y un Sur".

El acto del Palenque fue muy distinto a los celebrados a lo largo de los seis meses de Expo. El escenario carecía del más mínimo colorido -no hubo ninguna bandera- y los visitantes bulliciosos que durante ese tiempo han animado las actuaciones tenían vedado el acceso al acto.

La entrada de los Reyes, el Príncipe de Asturias y las Infantas coincidió con la interpretación del himno nacional y del de Andalucía. Este último fue reclamado por los partidos políticos andaluces, que hasta la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, no habían reparado en la ausencia de los símbolos autonómicos en la ceremonia de inauguración.