Aznar asegura que si baja las pensiones será por causas ajenas a la voluntad del Gobierno

La circunstancia. Éste es el quid que introdujo ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, en su primera comparecencia en el Congreso para responder preguntas, y concretamente una sobre la revalorización de las pensiones de la Seguridad Social. Aznar no remedó la cita más manoseada de Ortega con un yo soy mi compromiso de Gobierno y mi circunstancia, pero casi casi porque al responder al diputado socialista Alejandro Cercas, y después de asegurar que "el Gobierno garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de todas las pensiones", Aznar, en la réplica, precisó: "EI compromiso del Gobierno es el que yo he manifestado aquí esta tarde y, por tanto, cualquier otra circunstancia que pueda afectar a ese compromiso será una circunstancia que no dependa en ningún caso de lo que significa la voluntad del Gobierno".

Quedó en el aire qué circunstancias podrán afectar a la voluntad tan repetida del Ejecutivo que preside Aznar.La primera sesión de control al Gobierno en esta legislatura dejó claro que la gran batalla se libra en la trinchera de la economía o en sus alrededores: financiación autonómica, reducción de altos cargos, desfases presupuestarios...

Joan Saura de IU-IC abrió fuego intentando que Aznar precisase en qué consistirá el recorte presupuestario de 200.000 millones de pesetas que anunció el Gobierno en su primera reunión de Consejo y que todavía no ha concretado en qué medida afectará a cada departamento. El presidente precisó que se ha adoptado "un acuerdo de no disponibilidad por importe de 200.000 millones de pesetas sobre créditos presupuestarios" y que ese recorte tiene dos objetivos: cumplir los criterios de convergencia que exige la Unión Europea y mantener las prestaciones sociales.

Saura le replicó que no le había contestado a nada y que quería saber de dónde iban a recortar y cuándo pero Aznar no se apeó de su postura inicial y le endilgó la réplica con un razonamiento cercano al trabalenguas: el criterio del Gobierno "no afectará la no disponibilidad de créditos presupuestarios -que no es exactamente lo mismo que un recorte presupuestario, es un acuerdo de no disponibilidad de créditos presupuestarios- a las prestaciones sociales". Menos mal que precisó la fecha del 1 de junio como plazo para que "todos los ministerios afectados determinen las partidas concretas a las que afecta ese acuerdo de no disponibilidad de 200.000 millones". En este momento los diputados del Grupo Popular aplaudieron por primera vez con calor a su líder.

Lo cierto es que los diputados populares, a partir de los primeros ronroneos socialistas en la intervención de Aznar decidieron aplaudirlo todo. Todo lo suyo, por supuesto. Y entre palmas por allí y aplausos por allá la tarde tuvo cierto aire de feria con mucha jarana en los escaños, algún aspaviento y, eso sí, casi ninguna acritud. Incluso el hemiciclo pudo escuchar algún primor literario por boca de Joaquín Leguina, que al preguntar por el nombramiento de la nueva directora general de Televisión Española reprochó a los populares haber puesto a García Candau "como no digan dueñas" y que "le vistieron de ropa de paso".

Luego la sesión volvió a la economía y el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, aseguró al socicialista, Antonio Costa que "no existe ninguna propuesta del Gobierno español ni de ningún otro miembro de la Unión Europea que proponga retrasar los plazos del Tratado de Unión Monetaria. Rato aprovechó la réplica piara pedirle a Costa que reconociera cómo "en este momento no cumplimos ninguno" de los requisitos de convergencia para añadir con cierta ironía que esperan "la diligencia del Grupo Socialista para que ayude y respalde en las medidas necesarias para cumplirlos".

Como Costa había mencionado que las declaraciones de miembros del Gobierno sobre la posibilidad de "parar el reloj" de Maastricht habían creado inquietud en los mercados y "no contribuyen la mantenimiento del valor de nuestra moneda" Rato aprovechó la ocasión para recordarle que "las tres últimas devaluaciones de la peseta han sido dirigidas por gobiernos del Partido Socialista que no han tenido la confianza de los mercados". Y aún siguió el vicepresidente acosando al diputado con el pasado inmediato. "Espero que puedan ustedes colaborar con un Gobierno", le dijo, "que sea capaz de hacer más y mejor lo que ustedes no fueron capaces de conseguir". Rato respondió al diputado de su grupo Vicente Martínez Pujalte que el Gobierno está dispuesto a "desregularizar y liberalizar" para crear empleo.

Nueva poda de cargos

Rajoy abrumó con las cifras de las distintas categorías de la Admnistración en su respuesta al turno de preguntas que sobre altos cargos protagonizó el portavoz socialista de la Comisión de Administraciones Públicas, José Luis Rodríguez Zapatero, informa Luis R. Aizpeolea. El ministro, con su cascada de cifras, trató de demostrar que los altos cargos habían aumentado en la etapa socialista. Con ello trató también de zafarse de la crítica que Rodríguez Zapatero dirigió al PP por haber ofrecido una cifra de altos cargos a suprimir en su etapa de oposición -5.000 y 6.000, según las ocasiones- y haberla limitado en el Gobierno a 144 reconocidos.Rajoy respondió que habría una nueva poda aunque no concretó ni la cifra ni el plazo que, en todo caso, será posterior a la aprobación de la Ley de Organización y Funcionamiento de la Administración (LOFAGE) que entrará en la comisión de subsecretarios del Gobierno la semana que viene y que según definirá el concepto de alto cargo. Rajoy expresó la imposibilidad de su Gobierno de ofrecer una cifra sobre el coste del nuevo sistema de financiación autonómica, en respuesta a la interpelación del socialista Juan Manuel Eguiagaray.