Otro estallido de Gil

Un Atlético- Barcelona no es lo mismo sin polémica. Ayer la hubo a raudales. Nadie se encendió tanto como Gil. Lo que tampoco sorprende. Se quejan los rojiblancos de sendos penaltis, uno sobre Pablo y otro sobre Kiko, anteriores al decisivo, pues fue el 2-4, de Santi sobre Ronaldo. Pero no se detienen ahí los lamentos. En la jugada de la expulsión de Simeone, reclaman una agresión anterior de Figo a Fortune. Pero nadie disculpa a Simeone. Ni él mismo. Y el que menos, Miguel Ángel Gil: "No se puede permitir lo que ha hecho Simeone. No tiene nombre".

Goles por todos lados. Cuando estos dos equipos se juntan no hay otra cosa que balones en el fondo de la red. Lo de esta temporada es de récord. Entre Supercopa, Copa del Rey y Liga, los dos conjuntos se han enfrentado en seis partidos. Y el balance de goles es brutal: Barcelona, 21; Atlético, 16. 37 goles en 6 enfrentamientos, a más de seis de media. Y Ronaldo, que ha jugado tres de esas citas, lleva ocho goles. Otra barbaridad. Sobre los tres de ayer, Molina, la víctima, tenía una versión: "A Ronaldo le ha venido de puta madre los 30 metros que le hemos dejado para correr".

Así como suena. En sus 94 años de vida, el Atlético no había encajado tanto goles en su casa como en la actual temporada. El anterior registro negativo data de las temporadas 49-50 y 54-55. Entonces fue batido en 26 ocasiones. Ya lleva 28 en el Calderón. Su portero es el mismo que la pasada temporada se convirtió en el tercero -los anteriores fueron Reina y Abel- que ganaba el trofeo Zamora vistiendo la camiseta del Atlético. Pero los tiempos cambian una barbaridad. Molina encajó entonces 32 goles (19 en casa) en 42 partidos. Hoy, en 32 partidos, lleva 49. Que alguien lo explique.

Ronaldo dedicó dos de sus goles a la afición del Barcelona, y el otro, el de penalti, a la del Atlético. "se ha pasado el partido insultándome", se justificó. La dedicatoria del brasileño a los rojiblancos llegó en forma de corte de mangas -"en mi país se llama banana", reconoció-. Ronaldo se mostró esperanzado con el futuro del Barcelona. Y anunció con rotundidad: "Estamos para pelear por el título".

Bobby Robson apareció eufórico por la sala de prensa, feliz como pocas veces. En su análisis, destacó "el cáracter y la fuerza del equipo para soportar la presión del Madrid y remontar un resultado adverso", reconoció que el Atlético les puso en muchas dificultades y señaló las expulsiones de Simeone y Santi como claves: "Nos han hecho el partido más fácil". Amor se unió a esta última tesis: "El partido no ha sido tan fácil como el marcador refleja. Eso sí, tras las dos expulsiones todo fue más sencillo".